Muchos psicólogos se han dedicado a estudiar el desarrollo infantil en diversos aspectos, entre ellos Sigmund Freud, el cual es uno de los psicólogos más influyentes de los últimos siglos, ya que ha hecho mucho por la educación, y se ha encargado de estudiar entre muchos otros temas el desarrollo psicosexual infantil, el cual dijo que estaba dividido en diversas etapas, como son la etapa oral, anal, fálica, latencia y genital y cada etapa cuenta con una zona erógena diferente, es decir, una parte del cuerpo que posee una gran sensibilidad y produce placer. La primera etapa de la cual habla Sigmund Freud es la etapa oral, la cual va de los cero al primer año de vida, y su zona erógena es la boca, y por tal razón, los niños y las niñas a esta edad se llevan tanto sus partes del cuerpo como diversos objetos a la boca.
Pero hay que tener muy presente, que si las personas no pasan adecuadamente por esta etapa, es decir, son cohibidas, reprimidas o regañadas por realizar esta actividad, al ser adultas se chuparan el dedo, lápices, lapiceros, fumarán, entre otras actividades, ya que encontrarán el placer que cuando infantes les fue arrebatado. Después de culminada la etapa oral, sigue la etapa anal, la cual va de los dos a los tres años de edad, y consiste en que los menores sienten placer al retener y al realizar la eliminación intestinal y urinaria, y si esta etapa no se desarrolla adecuadamente pueden llegar a ser personas obsesivas con la organización y la pulcritud.
Luego que el menor ha pasado la etapa anal, pasa a la etapa fálica, la cual va de los cuatro a los seis años de edad. En esta etapa aparece el complejo de Edipo en los niños, que consiste en que los niños se enamoran de su madre y no quieren que el padre esté al lado de ésta, ya que la quiere sólo para él. Y en las niñas aparece el complejo de Electra, que es lo opuesto al complejo de Edipo, y es cuando las niñas se enamoran de su padre, sienten celos de su madre y no quieren que ésta se les acerque.
Cuando los niños y las niñas pasan por esta etapa, el padre rechazado debe de poner límites, hacerse respetar, y enseñarle a su hijo ó hija que el otro padre no le pertenece y no es dueño de él, ya que éste tiene una pareja. A continuación sigue la etapa de latencia, la cual dura de los siete a los diez años de edad. Ésta es una etapa de calma y tranquilidad, ya que tanto los niños como las niñas están centrados en su parte académica y en sus amistades, no se preocupan en conseguir una pareja estable, y predomina la ternura sobre los deseos sexuales.
Por último, está la etapa genital, que va desde los once años y dura toda la vida, su zona erógena son los genitales, se siente atracción por otras personas y los deseos sexuales son demasiado intensos para reprimirlos completamente. Pero hay que tener muy en cuenta, que hay que dejar pasar a los niños y las niñas por cada una de estas etapas adecuadamente, porque sino es así, se afectará la vida futura y un adecuado desarrollo psicosexual.
Por lo tanto, cuando se tenga un niño o una niña pequeña en casa, no los regañen si se chupa el dedo, todo se lo lleva a la boca o no se quiere parar de la bacinilla, ténganles paciencia y compréndanlos, que ustedes también pasaron por esas etapas, y el mejor regalo que les pueden hacer tanto a los niños como a las niñas es acompañarlos y saberlos guiar adecuadamente, para que en un futuro no vayan a tener inconvenientes ni problemas en su desarrollo psicosexual.
Escritor: Carla Cristina Henao Giraldo