La educación se encuentra enmarcada en diferentes contextos: social, cultural, político; lo que permite ser de la misma forma valorada y juzgada; definida como un acto de amor donde estregamos lo mejor de cada uno, y en donde estamos en constante aprendizaje bidireccional (estudiante-docente), siendo los dos protagonistas del proceso de aprendizaje-enseñanza.
Dado el anterior caso, centro mi atención en la relación directa ejercida en el contexto de las prácticas profesionales. Comúnmente presenciamos innumerables errores o falencias que se evidencian durante dicho proceso; a continuación describiré los más visibles y relevantes. El primero de ellos, es la nula o baja capacitación al docente de práctica, en donde debe poseer todas las herramientas para guiar al estudiante a ser competente. El docente tiene la responsabilidad de formar de nuevos profesionales independiente del área, debe ser completamente idóneo para su ejercicio.
Otro aspecto es de quiebre es relación entre el docente tutor y la universidad (centro de estudios), que al ser limitada compromete el perfil del futuro profesional; por la falta planificación de los objetivos, ausencia de retroalimentación en la evaluación; seguimiento del proceso de práctica que debería ser monitoreado por la institución universitaria de forma rigurosa y directa; permitiendo al docente entregar resultados de la evolución del estudiante interno o practicante.
De igual forma las prácticas se centran solo en el saber (contenido) y dejan de lado el saber ser (profesional-persona), logrando esta diada los haría crecer de forma integral. La evaluación, muchas veces se presenta como debilidad, siendo poco objetiva, se debe evaluar lo que se enseño, por medio de diferentes esquemas de evaluación. Se valora o se evalúa al estudiante solo por los resultados y no por sus aprendizajes y logros.
No se crean herramientas que enriquezcan la profesión este aspecto se deja solo a los postítulos; los estudiantes de practica también poseen herramientas para generar y construir nuevas tecnologías. La tutoría uno a uno es un criterio que se detecta como falente, ya que en muchos casos el centro de practica o centro clínico, presenta una relación 1:3, 1:4, lo que debilita la acción del tutor.
Como último aspecto a corregir o implementar es el tiempo destinado a cada tutoría ya que es muy corto y se destina solo al quehacer durante la práctica y se mide por productividad. Analizando lo anterior, planteo según experiencia y conocimientos previos; la necesidad de generar una alianza estratégica entre el centro clínico (centro de práctica) y la universidad, en donde se capacite al docente para la actividad tutora, entregándole las herramientas necesarias, para el buen ejercicio de la misma, analizando el proceso de aprendizaje, desarrollando habilidades para el crecimiento personal y profesional del estudiante. El docente tutor debe tener la capacidad de autocritica y autoevaluación de su propio desempeño.
Elaborar estrategias de planificación (guías de acción), evaluación y seguimiento de forma permanente y rigurosa, con retroalimentación de las prácticas educativas; además de habilidades blandas (empatía, puntualidad, trabajo en equipo, habilidades orales), para poder Evaluar lo que se está enseñando. Acompañar al estudiante a enfrentarse a situaciones inesperadas en la práctica, lo que permite adquirir autonomía, reflexionando en la acción y construyendo conocimiento a partir de sus propias experiencias.
Además de aprender de sus propios errores. Los docentes de práctica o tutores pueden guiar procesos de investigación logrando que los estudiantes sean innovadores para beneficio de la profesión; que sea competente en todas las áreas y aristas del profesional. Para la inserción laboral, aplicando todos los saberes pertinentes de la profesión, cumpliendo con las necesidades del contexto social, cultural, laboral y político. La educación debe contribuir al desarrollo global e integral de cada persona, y que le permita comprender el mundo que le rodea siendo responsable y justo; sonara muy utópico, pero dando lo mejor de cada uno se puede lograr.
Escritor: Delia Rodriguez Martinez
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