El alcohol como droga

Es un depresor del sistema nervioso central y, como tal, afecta negativamente las aptitudes mentales y psicomotrices.  Sin embargo, cantidades pequeñas o moderadas provocan unos efectos (Desinhibición, sensación de euforia, disminución de la ansiedad y de los sentido del ridículo, etc.) que pueden traducirse en un mayor atrevimiento a la hora de bailar, ligar, bromeó, … y ser interpretados como estimulantes para los consumidores.

Tomado en cantidades mayores, provoca impulsividad, subestimación de los riesgos y una mayor afectación psicomotriz. Esto puede conllevar peleas, gamberradas, conductas temerarias, además de reducir la adopción de medidas preventivas para evitar un embarazo o una infección en tener relaciones sexuales.

Tiene un potencial adictivo muy alto, y abusar de ellos es un importante problema de salud pública. Aun así, goza de una tolerancia social muy alta. El consumo crónico de alcohol produce trastornos prácticamente en todos los sistemas del organismo, y es una de las primeras causas de enfermedad. Consumir excesivamente y de forma habitual puede ocasionar, entre otras, enfermedades del hígado y del páncreas, insuficiencia cardíaca, gastritis y úlceras de estómago y duodeno, desnutrición y trastornos del sistema nervioso, desde epilepsia a atrofia cerebral con disminución de la capacidad intelectual.

A nivel psicológico, el abuso crónico disminuye el nivel de conciencia de la realidad y provoca trastornos de conducta (cambios de humor, irritabilidad, ansiedad, agresividad) y un deterioro progresivo de la conducta social. A menudo llegan a desarrollarse verdaderas enfermedades mentales. También pueden ser graves las consecuencias negativas a nivel familiar, laboral y social.

El consumo de alcohol es responsable de un 30 a un 50% de los accidentes de tráfico
con víctimas mortales. Pequeñas cantidades de alcohol son suficientes para producir un ralentización de los reflejos y una sobreestimación de las habilidades necesarias para
conducir.

Traducción de:

Drogues i família, educar per no abusar. Autor: Otger Amatller Montse Benabarre

Link original: http://elsarcs.cat/PPC/documentsPDF/familia_drogues.pdf