Herramientas para la determinación de las responsabilidades sociales y culturales

La responsabilidad social de la organización se define como las prácticas concretas con que la organización supera las obligaciones mínimas con los grupos de interés. Pero el conjunto de estas prácticas está determinado en último término por la red cultural en que se encuentran inmersas.

La red cultural la constituyen los supuestos asumidos en una organización y las manifestaciones de la cultura: las historias, los rituales y las rutinas, la estructura de la organización, los sistemas de control, las estructuras de poder, los símbolos y el paradigma: la cultura dominante.

El análisis estratégico culmina con la determinación de la cultura de una organización y la correspondencia entre la cultura, las competencias, la posición del producto o de la organización en el mercado. Es importante disponer de criterios para caracterizar la cultura en función de diferentes niveles en términos de responsabilidad social y de marcos de referencia culturales.

En base a estos criterios de caracterización en términos generales, podemos distinguir tres tipos de culturas organizativas:

– Las culturas defensivas tienden a fomentar estrategias que promueven la continuidad y la seguridad y se basan en planteamientos burocráticos de la dirección.

– Las culturas prospectivas fomentan el cambio, favoreciendo estrategias de desarrollo de productos y del mercado marcadas por un estilo de gestión más creativo y flexible.

– Las culturas Analizador tienden a compatibilizar nuevos negocios con las actividades actuales en base a una intensa planificación; siguen un crecimiento estable mediante la penetración en los mercados.