Fenómenos Acústicos en las Ruinas Mayas de Chichén Itzá

¿Casualidad o intención? Es ésta una pregunta que quedará sin respuesta certera cuando nos preguntamos si los fenómenos acústicos de Chichén Itzá han sido un diseño intencionado de sus constructores o simplemente la casualidad natural de las dimensiones de los magníficos templos que hoy se yerguen en ésta ciudad prehispánica.

Son dos los monumentos que más impresionan por sus fenómenos acústicos en ésta ciudad prehispánica: el Gran Juego de Pelota y la pirámide de Kukulcán que además de sus propiedades acústicas es el escenario de uno de los espectáculos más vistosos que ocurre durante el equinoccio de primavera y el solsticio de invierno, en que por su construcción y orientación un juego de luces asemeja el descenso del Dios Kukulcán, marcando así un fenómeno que para una cultura que centraba su producción de alimentos en sembradíos de temporada era el parteaguas y el indicador para eventos tan importantes como el inicio de la siembra que daría de comer a la nación.

Así, uno de los 2 fenómenos acústicos que ocurren en la pirámide es lo que equivaldría presumiblemente a un altavoz antiguo, y es que al estar de pie en la parte alta de la pirámide, la voz de un locutor se ve magnificada gracias a la estructura que corona la pirámide y que presumiblemente tendría el fin práctico de que durante las ceremonias, algún sacerdote o gobernante pudieran pronunciar un discurso y sería escuchado por los concurrentes reunidos al pie de la construcción.

El segundo fenómeno acústico que ocurre en ésta pirámide es un efecto que se produce en una gran cantidad de lugares con escalinatas, pues es el producto de la reflexión sucesiva de la onda sonora incidente en los diferentes desniveles de la construcción. Un simple aplauso bastará para comprobar el fenómeno en que ésta fuente original se escucha repetida y entrecortada en una especie de sonido de sonaja que con algún membranófono ceremonial pudo haber sido parte de uno de los efectos de sonido de las ceremonias anuales de bienvenida a Kukulcán, complementando el juego de luces tan impresionante que se forma cada año y que cientos de turistas acuden a presenciar hoy día.

Las especulaciones acerca de la intencionalidad de éstos y otros fenómenos que ocurren en edificaciones prehispánicas no dejarán de ser meras suposiciones, pues las fuentes históricas más antiguas a que tenemos acceso hoy día datan de la era novo hispánica, mientras que las fuentes prehispánicas son en algunos casos indescifrables, pues a lo largo del tiempo se perdió gran parte del conocimiento que hubiese servido para su comprensión, sin contar el marginamiento y en algunos casos hasta las torturas de que fueron objeto los eruditos prehispánicos y que terminaron por extinguir su saber.

Sólo nos quedan las interpretaciones de los códices que en el mundo moderno están sujetas a suposiciones influenciadas por la tendencia de quien las traduzca, que además están rodeadas de un sincretismo propio de la cultura maya y en general todas las culturas prehispánicas que claramente tenían una cosmovisión del mundo muy distinta a nuestra moderna concepción de las cosas.