FISIOTERAPIA Y ENFERMEDAD CRÓNICA – 2 parte –

a. Atención de las primeras necesidades: una vez diagnosticada la enfermedad sería conveniente acceder fácilmente a la fisioterapia para iniciar una valoración y tratamiento de los problemas detectados (muy habitualmente relacionados con el control del dolor y la incapacidad para las actividades habituales que la persona desarrollaba) y control de sus complicaciones.

Hay que informar al paciente en todo momento para compartir las decisiones sanitarias del proceso de atención en fisioterapia. Habitualmente el fisioterapeuta suele ser uno de los profesionales con los que más tiempo pasará la persona diagnosticada de una enfermedad crónica cuando ésta empiece a limitar las sus actividades de la vida diaria. Por esta razón hay que ser sensibles con el que supone padecer una enfermedad crónica. Hay que tener empatía en aquellos aspectos psicológicos, emocionales y sociales relacionados con las enfermedades crónicas y por eso hay una preparación adecuada.

b. Prescripción de ejercicio físico: Dado que uno de los factores de riesgo es la
inactividad física es necesario que el papel de la fisioterapia sea relevante cuando atendemos personas con una patología de base que requiera de una prescripción de ejercicio físico adecuado a su patología. En esta línea ya han puesto en marcha proyectos de prescripción de ejercicio físico desde los CAPS pero hay un seguimiento adecuado y una prescripción individualizada para cada persona y sobre todo un personal sanitario adecuado para la valoración y realización del ejercicio, en este caso el de un fisioterapeuta.
c. Autocuidado: Este es un aspecto esencial en las enfermedades crónicas. Desde
de la fisioterapia se trabaja para activar hábitos de vida que hasta ahora no estaban integrados en la práctica habitual de la persona. Para que se mantengan estos cambios hay que poder responsabilizar a la persona en el proceso de la rehabilitación, haciéndolo activo desde un inicio y acercando la fisioterapia a lo largo de la evolución de la enfermedad (Effinger, 2008; Haas, 2005). La integración de la fisioterapia en las nuevas tecnologías de comunicación sanitaria interactiva puede ayudar a ofrecer la atención y tratamiento aún estando en casa, favoreciendo así una mejor atención fisioterapéutica (Murray, 2008).

d. Educación sanitaria: es importante cuando nos enfrentamos ante un proceso de
enfermedad que se prolongará en el tiempo informar y ofrecer pautas de actuación de
fisioterapia para controlar los síntomas que se vayan desarrollando y
manteniendo aquellos que se han detectado para evitar un mayor desarrollo de los mismos.

Igualmente es fundamental el papel de los familiares en todo el proceso de la enfermedad, ya que una enfermedad crónica afecta al enfermo pero familiar la sufre. Por esta razón, es necesario integrar al familiar en el proceso de rehabilitación y ofrecer también pautas desde la fisioterapia.
e. Mantenimiento de la fragilidad: La persona con una patología crónica
presenta mayor fragilidad ya que a menudo es una persona que tiene otras
patologías (pluripatología), con lo cual tomará varios fármacos habitualmente. Si además le añadimos que generalmente suele ser una persona de edad avanzada, hay que tener en cuenta que el equilibrio de sus sistemas es más frágil y es más fácil que se descompense respecto otras poblaciones más jóvenes.

Por esta razón, es necesaria una mayor detección desde la fisioterapia de los riesgos que pueda presentar, información y atención más directa para evitar la descompensación con la consecuente espiral de mayor dependencia.

f. Mantenimiento de la calidad de vida y del estado funcional: En la mayoría
de las enfermedades crónicas es necesario dirigir una especial atención en mantener
máximo tiempo posible la autonomía en las actividades de la vida diaria. Este es un aspecto muy relacionado con la calidad de vida de las personas afectadas de enfermedades crónicas ya que habitualmente se ven afectados aspectos muchos básicos que a través de la fisioterapia pueden mantener o mejorar (control del dolor, reeducación para las actividades de la vida diaria, reentrenamiento al esfuerzo o movilidad…).

 

Por esta razón es necesaria una especial aproximación de la fisioterapia incluso en el domicilio, donde la persona se encuentra en su espacio propio y donde se pueden desencadenar los problemas para realizar aquellas actividades que en un entorno sanitario han iniciado.
g. Trabajo multidisciplinario: La afectación de las diferentes áreas de la persona
en las enfermedades crónicas requiere que el trabajo del fisioterapeuta se integre
en una atención integral y global, trabajando conjuntamente con otras profesionales. La necesidad de atención a menudo y constante que requiere la persona con una enfermedad crónica hace necesaria una red de atención sanitaria integrada entre todos los profesionales que velan por su salud.
h. La investigación: el papel de la fisioterapia en la investigación para el tratamiento
de las enfermedades crónicas cada vez está más presente, sobre todo en lo que respecta
a su tratamiento en los enfermos cardiorrespiratorios, personas mayores, personas con
lumbalgias crónicas, dolor crónico y fibromialgia, procesos reumatológicos, enfermedades neurológicas, etc .

Aún hay que avanzar más en esta dirección ya que seguramente el fisioterapeuta puede tener un papel más relevante que hasta ahora ha tenido en la investigación.

Autor: Manuel Rozalen