El analfabetismo adulto

 Aunque en este caso haré referencia a un solo tipo de analfabetismo, es importante saber que existen diferentes tipos de analfabetismo:

a) El analfabetismo puro, se refiere a las personas que no saben leer ni escribir por no conocer o entender los códigos de escritura.

b) El analfabetismo funcional, se define como la dificultad de las personas que conocen el código de escritura pero no procesan fluidamente ni comprenden lo “leído”.

c) El analfabetismo informacional, es la incapacidad de participar en una sociedad basada en la información. Un analfabeta informacional no tiene la habilidad de localizar información, evaluarla y emplearla eficientemente, además es incapaz de utilizar la computadora como una herramienta eficaz.

d) El analfabetismo político, se refiere a aquella persona que se encuentra marginada de la vida la política, económica y cultural de su país.

Refiriéndonos al analfabetismo puro, podemos decir que está conformado por personas que no han tenido la oportunidad de pisar un aula o que tuvieron que abandonar su educación. En nuestro país los mayores rezagos educativos en la población adulta son los registrados en la población rural y más aún en la indígena; en cuanto a género, es mayor en las mujeres que en los hombres, lo cual se acentúa en la medida en que aumenta la edad de los grupos. Éste rezago se compone de la población que cumple 15 años y no sabe leer ni escribir.

Para atender a estas personas que durante mucho tiempo se quedaron sin instrucción, se ha implementado la educación de adultos, ésta forma parte del concepto de educación básica y ha sido motivo de cambios y reajustes dentro del sistema educativo, con el fin de que las personas adultas cuenten con una educación elemental. La educación de adultos tomó fuerza en la década de los cuarenta y se profundizó en la de los sesenta, cuando, por los requerimientos de llevar a cabo los planteamientos y políticas de los Modelos de la Industrialización y el Desarrollismo, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la Organización de los Estados Americanos (OEA) y los gobiernos latinoamericanos comenzaron a realizar programas en favor del mejoramiento de los niveles de vida de la población.

En México, no fue con la creación del Instituto Nacional para la Educación de Adultos (INEA) que iniciaron las acciones en favor de la alfabetización de los adultos, pues han existido diversos proyectos que han tenido como propósito reducir, e incluso eliminar, el analfabetismo adulto. Organismos e instituciones llevan más de un siglo trabajando en este ámbito pero podemos decir que los intentos más importantes comenzaron a realizarse en el siglo XX, cuando la educación se convirtió en una de las principales exigencias de los programas gubernamentales.

Es acertado afirmar que una de las campañas más importantes fueron las realizadas por José Vasconcelos en los años veinte, como rector de la Universidad y primer Secretario de la Secretaría de Educación Pública (SEP). Sin embargo, aunque a lo largo de nuestra historia, y hasta nuestros días, se realizan un sinnúmero de campañas de alfabetización, podemos decir que la creación del Instituto Nacional para la Educación de Adultos (INEA), en 1982, marcó un cambió importante, puesto que eliminó el carácter transitorio de los programas de educación de adultos, con lo que la decisión de realizar estos programas, dejó de estar en manos de un gobierno. No obstante, es importante mencionar que a pesar de los diversos programas que se han realizado, y de la creación y desarrollo del propio INEA, el analfabetismo adulto en el país ha disminuido pero no se ha podido erradicar.

Bibliografía
– Freire, Paulo, La importancia de leer y el proceso de liberación, México, Siglo XX, 1984.
– Latapí, Pablo y Manuel Ulloa, “La educación de los adultos”, en Un siglo de educación en México, FCE, CONACULTA, México, 1998, Tomo ll.
– Martí, Yohannis, Alfabetización informacional: Análisis y gestión, Buenos Aires, Alfagrama Ediciones, 2007.
– Morales, Marcelo, Desarrollo, población y educación de adultos en América Latina, Universidad Iberoamericana, México, 1989
– Ordoño, Luis, El analfabetismo funcional, Bogotá, Gamacolor, 1991.

Escritor: Mónica Rodríguez

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