El 10 de septiembre de 2012, después de varios meses de espera, se estrenó la serie televisiva Isabel producida por Diagonal TV para Televisión Española (TVE). En este apasionante drama histórico se recrea la vida de Isabel I de Castilla desde su tierna infancia hasta su coronación pasando por diferentes momentos personales y políticos en la vida de la protagonista que incluyen desde la angustiante enfermedad de su madre hasta las guerras civiles con su hermanastro el rey Enrique IV de Castilla, entre tantos. Esta primera y por el momento única temporada está integrada por trece episodios de una duración individual de un poco más de una hora dentro de la franja del prime time en la televisión española.
hacen uso de las redes sociales (Factbook y Twitter, fundamentalmente) para compartir sus impresiones sobre los episodios pasados y para especular que sucederá en la próxima emisión. El papel de Isabel es interpretado por Michelle Jenner Husson, una actriz barcelonesa multifacética de 26 años que en el 2010 interpretó el papel de Ana de Austria en La princesa de Éboli. Los críticos han cuestionado tanto la interpretación actoral de Michelle como su escaso parecido físico con Isabel.
Si bien es cierto que en las primeras emisiones se nos presentó la imagen de una infanta tímida y dubitativa, difícilmente identificable con el personaje histórico real y mas bien asociadas con las representaciones historiográficas decimonónicas de la infanta, también hay que reconocer que con el transcurrir de los capítulos la interpretación actoral de Michelle se ha perfeccionado bastante al punto de representar las acciones de una joven de carácter pero sin hacernos olvidar que se convirtió en reina de los castellanos aún siendo una niña. A favor de Michelle, debe reconocerse que su actuación representa con claridad las virtudes personales, morales y políticas de Isabel: gran devoción religiosa, estricto control de su persona, honestidad, pudor y magistral capacidad para tomar decisiones. En relación al parecido físico, el terreno está plagado de subjetividades. Si tomamos como fuente la cronística de la época las semejanzas no son tan dispares. De comunal estatura. Bien compuesta. Muy blanca y rubia, los ojos entre verdes y azules, cara hermosa y alegre, mirar gracioso y honesto, las facciones del rostro bien puestas (Pulgar). Ojos garzos, pestañas largas muy alegres dientes menudos y blancos (Flores).
Si nos guiamos por la pintura de la época es cierto que el parecido se vuelve menos evidente. No obstante, es importante resaltar que en general el arte isabelino simboliza un periodo más maduro de la vida de la reina y que a nivel actoral resulta más provechosa una buena actuación que sólo un mero parecido estético que en ocasiones es imposible de subsanar. Si hablamos de un buen trabajo actoral no podemos dejar de mencionar la interpretación que Ginés García Millán hace de Juan Pacheco. El intrigante y ambicioso Marqués de Villena se lleva todos los aplausos del público y es tan odiado por unos como amado por tantos otros. Representante fiel de la alta nobleza levantisca en tiempos de Enrique IV, es el típico villano que nos mantiene expectantes en todo momento. Pablo Derqui, en el papel de Enrique IV, se destaca asimismo en la representación de uno de los reyes más débiles que ha tenido la monarquía castellana y su figura nos recuerda a la imagen de Enrique elaborada por Marañón.
Dejando de lado un poco a los actores, intentaremos responder las preguntas que todo historiador se hace luego de mirar alguna edición de Isabel. ¿Quién es el guionista? ¿Quién hace la asesoría histórica? Los vicios del oficio llevan irremediablemente al planteo de estos cuestionamientos que pueden ser lícitos si son hechos con prudencia pero a la vez pueden caer en el sinsentido si se aplica a una serie televisiva los mismos parámetros que a un trabajo académico. El guión se encargó a un equipo comandado Javier Olivares e integrado por Joan Barbero, Jordi Calafi, Pablo Olivares, Salvador Perpiñá y Anaïs Schaaff.
El Lic. Javier Olivares es egresado de la carrera de Historia en la Universidad Complutense y Magíster en Estética por la Autónoma de Madrid. Además, es también profesor de Guión en el Máster de Producción de la Univesidad Complutense y en la ESCAC de Barcelona. Aunque indagamos bastante, no hemos encontrado publicaciones académicas ni del jefe de guionistas ni de ninguno de los integrantes del equipo. La asesoría histórica ha estado a cargo de Teresa Cunillera, con un registro único en Dialnet del año 1998. J. Olivares asegura en entrevistas que han leído a todos los clásicos (Pérez, Fernández Álvarez, etc) junto con media docena de tesis doctorales de cada uno de los personajes específicos y que los diálogos se basan, en ocasiones, en manuscritos. Creemos que la ausencia de medievalistas de renombre en el equipo de asesoría es una debilidad estructural de la serie que se pone de manifiesto en diferentes episodios.
En ocasiones, vemos que determinados personajes utilizan colores que no son propios de su estamento. Asimismo, en los primeros capítulos se designaba al rey Enrique IV, su mujer y a los infantes Alfonso e Isabel como “Su Majestad”. En realidad, para referirse a los reyes de Castilla durante la Edad Media se utilizaba el vocablo “Su Alteza”. Recién a partir del reinado de Carlos V se manda a que todas las ciudades en las diferentes comunicaciones al monarca se dirijan al mismo con el título de Majestad en vista de su nueva dignidad imperial. A pesar de esto, somos conscientes de que aplicar la rigurosidad académica a una serie televisiva que busca seducir a un público no especializado es caer en un sinsentido ausente de justificativos.
Por último, queremos destacar el aporte valioso de los medios audiovisuales para el aprendizaje de la historia de España en una época globalizada en donde la imagen ha terminado por imponerse por sobre cualquier otra forma de comunicación. El éxito de público de Isabel pone de manifiesto que hay un enorme segmento del mercado interesado en conocer la historia a través de medios no tradicionales.
Escritor: Ezequiel Borgognoni