EL CONCEPTO DE VULNERABILIDAD Y SU DISCUSIÓN EN LAS ESFERAS ACADÉMICAS

El concepto de vulnerabilidad es uno de los más debatidos actualmente en las esferas académicas dando paso a multiplicidad de interpretaciones según el contexto desde el cual se busque categorizarlo. Es por ello que es posible analizarlo desde lo económico, lo político, lo social, lo ambiental, lo educativo, lo cultural, entre otras. Ante esta variedad de perspectivas Wilches- Chaux propuso el concepto de vulnerabilidad global buscando así dimensionar el concepto desde la diversidad de perspectivas que buscan definirlo ¿Pero en qué momento de la historia el sujeto se tornó en objeto de estudio desde su condición vulnerable?.

Antes de conceptualizar sobre el hombre como sujeto vulnerable, hagamos un pequeño recuento histórico sobre cómo entender la vulnerabilidad en el devenir histórico. Desde la Grecia antigua el hombre busco encontrar las certezas que pudieran dar sentido a su condición de indefensión en el mundo, ello lo demuestra la lucha entre el mito y el logos: el mito como esa representación imaginaria a través de la cual los dioses daban sentido al mundo y el logos como la explicación racional en la que se funda el discurso para poder explicar el rol que juega el hombre ante la realidad que lo circunda, como bien lo definía Sócrates: “Nosotros disponemos de un logos o razón, logos que debemos emplear para el conocimiento de la realidad y la dirección de nuestra conducta”.

Finalizada la Época Antigua con la caída del Imperio Romano, se inicia en Europa Occidental la Edad Media, concepto dado por la historia al tiempo en el cual la Iglesia católica negó las explicaciones que se habían heredado de los pensadores griegos y ripostó con argumentos basados netamente desde la fe, dando paso a lo que se conoce con el nombre de oscurantismo. Lo divino tomó nuevamente prelación y el hombre se vio despojado de su pensamiento racional para dar sentido a las teorías teológicas que explicaban su papel en el mundo como simple marioneta condenada al destino impuesto por un ser divino, el Dios cristiano. Esto ponía al hombre en una condición de vulnerabilidad ante los designios de un pendenciero y castigador.

El Renacimiento como movimiento artístico y cultural nacido en Italia dio origen a una nueva perspectiva para comprender el rol del hombre en el mundo: La Modernidad, esta pone nuevamente a la Razón como eje estructurante del pensamiento, dando un giro así del teocentrismo al antropocentrismo. El hombre dio rienda suelta a su accionar a través de una herramienta: La ciencia, entendiendo esta como una construcción racional a través de la cual se podrían desentramar los enigmas vedados para el hombre hasta el momento asegurándole así la felicidad plena. A partir de este momento la vulnerabilidad del hombre ya no radica en descifrar el destino en tanto condicionamiento de vida, sino en analizar las leyes físicas y naturales que rigen el mundo a través de la ciencia, por tal razón no se es vulnerable en tanto se adolece el accionar de la naturaleza sino en tanto no se la conoce, el hombre es vulnerable ante la ignorancia.

La Modernidad y su espíritu racional también tocan las esferas políticas, el hombre rompe el yugo de las monarquías europeas, muestra de ello es la Revolución francesa, el hombre inspirado en los ideales de Rousseau, Condorcet y Kant; quiebra el ordenamiento político heredado del medioevo, se asume como un sujeto de derechos, gana representatividad jurídica ante el Estado. Como bien lo señala Koyrè: “La tragedia del espíritu moderno consiste en que resolvió los enigmas del universo, pero sólo para reemplazarlo por el enigma de sí mismo”. Esta época histórica fue modelada por dos ideas que ordinariamente se confunden y que explican en gran medida su dinámica incontenible: las ideas que conciben al hombre como sujeto y como individuo. En palabras de Heidegger: “Lo decisivo no es que el hombre se haya liberado de las anteriores ataduras para encontrarse a sí mismo: lo importante es que la esencia del hombre se transforma desde el momento en que el hombre se convierte en sujeto”.

