¿ES POSIBLE JUGAR EN CLASE?

 Uno de los retos que debe afrontar el maestro es el de vencer la apatía del estudiante en el aula, competimos contra las nuevas tecnologías, la televisión, los amigos, los problemas personales, el entorno social y un conglomerado de situaciones que dificultan la enseñanza y el desarrollo de las clases. Por todas estas razones, el docente debe ingeniarse cada día las estrategias que le faciliten el proceso de enseñanza que orienta, ya no es como antes en que el profesor llegaba al salón y daba un discurso de un tema, resolvía preguntas y asignaba una tarea, hoy en día la educación va más allá de eso. Unas de las principales razones que distrae a los estudiantes en clase es el juego y dice un dicho popular “si no puedes contra el enemigo, únete a él”.

Es por esto que el docente de hoy en lugar de batallar contra las distracciones de los jóvenes debe escudriñar en ellas soluciones, si al niño o al joven le gusta jugar, por qué no ponerlo a concursar en un concéntrese, una lotería, un dominó, una carrera de observación, por qué no armar rompecabezas, bailar, hacer trovas, armar parejas y aquí podría emplear varias páginas nombrando juegos que todos conocemos.

Si hacemos de los conceptos, conocimientos y juegos una mezcla divertida, agradable y objetiva, tendremos entonces una receta perfecta para degustar en clase y aprender jugando, esto es lo que llamamos lúdica. Para entender mejor por qué la lúdica facilita el proceso de aprendizaje y por tanto se puede emplear como herramienta para acercar los estudiantes a la apropiación de su proceso de aprendizaje es preciso conocer algunas definiciones de personas que han dedicado años de su vida al estudio de este tema. Rodolfo Llinás médico neurofisiólogo de Bogotá, afirma en uno de sus estudios que el feto desarrolla la sonrisa hacia la semana 18 de gestación, así como juega con sus manos y su cuerpo, satisfaciendo la ansiedad del mundo acuático y solitario de los impulsos instintivos, después empieza a jugar con los sonidos del ambiente intrauterino, así se constituye la primera expresión lúdica e inteligente del ser humano, impulsado por el placer, similar a un estado de trance o meditación.

La lúdica es simplemente una actitud o predisposición humana para que a través del impulso lúdico, podamos darle sentido a la vida y de esta forma acercarnos a la autorrealización de nuestro cuerpo y espíritu Para Piaget el juego es un espacio propicio para potenciar la lógica y la racionalidad, de acuerdo con unos estadios de desarrollo cognitivo. Así el ser humano transcurre su vida en torno a la evocación de esos juegos dentro del vientre de la madre, por eso jugamos con el vaivén de las olas, nos arrullamos en el agua buscando la posición fetal, los columpios, los caballitos, las mecedoras, incluso los juegos eróticos en la vida adulta, buscan recrear aquellos movimientos y sonidos que se han quedado grabados en la mente desde antes de nacer.

Teniendo en cuenta entonces que la vida del ser humano se regocija y evoluciona gracias al goce y al juego, se hace necesario dar la importancia que ésta merece y mucho más que eso, auscultar cuáles son las formas más eficientes de emplearla como instrumento o medio para desarrollar y potencializar en los estudiantes sus competencias y su interés por aprender.

Siendo estudiante en la universidad tomé la asignatura Didáctica de la Música con la expectativa de aprender actividades ingeniosas que incluyeran medios musicales para enseñar la lengua castellana; percibía el disfrute en esa clase. Pero no fue así, por el contrario encontré un ambiente completamente adverso a lo que imaginé: un profesor inmaculado, modelador absoluto del discurso oral, con quien lo que menos tuve fue un acercamiento a la música, la clase se convirtió en un discurso filosófico en torno a la esencia musical.

Afortunadamente no todos los profesores se comportaron así, tuve otras clases en las que siempre los estudiantes presentábamos conocimientos y conceptos a través del juego y todos sin lugar a dudas nos divertíamos y aprendíamos, téngase en cuenta que en el aula había estudiantes desde los 17 años hasta los cincuenta y algo más.

Si los científicos, los neurólogos, psicólogos y otros profesionales han encontrado en sus investigaciones que el juego y la lúdica ejercen tanto impacto positivo en el ser humano cualquiera que sea su edad, entonces se hace necesario que el docente proponga herramientas lúdicas que sean desarrolladas por los estudiantes y en las cuales implique no solo el conocimiento sino también el fortalecimiento de los valores morales, pues es la lúdica un medio valiosísimo que favorece el trabajo en equipo, el liderazgo, la responsabilidad, la organización, la honestidad, entre otros.

Por último, recordemos que la calidad de educación de un país se forja desde el pupitre, si queremos profesionales competitivos, investigadores verdaderos, es necesario replantear la práctica pedagógica actual y no quedarse en el análisis discursivo sino llegar a la ejecución de prácticas novedosas que den cuenta del aprendizaje y no simplemente de la memorización de conceptos; la competitividad del ser humano se mide por lo que sabe hacer con lo que sabe no por lo que retiene a mediano plazo.

Escritor: Adriana María Sabogal Meneses