Habilidades conversacionales en la práctica docente

Te has puesto a pensar ¿por qué a veces los alumnos no siguen las instrucciones que el profesor les da?, ¿por qué los alumnos piensan que algunas clases son aburridas?, ¿es necesario recurrir al regaño o castigo para que los alumnos atiendan al maestro?, ¿por qué son tan rebeldes los alumnos?; con frecuencia cuando se intenta responder a estos cuestionamientos se considera que el alumno es el responsable de que las cosas no salgan como se han planeado, lo cual no es cierto del todo.

El docente es el responsable directo de generar los ambientes de aprendizaje que permitan el desarrollo de las competencias académicas en los alumnos, estos ambientes no solo incluyen las actividades de índole académico, sino también aquellas que promuevan el fortalecimiento de valores y actitudes, esta función va más allá de impartir una clase, diseñar un buen ejercicio o asignar una calificación; se requiere que el Docente establezca con sus alumnos contacto directo, preciso y concreto que le permita tener el control absoluto del proceso, conducir de manera asertiva al alumno hacia el logro de objetivos, establecer canales de comunicación bidireccional que faciliten los procesos y sobre todo que impacten y generen de manera profunda un cambio en el alumno. Los docentes requieren desarrollar lo que se ha llamado habilidades conversacionales, ser capaces de establecer contacto estrecho y profundo con su interlocutor, en este caso con el alumno. Se dice que una persona es competente en comunicación si cuenta con las siguientes habilidades:

I. USO DE UN LENGUAJE TRANSFORMACIONAL: mediante el uso de palabras que generen alto impacto en los alumnos. ¿Recuerdas algún maestro que es tan reconocido que sus palabras son ley Algunas recomendaciones: Utiliza frases que generen reflexión en los alumnos. Evita emitir juicios de valor, no juzgues al alumno, recuerda que se encuentra en proceso de formación. Ante un conflicto personal del alumno, habla cuando te permita opinar, y permanece en silencio cuando esté en crisis. Evita prometer, lo que no se podrá cumplir.

II. ESCUCHAR PROFUNDAMENTE: implica accionar todos los sentidos en un momento o situación particular, con el objeto de captar de manera precisa el mensaje recibido, va más allá de la simple captación de sonidos, requiere un alto grado de atención hacia el alumno, escuchar lo que dice con palabras, leer su cuerpo, identificar sus emociones y reconocer sus necesidades. Algunas recomendaciones: Habla con el alumno de lo que a él le interesa. Dirige tu mirada a sus ojos Elimina cualquier barrera mental, sólo piensa en lo que el alumno te dice.

III. EXPLORAR LAS NECESIDADES DEL ALUMNO: reconocer al otro como individuo sensible y en proceso de formación, identificar sus gustos, emociones, temores, expectativas, requerimientos emocionales y sobre todo hacer uso de los procesos empáticos el profundidad.Algunas recomendaciones: etc Ejercita tus habilidades de observación, esto permitirá leer el lenguaje no verbal del alumno. Recuerda cuando tenías su edad, lo que pensabas, lo que sentías y adecua tu lenguaje de acuerdo al momento.

IV. ARMONIZAR CON EL ALUMNO: entrar en sintonía en lo verbal y en lo corporal, establecer un lazo de comunicación donde las barreras sean eliminadas por medio de la palabra, la congruencia del docente es factor fundamental. Algunas recomendaciones: esto además de facilitar la comunicación, permitirá que tus palabras impacten profundamente y sean transformadoras. A continuación una lista de opciones de acuerdo a cada estilo:

MENSAJE VISUAL AUDITIVO KINESTÉSICO
Le comprendo
“Ya veo lo que quiere decir”

“Le escucho, prosiga”

“Capto lo que usted dice”

Quiero comunicarle una cosa

“Quiero que le de una ojeada a esto”

“Quiero decir esto bien alto y claro”

“Quiero que se haga cargo de esto”

¿Comprende lo que quiero decir?

“¿Tiene una imagen bien clara?”

“¿Le suena lo que se ha dicho aquí?”

“¿Cómo siente este argumento?”
Sé que es cierto

“Lo sé, sin sombra de duda”

“Esa información es correcta, palabra por palabra”

“Es una información sólida”

No estoy seguro de esto

“No lo veo claro”

“No me suena”

“Me parece que no le sigo”

No me gusta lo que está haciendo

“No lo veo

“Esto me suena mal”

“Esto me choca”

La propuesta es buena

“Es una bella propuesta”

“Es una propuesta armoniosa”

“Es una propuesta calidad y tranquila”

V. COMPROMISO CON LA LABOR FORMADORA: tener consciencia de la labor formadora que tiene el docente, ya que sus acciones u omisiones puede cambiar la vida de un alumno, fortalecer su persona e inclusive dañarle por el resto de su vida. Algunas recomendaciones: Recuerda que la labor formadora, no sólo involucra lo académico, también incluye la formación del ser. Nuestros actos como docente tienen un impacto positivo o negativo en el alumno. Nuestras acciones marcan la vida de los alumnos. Tener vocación docente implica tener compromiso con la formación de los alumnos. Recuerda que con el lenguaje generamos y coordinamos acciones, de la manera como interactúes con los alumnos, será la calidad de tus relaciones con ellos.

Escritor: María Isabel Bautista Flores