El término fitness ganó espacio rápidamente en nuestro vocabulario, no sólo a nivel científico sino también en lo que concierne a su utilización cotidiana. La traducción castellana de la palabra inglesa fitness es “condición física” (o “estado físico”). “Condición física” es un conjunto de atributos que las personas tienen o adquieren, relacionados con la capacidad para desempeñar actividades físicas (Casperson, Powell & Christenson, 1985).
Por otra parte, la tendencia actual es la introducción del concepto de wellness (palabra inglesa que puede ser traducida como “bienestar”), que incluye servicios que proporcionan fluidez de mente y espíritu, tales como yoga, pilates, tai-chi y entrenamiento personalizado. Según Saba (2001), los profesionales que trabajan con el movimiento humano no se pueden restringir sólo a la dimensión biológica-motora, sino que deben entender este trabajo como una forma de expresión de la cultura del individuo que realiza la actividad deportiva, humanizándolo. De acuerdo al mismo autor, la armonía del comportamiento, individual y colectivo, en cada actividad, en cada actitud, guiada por sentidos éticos, de salud y de felicidad, puede ser resumida en un solo concepto: wellness.
Autor: María Soledad Cobian