HIPOTESIS NULA: UNA REALIDAD IMPROBABLE

Las pruebas estadísticas son utilizadas con frecuencia para afirmar o negar una hipótesis mediante el estudio de una muestra. Aquí entran en juego la inferencia estadística que revela las probabilidades que existen de error al afirmar o negar una hipótesis y la hipótesis clínica. En medicina la inferencia estadística se basa en la prueba de hipótesis. Las pruebas de inferencia estadística se realizan a partir de dos hipótesis mutuamente excluyentes que son la hipótesis nula (H0) y la hipótesis alterna (H1).

Especialmente la inferencia estadística consiste en calcular probabilidades relacionadas con la hipótesis nula, de acuerdo con los datos obtenidos. Lo que significa que se calcula la probabilidad de error existente y  afirma la hipótesis nula, este error se denomina alfa, si alfa es bajo se deducirá que la hipótesis nula es falsa, si alfa es baja se considerará que la hipótesis nula es verdadera.

Es importante tener en cuenta que estos estudios en varias ocasiones suelen ser inconclusos, puesto que si el estudio afirma que hay altas probabilidades de hipótesis nula, no implica que existan bajas probabilidades de hipótesis alterna y que esto sea verdadero. Es así entonces que este tipo de estudio en lo general no arroja la información correcta y se debe tener en cuenta que la afirmación de hipótesis nula se puede dar debido a que beta (muestra analizada para la hipótesis) no es suficientemente amplia para obtener conclusiones certeras.

La hipótesis clínica define las variables que se consideran importantes para validar la hipótesis objeto de estudio, una vez definidas, se postulan la H0 y H1 para cada una de las variables. Tratando de probar la existencia H1, es decir, buscar y probar la existencia de fenómenos o efectos en vez de negarlo.

En resumen, una prueba estadística debe afirmar o rechazar  efectos o fenómenos y no busca la probabilidad de que no ocurran.

Los comentarios están cerrados.