Espacios epistémicos de larga duración y cultura material en la botánica linneana del siglo XVIII: las Reales Expediciones Botánicas al Nuevo Mundo”

El objetivo central de este trabajo consiste en mostrar una manera en la que podemos caracterizar los espacios epistémicos de la botánica del siglo XVIII, más allá del sistema de clasificación de Linneo. Me interesa hacer ver que los espacios epistémicos de la botánica, cuya presencia podemos localizar en la historiografía crítica de algunas de las Reales Expediciones Botánicas del siglo XVIII, pueden rastrearse hasta el siglo XVI con el trabajo del otrora protomédico de Felipe II, Francisco Hernández. Asimismo, en la medida que sea claro que la expedición de Hernández fue un proyecto anterior y diferente a las políticas de la España Ilustrada de los Borbones, será posible dar cuenta de que los espacios epistémicos de la práctica botánica no se confinaron a un tipo de política imperial, sino que se configuraron alrededor de dos proyectos de Estado diferentes.

En ese sentido, señalaré que la obra de Hernández “Historia de las plantas de la Nueva España”, puede considerarse como el inicio de una tradición científica en materia botánica, la cual modeló significativamente la formación posterior de los valores epistémicos de la botánica del siglo XVIII. Mostraré además que, la implementación del sistema de clasificación botánica de Linneo se diseminó espacial y temporalmente en los proyectos científicos de la España Ilustrada, particularmente a través de la institución del Protomedicato. En el fondo quiero señalar que, en la medida que se identifique una tradición botánica iniciada hacia el siglo XVI con el trabajo de Francisco Hernández, se hará explícito que los valores epistémicos de la botánica del siglo XVIII no provienen exclusivamente de las categorías de género y especie o de la función sexual de las plantas en el sistema de clasificación de Linneo, sino que constituyen un entramado temporal heterogéneo de saberes locales y conocimiento ilustrado, particularmente, una amalgama entre la nomenclatura náhuatl y la nomenclatura binaria latina.

Me interesa articular el trabajo de Mauricio Nieto (2000) con una propuesta sobre la geografía del conocimiento científico, la cual busca dar cuenta, por un lado, de la integración de saberes locales o situados y, por otro, de la distribución geográfica de las prácticas científicas. Tal propuesta concierne al trabajo de Steven Harris (1998) sobre el papel de las corporaciones a larga distancia, esto es, instituciones como el Protomedicato, que pusieron en movimiento el conocimiento científico sobre la flora entre Europa y el Nuevo Mundo. En principio, señalaré la importancia de caracterizar los espacios epistémicos en la historiografía de la ciencia, en virtud de la necesidad de ubicar un saber, dentro de un periodo y una región, con una normatividad epistémica específica. Posteriormente, exploraré la obra del historiador de la ciencia colombiano Mauricio Nieto, “Remedios para el Imperio”, como una de las aportaciones contemporáneas en la historiografía de la ciencia latinoamericana sobre las Reales Expediciones Botánicas, a saber, las expediciones de Hipólito Ruíz y José Pavón al Virreinato del Perú, y la de José Celestino Mutis al Reino de Nueva Granada.

Una consecuencia del trabajo de Nieto que resulta interesante señalar concierne a que, los valores epistémicos de la botánica linneana no pueden caracterizarse al margen de un proyecto de Estado, donde mediaron intereses económicos medicinales y farmacéuticos particulares.Se verá pues que, los espacios epistémicos de la botánica no consistieron en el establecimiento de las categorías filosóficas de género y especie, en relación a la taxonomía de las plantas, sino en una cultura material localizada en inscripciones tales como una nomenclatura binaria y diferentes tipos de ilustraciones. En ese sentido, la propuesta historiográfica de Mauricio Nieto será atinente no sólo a las expediciones de Ruíz y Pavón, y José Celestino Mutis, sino también a la Real Expedición Botánica a la Nueva España, llevada a cabo por Martín de Sessé y José Mariano Mociño. Serán las tres grandes Reales Expediciones Botánicas fomentadas por las reformas borbónicas, el foco de atención del sistema de clasificación linneana.

A través del reconocimiento del Protomedicato como una corporación a larga distancia, la cual gestionó las Reales Expediciones Botánicas al continente americano a través de la figura de Casimiro Gómez Ortega, propongo un paso más allá de la cultura material de las nomenclaturas y las ilustraciones, hacia la caracterización temporal de los espacios epistémicos de la práctica botánica. Siguiendo la propuesta de Harris, queremos sugerir que la institución del Protomedicato nos permite dar cuenta, no sólo de la movilización y circulación de los valores epistémicos heterogéneos de la botánica, en términos de inscripciones materiales como la nomenclatura binaria y las ilustraciones, sino también de su constitución temporal heterogénea a través de una perspectiva de larga duración, que se remonta al trabajo del protomédico español Francisco Hernández sobre las plantas de la Nueva España, y en particular, a la nomenclatura toponímica náhuatl.

Escritor: Radamés Villagómez Reséndiz