EL MATONEO ACTUAL: OTRA FORMA DE AGRESIÓN

El matoneo escolar se puede presentar debido a la falta de tolerancia que estamos viviendo en la actualidad; las personas ya no dialogan y todo lo quieren solucionar a los golpes o con agresiones verbales.También es bueno aclarar que el acoso escolar o matoneo no son nuevos, esta problemática ha sucedido desde hace muchos años, incluso  la generación de personas mayores de edad en este momento sufrieron de este flagelo, lo que pasaba en mi opinión es que no se le ponía el mismo interés que se le pone ahora puesto que en la actualidad contamos con mucha más información y muchos más medios tecnológicos en un mundo cada vez más pequeño donde es posible contar lo que está ocurriendo en el lugar y momento exactos, lo que no ocurría hace unas décadas atrás con el agravante de que ahora estos medios tecnológicos son usados para practicar matoneo en algunas ocasiones.

Es importante ponerle atención a est e problema que se presenta en este momento, alertarnos y  caer en cuenta para buscar una solución que pueda ayudar a las personas que se ven perjudicadas por esta situación.Como docente en esta situación debo dejarles muy claro a mis estudiantes desde el comienzo del año escolar, que no se tolera ningún episodio de maltrato físico o psicológico en el aula de clase y mostrarles que el respeto por el otro hace parte de la vida normal y no es algo que este llamado a recoger.

La prevención en mi opinión se hace desde la conciencia  de los alumnos acerca del respeto y la tolerancia hacia las ideas de los demás.  He tenido experiencias en donde las estudiantes tratan de hacer sentir mal a otra compañera por una u otra razón, la forma más eficaz de solución que he encontrado es enseñarle al grupo que deben defender a la persona agredida y no ponerse de parte del agresor, al igual que hacerle entender al agresor respetuosamente que esa no es la forma de actuar para que se de cuenta de lo sucedido.

Pero la responsabilidad no debe ser enfrentada sólo por el docente o por la institución en donde se encuentra la dificultad; esto tiene un trasfondo y se debe ir más allá, indagar en la problemática que rodea al agresor, su entorno y su relación con las personas más cercanas para así ayudarlo puesto que en un caso de matoneo la mayoría de las veces, los agresores sufren también agresión y la solución que encuentran para expulsar su ira reprimida es con la misma violencia que ellos son tratados; puesto que no usan herramientas como el diálogo y la concentración para solucionar conflictos ya que evidentemente ellos no han visto esto en su entorno. Por tal motivo en mi opinión pienso que es de suma importancia que los padres sean involucrados en  la institución para prevenir y tratar los problemas de matoneo cuando estos se presenten, puesto que los padres deben entender la importancia de generar a sus hijos un ambiente en donde el diálogo sea lo más importante para la solución de conflictos.

Mientras esto no se tome en serio por parte de los padres y/o acudientes, nuestra sociedad seguirá presentando la misma problemática, porque lo que se está haciendo es  aliviando el problema con las restricciones que se le hacen al agresor, pero no se está llegando a la raíz del asunto, el problema central que puede ser algo más grave que sucede en la casa y se ve reflejado en la escuela.  Hoy por hoy, toda la responsabilidad es del colegio donde nos encontramos niños abandonados, criados por abuelos con una brecha generacional grandísima, donde no se puede exigir disciplina porque sus nietos no los ven como referentes de esta.

Los padres se han ausentado por distintos motivos como trabajo, viajes o asuntos personales de forma constante o intermitente y le han dejado toda la responsabilidad a los abuelos y estos al colegio, de allí los problemas de los niños y niñas que sufren esta situación, los cuales tienen altos índices de intolerancia, irritabilidad y permanentes conflictos con sus compañeros.Debemos ser conscientes tanto padres como educadores de la importancia que tiene un entorno sano para los estudiantes basado en los principios del respeto primero por sí mismo y luego hacia los demás teniendo en cuenta también la calidad de tiempo que compartimos con nuestros hijos y la consciencia de que son nuestra responsabilidad y no de los demás para así llegar a tener una mejor convivencia libre de actos que afecten la autoestima y el amor propio.

 Autor: Yulieth Ramírez Ramírez.