FISIOTERAPIA BASADA EN LA EVIDENCIA

Los fisioterapeutas, como muchos otros profesionales de la salud que habitualmente atiende pacientes en las consultas, tienen como objetivo o finalidad ofrecer la mejor atención y tratamiento a su problema.

Generalmente, en el proceso de razonamiento clínico, buscando «la mejor respuesta» a la multitud de dudas que  plantean los conocimientos acumulados de la experiencia clínica, experiencias pasadas o similares, incluso consultar el caso con otros compañeros profesionales o con los libros de texto para buscar información que nos sea ​​útil.

Sin embargo, además de la ética profesional que impulsa a la búsqueda de la mejor respuesta, ésta debe estar impulsada también por el componente crítico, riguroso y científico. Es por ello que nos centraremos en conocer o ampliar un término ya escuchado: «Medicina basada en la evidencia» (MBE).

Las bases filosóficas de la MBE las encontramos en Francia, a mediados del siglo XIX, por parte de Pierre C. Alexander Louis, Bichot y Magendie1, aunque es en la actualidad cuando este concepto tiene cada vez más relevancia en el sector sanitario, del cual los fisioterapeutas forman parte.

Este movimiento se fundamenta en que los médicos, en su práctica asistencial, no deben basarse exclusivamente en la experiencia personal en la toma de decisiones ante determinadas circunstancias, sino que esta práctica debe fundamentarse en los resultados de las investigaciones que muestren efectos en términos cuantificables.

El MBE se define como: «la utilización sensata, con juicio y explícita de las mejores pruebas disponibles, en la toma de decisiones en la atención a los pacientes «[1] y tiene el objetivo de optimizar los procesos de manera que se puedan obtener en el menor tiempo y esfuerzo posible las respuestas de más confianza a preguntas específicas planteadas.

Para un conocimiento más amplio de la MBE, se debe destacar que la palabra evidencia inicialmente no poseía en castellano el significado de prueba o indicio, que tiene el evidence (en inglés), pero hoy el TERMCAT admite hablar de evidencia científica y medicina basada en la evidencia.

La medicina basada en pruebas conlleva un proceso de autoaprendizaje y una continua búsqueda y actualización por parte del profesional. Si bien todos los profesionales conocen que las decisiones en la práctica con los pacientes deben estar basadas en la evidencia, como se practica la MBE? ¿Cómo se traslada la mejor evidencia a la individualidad de cada paciente?

La práctica clínica basada en la evidencia es un proceso para la toma de decisiones en el que se tienen en cuenta las mejores evidencias encontradas así como las expectativas, objetivos o preferencias del paciente, para encontrar la opción mejor o más adecuada para cada paciente. La práctica de la medicina basada en pruebas requiere cuatro pasos bien definidos, estructurados y consecutivos:

1) Elaboración de una manera precisa de una pregunta a partir del problema clínico que presenta el paciente. Es quizás una de las partes más importantes de la práctica de la MBE, dado que una pregunta bien diseñada llevará a plantear las estrategias de búsqueda adecuadas, utilizando las palabras clave.

De la precisión con la que la formulamos dependerá la facilidad y rapidez con la se encuentre la respuestas. Toda pregunta debe tener unos componentes bien definidos: P (población de estudio), I (intervención), C (comparación)y O (resultados).

2) Localizar las pruebas disponibles en la literatura. Para ello disponemos de diferentes bases de datos que dan acceso a esta información que resuelve nuestra pregunta de investigación. Concretamente, es de gran importancia apara los fisioterapeutas conocer bases de datos como MEDLINE, a la que podemos acceder a través de PubMed, y la Biblioteca Cochrane; esta última fuente de información es de gran ayuda para todos los profesionales de la sanidad españoles ya que contiene un gran número de revisiones sistemáticas traducidas al castellano.

Otra base de datos importante para los fisioterapeutas es Pedro. Pedro es una base de datos sobre fisioterapia basada en la evidencia, creada por el Centro de Fisioterapia Basada en la Evidencia del George Institute for Global Health. También es interesante saber que Pedro dispone de su versión traducida al castellano, lo que nos facilita su acceso y manejo.

Como base de datos específica también de fisioterapia basada en la evidencia está el Centre for Evidence Based Physiotherapy (CEBP). Otras fuentes útiles son también REAHBDATA, EMBASE u otras bases de datos donde se puede acceder a guías de práctica clínica como la National Guideline Clearinghouse (NGC).

3) Evaluación crítica de las pruebas halladas para determinar su validez, que nos sirvan para resolver las dudas propuestas y su utilidad, es decir, su aplicabilidad en la práctica clínica. Es un apartado clave, ya que existe una gran cantidad de información a la que podemos tener acceso, pero en numerosas ocasiones estos documentos no reúnen las condiciones metodológicas suficientes para considerarlos de calidad.

De esta forma es necesario que estemos formados para poder realizar una lectura crítica de la literatura en nuestro campo. Desafortunadamente, hasta ahora, en la formación del fisioterapeuta no se contemplaba esta formación, no obstante, con la implantación del nuevo plan de estudios, tener herramientas para elaborar una lectura crítica es una de las competencias del fisioterapeuta.

4) Aplicación de las conclusiones de esta evaluación a la práctica. Este último punto se basa en el aprovechamiento máximo de la información extraída de la lectura crítica en beneficio de nuestros pacientes y en nuestro propio. Para esto es necesaria o imprescindible la experiencia clínica, para poder valorar los riesgos y los beneficios, así como contemplarlas expectativas y preferencias del paciente.



[1] Instituto Argentino de Medicina Basada en las evidencias. En pos de una modalidad moderna en la asistencia médica: Medicina Basada en evidencias

Autor: Manuel Rozalen