EL RÍO TUNJUELO DE ESPERANZA DE LA CIUDAD A CLOACA PÚBLICA

El río Tunjuelo nace en el Embalse de Chisacá y desemboca en el río Bogotá, tiene una longitud de 73 kilómetros y en su recorrido cruza las localidades de Tunjuelito, Usme, Ciudad Bolívar, Bosa y Sumapaz constituyéndose por su magnitud en el segundo río de la ciudad. En el siglo XX la intervención humana sobre el río Tunjuelo generó una enorme transformación ambiental que lo llevó de ser la principal esperanza para obtener agua potable a ser una cloaca pública donde son vertidos los desechos domésticos, industriales y mineros del sur de la ciudad. A continuación se hace una descripción de este proceso.

A principios del siglo XX Bogotá enfrentó dos grandes problemas ligados a la provisión de agua potable. El primero fue la existencia de un fuerte problema sanitario debido a la inexistencia de un sistema de alcantarillado que llevó a la contaminación de los ríos San Francisco, San Agustín y San Cristóbal que a su vez eran las principales fuentes del acueducto de la ciudad. El segundo problema fue la falta de cobertura del acueducto, evidencia de esto es que para 1914 solo un 4% de los bogotanos tuvo acceso a este servicio (Osorio, 2008, p. 187).

A principios del siglo XX Bogotá enfrentó dos grandes problemas ligados a la provisión de agua potable. El primero fue la existencia de un fuerte problema sanitario debido a la inexistencia de un sistema de alcantarillado necesidades de los bogotanos. El 5 de agosto de 1929, la Comisión concluyó que la mejor opción era el río Tunjuelo y recomendó crear en su cuenca alta un embalse de 6 1/4 millones de metros cúbicos sobre una hoya de 16.000 hectáreas (Rodríguez, 1997, pp. 257–262), este fue el nacimiento del proyecto político que culminó en la construcción de la Represa La Regadera.

En este momento histórico el río Tunjuelo y la Regadera fueron la principal esperanza de la ciudad para obtener agua potable y por ello en la década de 1930 las autoridades municipales y nacionales invirtieron 14 millones de pesos para llevar a cabo esta obra de infraestructura,  esta cifra resulta desmedida si se considera que en este decenio el presupuesto de Bogotá promediaba los 5 millones de pesos (Osorio, 2008, p. 33). Finalmente, la nueva Represa fue inaugurada el 29 de julio de 1938 en el marco de la celebración de los 400 años de la ciudad (Rodríguez, 1997, p. 299) .

Gracias a La Regadera la cuidad pudo gozar de agua filtrada de la mejor calidad, pero este beneficio no fue constante porque durante los periodos de intenso verano se presentaba una reducción de las reservas de agua y posteriormente el acelerado crecimiento demográfico de Bogotá excedió la capacidad de abastecimiento que podía ofrecer esta represa. Como resultado, en los años siguientes fue necesario construir otras infraestructuras complementarias, entre ellas la Represa del Río Chisacá en la década de 1940, la Represa del Sisga entre 1948 y 1951, el Embalse del Neusa entre 1949 y 1952, la Planta Tibitoc en 1959, el Embalse de Tominé entre 1959 y 1962, el Proyecto Chingaza en las décadas de 1970 y 1980 y el Embalse de San Rafael en 1997 (Jaramillo, 2006, p. 15).

Pese a que la Regadera no logró garantizar el abastecimiento de agua de Bogotá, si tuvo un impacto importante que fue reducir el caudal del río Tunjuelo en la parte media y baja de la cuenca. Como resultado el valle medio del Tunjuelo sufrió un proceso de desecamiento que permitió que se convirtiera en escenario propicio para un proceso de urbanización y que las riberas del río fueran aprovechadas para extracción de materiales de construcción y el asentamiento de industrias (Zambrano, 2004, pp. 86 – 87).

Estos tres procesos tuvieron importantes consecuencias ambientales. En primera medida el proceso de urbanización fue realizado por sectores populares que encontraron en los humedales y riberas del río Tunjuelo tierras con precios accesibles y por ello crearon barrios como Meissen, San Benito, San Carlos, Tunjuelito, México, Nuevo Muzu, El Tunal, San Vicente, Abraham Lincoln etc. Estos barrios generaron amplios problemas en el manejo de las aguas negras y por ello la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá formuló en 1962 el Plan Maestro de Alcantarillado donde  propuso usar las aguas del río Tunjuelo para la construcción de canales recolectores que no diferenciaban las aguas lluvias de las negras. Con ello, en palabras del historiador Julián Osorio el río Tunjuelo se convirtió en la base del alcantarillado del sur de Bogotá (Osorio, 2007, pp. 56–57).

En segunda medida, paralelo al avance de la urbanización se fueron creando establecimientos industriales en la cuenca media del río Tunjuelo. Entre las décadas de 1940 y 1970 se asentaron diversas industrias como frigoríficos, fábricas de aceites y margarinas, manufacturas textiles, siderurgias, metalmecánicas y curtiembres. Estas actividades por vía de los vertimientos industriales contribuyeron al incremento de la contaminación del río Tunjuelo insertando metales pesados como cadmio, plomo mercurio, cobre y níquel (Osorio, 2007, pp. 58).

En tercera medida, desde la década de 1950 mineros artesanales y algunas empresas como Ladrillera Santa Fe, Holcim, Central de Mezclas, Cemex y San Antonio extrajeron  arena, piedra, recebo, gravilla, arcilla y greda de la cuenca del río Tunjuelo. Algunos residuos de estas explotaciones  aumentaron la contaminación del río al causar turbidez y sedimentación (Zambrano, 2004, pp. 86 – 87).

Este  recorrido por la historia del Río Tunjuelo muestra que la acción humana puede generar el deterioro del medio ambiente, pero ello no debe llevar a desconocer que también puede ser generadora de cambios positivos, en este sentido, el reto de los bogotanos del siglo XXI es promover acciones que permitan recuperar el río Tunjuelo para que pueda volver a ser una fuente proveedora de agua potable para la ciudad.

 Bibliografía

Jaramillo, J. M. (2006). Historia institucional de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, EAAB-ESP: 1914 -2003. Colombia: Alcaldía Mayor de Bogotá. Imprenta Distrital. Tomado de: http://www.alcaldiabogota.gov.co/BJV/awdoc.jsp?i=656

Osorio, J. (2007). El río Tunjuelo en la historia de Bogotá 1900-1990. Colombia: Alcaldía Mayor de Bogotá.

Rodríguez, J. C. (1997). El agua en la historia de una ciudad.  Vol. 1. Bogotá: Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá.

Zambrano, F. (2004). Historia de la localidad de Tunjuelito. El poblamiento del valle medio del Río Tunjuelo. Colombia: Alcaldía Mayor de Bogotá. Universidad Nacional de Colombia. Alcaldía Local de Tunjuelito.

 Escritor: Mauricio Alfonso riveros