Historia cultural china – 13 parte –

La poesía de la dinastía Tang, no sólo fue el climax del arte poético clásico chino, sino fue el culmen del arte paisajístico. Desde que Li Yuan(李淵) fundó la dinastía en el año 618 d.C., el norte y el sur de China fueron reunificados, tanto la economía estatal como el comercio prosperaron, el país se hizo más y más poderoso, la defensa de la frontera se fortaleció, la situación política y el orden social se estabilizó, resultando que el imperio T’ang llegó a ser uno de los países  más poderosos del mundo.

A partir del siglo séptimo hasta el final de la dinastía, los emperadores de T’ang en general trataban a los intelectuales con más respeto, sin castigarlos, meterlos en cárcel o ejecutarlos sin ton ni son como en las dinastías Wei y Jin. Especialmente, como el gobierno de la dinastía Tang organizaba exámenes imperiales regularmente a fin de alistar todo tipo y toda clase de los hombres capaces para gobernar el imperio; puso punto final a la injusticia que duró siglos (de sólo elegir a la capa social privilegiada o a aquellos de origen noble para trabajar por el emperador), a los letrados del país, sobre todo los de clase media y de clase inferior, les daban ocasión para participar directamente en la política.

Además, la eficiencia del gobierno también les alentaba considerablemente el deseo debuscar un mejor futuro, a la vez que tenían más confianza en sí mismo para lograr puesto seguro con la aptitud que poseían. En total, los intelectuales de la dinastía T’ang estaban mucho más seguros sobre su propio provenir; eran más emprendedores que antes y sentían orgullosos por ser partes del imperio. A partir del mando de Chen Kuan(貞觀之治 627-650, el reinado del emperador 太宗, T’ai Tsung), hasta el mando de Kai Yüan (開元之治 713-741, el reinado del emperador 玄宗, Shiuan Tsung), los letrados de este período, pese a su origen, todos alentaban el amor en el pecho a la patria, en una creciente prosperidad que duró más cien años.

El período T’ang próspero también fue el más estable de toda la dinastía Tang. Durante esa época, a los jóvenes letrados les encantaba recorrer todo el país. El recorrido, distinto del viaje de hoy día, para los intelectuales de aquel entonces, el recorrer todo el país, no solamente para conocer bien el territorio inmenso del imperio, sino también para tener ocasión de visitar lugares pintorescos, reliquias  arqueológicas e históricas, o para conocer más gente, trabar amistad con las celebridades o para aprender algo.

Todas las actividades mencionadas, no sólo redundaban en favor de los jóvenes instruidos ampliando horizontes, sino también para estar más preparados antes de empezar la carrera oficial. Todo lo que vieron en el recorrido les inspiraría para su creación literaria en el futuro. La unificación del país, el orden social estable y el florecimiento económico, por una parte, impulsaron positivamente la gran fusión del estilo literario del sur con el del norte; por otra parte fueron factores favorables para el intercambio cultural.

Asimismo, el aumento de la productividad mejoró tanto la comunicación por vía fluvial, y terrestre como la agricultura. Poco a poco, el mejoramiento de las condiciones económicas y las condiciones de vida animaban a más jóvenes a recorrer el país. Famosos poetas como Li Po (李白), Tu Fu (杜甫), Meng Hao Jan (孟浩然), según las biografías de ellos, viajaron mucho desde la juventud. En la dinastía Tang, era casi imposible para un letrado el vivir solamente en un sitio toda la vida. Al final, la costumbre de recorrer el país que adoptaron los intelectuales también promovía el intercambio masivo entre los chinos y los extranjeros. El intercambio y la fusión cultural a largo tiempo sentó un buen fundamento para la literatura y, sobre todo, dio más posibilidad para el desarrollo perfecto de la poesía.

Otro hecho interesante y curioso que pasó en la dinastía T’ang fue el aumento en gran cantidad de los ermitaños. Si abrimos cualquier libro que trata de la dinastía T’ang, encontraremos casi cada uno de los incontables escritores o poetas  tenían costumbre de recorrer el país y vivían como ermitaños. Ser ermitaño, como hacer recorrido por el imperio, era muy de moda sobre todo durante el próspero  T’ang. Grandes poetas como Li Po y Meng Hao Jan, vivían una gran parte o pasaba casi toda su vida como ermitaños.

¿ Pero por qué había tanta gente quien aún quería tanto llevar una vida retirada en tiempo de paz y prosperidad ? Era porque para la gente de la dinastía T’ang, ya no necesario esconderse para eludir y salvarse de las luchas políticas que se repetían de vez y cuando en el pasado. Vivir como ermitaño era nada más que una manera de jugar el truco de “ retroceder para avanzar o hacer conceción a fin de conseguir ventajas ”(以退為進) para lograr puesto en el gobierno.

Al principio, vivir aislado era medida provisional de los intelectuales de las dinastías Wei y Jin para salvarse de ser ejecutados o mostrar su posición política sino cooperaron con el gobierno en el caos. No obstante, durante el período del próspero T’ang (713-766), mientras innumerables letrados entraron en la capital para presentarse en el examen imperial, a fin de lograr un puesto en el gobierno, aún había gente que hizo lo contrario: darse un aire de hombre eminente fingiendo que no procuraba fama ni beneficios.

Cuando se estableció la dinastía T’ang, el gobierno daba regalos y concedía títulos honoríficos con frecuencia a los ermitaños y a los sacerdotes taoístas para cultivar la popularidad y dar muestra clara en público de que todo el mundo había conocido la soberanía de la nueva dinastía. Poco a poco, había letrados que se trasladaron a la montaña y esperaban  la recomendación por parte del prefecto, o por parte del gobierno central, en el bosque con camuflaje de “ermitaño respetable”, intentando lograr un puesto difundiéndose su buena reputación de anacoreta “con corazón puro y con muy pocos deseos”(清心寡慾). Si bien al final no podían conseguir un puesto como esperaban, por lo menos ya habían logrado fama de “personaje distinguido” o  “ hombre de letra de virtudes excelsas” para que corriera largamente.

Autor:  Wang Jung