Al convertirse el hombre en sujeto su propia comprensión girara en torno a dos conceptos: la independencia y la autonomía. Con la independencia se buscó que la ley proporcionara la seguridad de que en un determinado radio de acción nadie ser interferido: al otro sencillamente hay que dejarlo a la ley, aunque es exterior a la acción. “Con la autonomía fue libre quien pudo auto determinarse y participar en la hechura de las normas, o en la creación de la comunidad mediante la deliberación y la búsqueda del acuerdo o del consenso”. Desde esta perspectiva la política y el derecho como discursos académicos tomarán al sujeto como epicentro de su accionar, brindándole las herramientas para formular un proyecto cultural y vigente. En conclusión la modernidad reformulo las primeras concepciones filosóficas dadas por la filosofía antigua para adecuarlas a las exigencias de la libertad, “las cuales constituyen propiamente la dinámica de la modernidad no sólo en el terreno económico, sino también en el político, el jurídico y el cultural”.

Los ideales de la Modernidad cayeron bajo el telón de las dos Guerras mundiales, estos acontecimientos demostraron que la racionalidad no proveyó de felicidad al hombre, sino que este a través de la ciencia y de la libertad para auto determinarse arremetió contra su misma especie para defender sus ideales, ejemplo de ello fueron los avances técnicos y tecnológicos en armamento, la utilización de armas químicas, la crueldad de los campos de concentración, las depresiones económicas, la destrucción de ciudades, la persecución a grupos humanos por odios culturales, estos ejemplos demuestran a gran escala la vulnerabilidad del hombre desde todas las lógicas en que se pueda cimentar su análisis. Una de ellas es el modelo económico que imperó en el mundo a terminar la II Guerra Mundial: el Liberalismo, este posibilitó una gran brecha social de clases sociales, lo que obligó a que los mismos Estados denominados potencias en el siglo XX fijaran su atención en los grupos sociales más desfavorecidos. Muestra de ello fue la creación de organismos internacionales que buscaran hacer valer la condición de lo humano sobre cualquier interés de desarrollo económico, político o social.

Ahora qué significa para América virar su pensamiento hacia el concepto de lo vulnerable si no atravesó por las anteriores etapas de ricas disertaciones académicas. Garcia Canclini presenta a América Latina como una sociedad donde “las tradiciones aún no se han ido y la modernidad no acaba de llegar, donde la modernización parece inaccesible para la mayoría y donde la pobreza extrema coexiste con el consumo desesperado”.

Este panorama señala grandes desafíos para la política pública en América Latina, problemáticas como la pobreza, la inestabilidad económica, la fragmentación social y la situación de indefensión de la población ante los riesgos, son muestra de los altos índices de vulnerabilidad de la población latinoamericana respecto a los niveles del continente Europeo en relación a las mismas problemáticas. Ahondaremos brevemente en dos de las grandes problemáticas que están en el centro de los debates políticos a nivel latinoamericano. Una de las problemáticas que pone en jaque a los gobiernos latinoamericanos son los fenómenos naturales Según Foschiatti:

Numerosas regiones del mundo fueron afectadas por desastres naturales y aunque se pone énfasis en los causantes de los mismos, actualmente la preocupación se traslada a los daños que sufren las comunidades y, en ese sentido la vulnerabilidad aparece como principal determinante de los daños. En el decenio de los 90 ocurrieron en el mundo tres veces más desastres que en toda la década del 60 y una de las regiones más castigadas fue América Latina; pero el mayor daño no es el producido por los grandes desastres sino por los pequeños y medianos que ocurren todos los días (inundaciones, avalanchas, desplazamientos contaminación, marginalidad). Esas amenazas no afectan a todos por igual y sus consecuencias son proporcionales a la vulnerabilidad de la población.

