EVALUACION DEL CUMPLIMIENTO DEL MANEJO DE RESIDUOS ORGANICOS E INORGANICOS E IMPLEMENTACION DE BUENAS PRACTICAS PECUARIAS EN VIAS DEL PROCESO DE CERTIFICACION DE UNA EMPRESA PORCICOLA – 2 parte –

Durante los últimos 15 años, el sector porcícola ha realizado un importante esfuerzo para el desarrollo de la productividad de esta industria, buscando mejorar la competitividad en la cadena productiva con miras a fortalecer su participación en el mercado interno y crear opciones en el mercado externo de proteína animal. Esto se ha visto reflejado en los avances en la tecnificación de las explotaciones porcícolas y en el mejoramiento de los parámetros productivos, dando como resultado un producto de excelente calidad: una carne de cerdo con alta proporción de magro y las mejores propiedades nutricionales.

En cuanto a la distribución regional de la producción porcícola, existen cuatro regiones principales que concentran el 81% de la producción de carne de cerdo nacional: Antioquia, Cundinamarca, Valle del Cauca y el Eje Cafetero.

Durante los últimos cinco años, el consumo per cápita de carne de cerdo en Colombia ha estado alrededor de los 3 Kg persona/año. A esta cifra tenemos que añadir la producción de cerdos de economía campesina, cuyo destino principal es el autoconsumo y la distribución a nivel local, en regiones de la periferia del país o con menor desarrollo. Este consumo se estima actualmente en otros 3 Kg per cápita. Sin embargo, es importante resaltar el gran potencial de expansión que aún posee este sector en nuestro país, ya que el promedio de consumo de carne de cerdo a nivel mundial es de 16 Kg persona/año.

Se estima que la producción diaria de excretas porcinas es de 65 kg por cada 1 000 kg de peso vivo. Por lo tanto, en tanto mayor sea el número de animales en una granja y el peso promedio de los mismos, la producción de excretas será mayor. Además, los cerdos en crecimiento solamente utilizan entre el 30 y el 35 % del nitrógeno y fósforo ingerido eliminando el remanente a través de las excretas (Cuadro 1).[1]

 

Análisis químicos de las excretas porcinas han demostrado que estas poseen virtualmente todos los nutrientes que requieren las plantas para su crecimiento y desarrollo, y representan un recurso valioso que puede reemplazar insumos costosos en la producción de forrajes y otro tipo de cultivos. [2]Un cerdo en engorda (de 25 a 95 kg), consume cerca de 4.6 kg de N, 1.18 kg de P y 1.5 kg de K, y excreta alrededor de 3.2, 0.825 y 1.03 kg de N, P y K, respectivamente[3]. El valor de estos nutrimentos como fertilizante en una granja que engorde 1,000 cerdos al año representa más de 4150.00 dólares. Además de N, P y K, las excretas contienen otros nutrimentos como Ca, Mg, S, Fe, Zn, B, Mo, Cu y Mn, que se adicionan a la dieta de los animales y que al ser excretados pueden ser una fuente importante de algunos de estos nutrientes para las plantas en suelos con deficiencias en dichos elementos. Sin embargo, no todos los nutrientes están disponibles para las plantas, ya que algunos se encuentran asociados con la materia orgánica y son liberados solamente cuando los elementos contenidos en la materia orgánica se mineralizan.[4]

A nivel mundial, nacional y regional se han formulado directrices sobre como el productor debe garantizar la inocuidad y la calidad de los diferentes productos obtenidos a partir del trabajo en el sector agroalimentario con destino a las cadenas de mercado y/o al consumidor final. Recomendaciones técnicas se han consolidado en documentos como Buenas Prácticas Agropecuarias (BPA), documentos comerciales como Medidas Sanitarias y Fitosanitarias (MSF), los cuales se han expedido por recomendación de la organización Mundial del Comercio, y mediante acompañamientos técnicos directos en la labor cotidiana, buscan la Certificación del trabajo rural en cuanto a sus componentes socio-económico, administrativos y ecológicos. No obstante, el hecho real es que su aplicación en diversas regiones ha sido ineficiente.

El objetivo perseguido con estas medidas es encaminar a las diferentes regiones del departamento y del país, en ciudades y veredas a llevar un proceso de educación-acción ambiental y sanitaria, que contribuya a guiar a cada uno de los productores hacia mejores condiciones de competitividad, compartida desde las pequeñas empresas familiares de autoconsumo, hasta la explotación más tecnificada. Todo esto debe realizarse con el propósito final de minimizar el impacto negativo del tratamiento inadecuado de los desechos porcinos hacia la comunidad en general, y además generar conciencia de producción bajo los preceptos ecológicos.

Para el logro del anterior propósito La Corporación Regional del Cauca en el marco del convenio 341 con el Ministerio del Medio Ambiente y en el que aportan información técnica, estamentos oficiales del orden nacional como el Instituto Colombiano Agropecuario y (INVIMA), tomando como referencia la documentación (CONPES) realiza este acuerdo para implementar (PIVC) en el sector porcícola que prevenga el impacto negativo de esta labor sobre el agua, suelo, aire, fauna y flora.[5]



[1] JONGBLOED, A.W. and LENIS, N.P… Alteration of nutrition as a means to reduce environmental pollution by pigs. Livest. Prod. Sci. 31: 75 – 94. 1992

[2] MUELLER, J.P., ZUBLENA, J.P., POORE, M.H., BARKER, J.C. and GREEN Jr., J.T. Managing pasture and hay fields. Receiving nutrients from anaerobic swine waste lagoons. North Caroline Cooperative Extension Service. N.C.S.U. 21 p. 1994

 

[3] NRC National Research Council. Nutrient Requirements of Swine. Seventh Revised Ed. National Academy Press. Washington DC. 258 p. 1998

[4] AP DEWII.. The use of animal waste as a crop fertilizer. In. Ap Dewi, I.; Axford, R.F.E.; Fayez, I.; Marai, M.; Omed, H. (Ed) Pollution in livestock production systems. CAB International, UK. pp 309 – 332. 1994

[5] Ley General Ambiental de Colombia. www.oas.org/dsd/fida/laws/legislation/…/colombia_99-93.doc

Autor:

ANDRE CASTILLA GUTIERREZ