Una de las cosas que más me detengo a pensar es cuál es el futuro que nos espera con el tipo de jóvenes que estamos formando en nuestras escuelas, y criando en estas familias cada vez con menos forma; Vemos así como la instituciones tienen cada vez menos autoridad y menos relevancia así se sea al momento de elegir algo consiente, pues es bastante obvio tienen todas las de perder, porque tienen que competir contra Hipsters, otakus, xbox one, barra bravas, one direction, instagram, Samsung galaxy S4 zoom, XGames, el gran hermano que ayudo a criar a esta generación el señor facebook y hasta el club Penguin tiene más valor para los más pequeños, a lo que le dicen en la clase de ética.
Porque muchas veces todos estos elementos tienen más empatía con sus ideales y parecerían que van hacia el mismo lugar, lo que no sucede con la academia, a la cual por su metodología letárgica y que por más capacitaciones en tic’s que tengan en estas instituciones, en este momento más que nunca se está mostrando como un lugar estático y anacrónico a la voz de ellos mismos.
Este siguiente elemento, “la familia” el cual debería no ser el segundo a analizar si no el central de todo este artículo, a mis ojos aparece como el principal actor dentro de la escena a construir “ Hay esperanzas con el camino que están eligiendo nuestros jóvenes”; pues como núcleo de la sociedad está fracasando, tanto así que Colombia repunta como uno de los países con menos matrimonios en personas de 30 años, aparece con un porcentaje muy por debajo de los matrimonios a los que se contraen en Chile o España; haciendo una pequeña inferencia nuestras actuales y futuras generaciones de jóvenes están creciendo bajo figuras distorsionadas o poco visibles, a las cuales se les pretende llamar familia y que comúnmente pero de forma acertada se le agregó el nombre de hogares disfuncionales; en donde los jóvenes sin un claro modelo de autoridad y sin brújula frente a lo correcto.
Empiezan a moverse plazca su intereses, como imagen que podemos tener para aclarar este panorama, tomo por ejemplo cualquiera de las redes sociales que ya parecen tener perfil de casting para cualquier emporio xxx.com, se visualizan filas de jóvenes, en posees que ni un faquir hindú podría lograr, que ni Giovanni Boccaccio en su Decamerón pudo haberse imaginado, todo esto lo logran puerta cerrada sabiendo que su “adulto responsable” nunca va a tener la determinación de por lo menos informarse de lo que sucede con el infante, pero si son una pieza útil como representación filial adulta para solventar de lejos aquellos gustos materiales que muchas veces son vanos y pocos sanos, los jóvenes al ver estos valores agregados que exponen sus padres los cuales la mayoría de las oportunidades ni siquiera se comunican entre ellos, elige por el mejor ejemplar, el más manso a sus exigencias pero con más cariño monetario por demostrar, menoscabando cada vez más esa insana relación que tienen sus progenitores.
Aunque pareciera que las cosas van a estar bastante nefastas entre lo dicho y lo innombrable al mejor estilo del señor Voldemort en la saga de Harry Potter, esta anorexia, cyberbulling o la fatídica moda de los carruseles sexuales y otras que me pesa hasta el alma nombrar (ola k ase), creo que hay un destello de esperanza que podría lograr un cambio verdadero desde ahora.
Este destello de esperanza en los jóvenes solo viene de la mano de aquellas actitudes, valores o competencias que llegaron y nacieron con ellos, y como todo lo que poseen no es mal puro, es verdad que hay varias cosas que se pueden valorar, donde son estas capacidades sus mayores ventajas frente a un futuro incierto; comencemos por la tecnología a la que muchos atacan, otros vanaglorian, los chicos solo la ven como una herramienta, por tal razón la manejan a nivel de hacker a muy temprana edad, aprovechándola para coger atajos (wikipedia), hacer amigos (redes sociales), crear mundos(juegos online), ser otros (Nick names), sumándole a las ventajas que solo se lograron con la tecnología del internet es que mientras la generación que creció con la televisión y la radio se limitaban a ver y escuchar lo que les arrojaran los monopolios mediáticos, ellos no desarrollaron un nivel mínimo de opinión, mucho menos de criticidad, y en última instancia su palabra e ideas en pocas ocasiones se escucharon más allá de sus círculos más cercanos, eso era solo para eruditos o catedráticos.
La opinión sumado al derecho a la información de base de la democracia, así sea con un simple like se está creando el valor de hacerse sentir su voz y voto en algo que ya no le arrogan unilateralmente sino que el sigue y acompaña temas de su mayor interés, donde este poder de elegir los está inclinando hacia expresiones muy interesantes que pueden ser muy sanas que tiempos atrás no se veían, como ambientalistas, veganos, arte urbano, mochileros, los mismos otakus o frikis; al observar estas nuevas filosofías, lo primero que sale a flote es que la mayoría de jóvenes poseen una característica que los ayuda a realizar lo que se propongan, ver y hacer sus proyectos, esa determinación a nivel obstinación podría en algún momento ser la piedra angular que nos ayude a cambiar todo este cuento llamado planeta.
Como no hay ninguna pitonisa que no ayude a vaticinar ¿Cómo nos vamos a comportar?, ¿Qué va suceder con los futuros adultos que son la base de la sociedad? Solo se debe comprender que un joven es como un trípode que donde falte o este dañado uno de sus soportes (hogar, familia y sociedad), este se caerá y no se mantendrá de la mejor manera … .
Alexander Márquez Acevedo