La otra problemática social es la pobreza, aunque los gobiernos hacen esfuerzos ingentes para mitigar su impacto social, es indudable que el sistema económico neoliberal en el que están basadas gran parte de las democracias latinoamericanas, predestina a la exclusión social a gran parte de la población ya que en su esencia permite que crezca la brecha entre las clases sociales a nivel de ingresos, al respecto Foschiatti agrega:

Una de las características del aumento de la población y del crecimiento económico es la acumulación de riesgos que aumenta cuando hay desigualdad, empobrecimiento o segregación (ej. acelerado aumento de la población en las ciudades, degradación ambiental, dificultad para acceder a la propiedad de la tierra y a los recursos productivos, mal manejo de los recursos). Ese crecimiento lleva aparejado nuevos riesgos que aumentan cuando hay exclusión y pobreza. Esta última es una de las causas por la cual las personas están propensas a las amenazas y presentan una infraestructura social y productiva insegura y frágil, como así mayor vulnerabilidad a los desastres socio-naturales. Algunas sociedades son conscientes de que el crecimiento aumenta su vulnerabilidad y sus riesgos, de manera que acompañan sus políticas de desarrollo sostenible hacia la reducción de la pobreza.

En conclusión las políticas públicas de los gobiernos latinoamericanos deben seguir sumando esfuerzos en combatir la exposición a la vulnerabilidad de la población desde una mirada interdisciplinaria, integrando de manera holística las lecturas de las ciencias físicas y de las ciencias sociales, teniendo en cuenta los factores que hacen más proclive a un grupo humano que a otro, de igual manera los factores que originan o aumentan las posibilidades de vulnerabilidad de la población. Solo una visión amplia de la vulnerabilidad desde una visión contextual posibilita analizarla desde la perspectiva propuestas por Wilches Chaux: la vulnerabilidad global. Un análisis sesgado imposibilita su comprensión y por lo tanto el atenuar su impacto. Esta visión multidisciplinar debe enfocarse según Cardona y Barbat a tres aspectos fundamentales.

La exposición que es la condición de susceptibilidad que tiene el ser humano de ser afectado por estar en área de influencia de los fenómenos peligrosos o por su fragilidad física ante los mismos. La fragilidad social: se refiere a la predisposición que surge como resultado del nivel de marginalidad y segregación de la población y sus condiciones de desventaja y debilidad relativa por los factores socioeconómicos. La falta de resiliencia expresa las limitaciones de acceso y movilización de recursos de la población. Así mismo la incapacidad de respuesta y sus deficiencias para absorber el impacto.

REFERENCIAS

ARANGO. Iván. El enigma del espíritu moderno. Medellín, Editorial Universidad de Antioquia. 2002. Pág. 158. Ibíd. 162

BARBAY T CARDONA. 2000. Pág. 106. En: Vulnerabilidad y el riesgo desde una visión holística: HYPERLINK http://www.tdx.cat/bitstream/handle/10803/6219/08Capitulo6.PDF;jsessionid=B08F83769DB332E1924ADE6765F31BDD.tdx2?sequence=8. http://www.tdx.cat/bitstream/handle/10803/6219/08Capitulo6.PDF;jsessionid=B08F83769DB332E1924ADE6765F31BDD.tdx2?sequence=8

FOSCHIATTI, Ana. VULNERABILIDAD GLOBAL Y POBREZA. Consideraciones conceptuales En:. HYPERLINK «http://hum.unne.edu.ar/revistas/geoweb/Geo2/archivos/vulglobal.pdf#page=1&zoom=auto,0,800» http://hum.unne.edu.ar/revistas/geoweb/Geo2/archivos/vulglobal.pdf#page=1&zoom=auto,0,800

GARCÌA CANCLINÌ, Néstor. Culturas híbridas. Estrategias para entrar y salir de la Modernidad. México. Grijalbo. 1990

HEIDEGGER M. La época de la imagen del mundo, En: Caminos del bosque. Madrid, Alianza Editorial 1995. Ibid. Pág. 14

WILCHES- CHAUX (1989). En: Vulnerabilidad y el riesgo desde una perspectiva holística.

Escritor: Juan Carlos Cardona Londoño

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