Historia cultural china – 2 parte –

Al describir el paisaje, los poetas chinos observan las cosas atentamente con sus ojos como los fotógrafos al examinar los objetivos que van a tomar, así que en los poemas paisajísticos chinos, vemos con frecuencia que una estrofa habla de la montaña lejana, una habla del agua cercana, una habla del sonido, una habla del color, una habla del cielo remoto, y otra habla de un valle insondable…etc. No obstante, cuando los “planos generales”, “planos medios” o “primeros planos” llegan todos juntos en un poema, apenas setimos una discordancia en la vista, sino una coexistencia pacífica de los  elementos de la naturaleza. Es una sinfonía de letras que nos halaga tanto la vista como el oido, con una inmediata presentación imaginaria.

 

Para estudiar el origen de los poemas paisajístico chinos, hay que empezar con El Libro de las Odas y Las Elegías de Ch’u, los dos poemarios maestros y más tempranos en la historia china, porque los dos no sólo son los mayores fundamentos del desarrollo de la poesía china, sino los modelos para la creación literaria de las generaciones posteriores.

 

El Libro de las Odas es una gran colección que recoge los poemas hechos entre el siglo 12 a.C. y el siglo 7 a.C., de los reinos del norte de China, cuya cultura provino de la dinastía de Chou de Este, situada en la cuenca del río Amarillo. Aquellos poemas incluyen cantos hechos por el pueblo, o cantares inventados por los músicos de la corte para los sacrificios o las fiestas. En otras palabras, podemos decir que los poemas recogidos en El Libro de las Odas son frutos nacidos en la actividad colectiva en las labores acrícolas; es una literatura que refleja directamente todos los sentimentos de la vida. Al mismo tiempo, Las Elegías de Ch’u apareció aproximadamente entre el siglo 4 a.C. y el siglo 3 a.C, que es una recopilación de un estilo literario rítmico bastante popularizado en la cuenca del Río Yang-tzu y del Río Han, que pertenecieron al reino Ch’u, Sur de China. Este tipo de composiciones literarias en rima, incluyen obras hechas por letrados o por los funcinarios Sung Yu, Chu Yuan…etc. Se ven como frutos artísticos no colectivos de poetas individuales.

 

Debido a la la diferencia del entorno geográfico, de la posición económica, de la creencias religiosas y del talento del poetas entre el norte y el sur, los dos libros clásicos llevan características muy distintas en su motivo de creación, en el contenido y en el estilo poético. No obstante, tanto los autores de El Libro de las Odas como los de Las Elegías de Ch’u, aplicaban mucho imágenes como flores, hierbas, el arbolado, los cuerpos celestials…, todos aquellos fenómenos naturales cuando expresaban los sentimientos o confesaban a alguien a fin de embellecer o dar retoque al contenido. Eso no sólo quiere decir que la naturaleza ha sido el gran origen inagotable de la musa de los poetas desde hace tanto tiempo, sino que nos muestra una intimidad perenne que existe entre los hombres y la naturaleza.

 

Aunque hay montón de estrofas que describen el paisaje en El Libro de las Odas, no se ve ninguna que canta la belleza de la naturaleza, ni se ve un puro poema paisajístico, porque los poetas de aquel entonces sólo usaban las imágenes de la naturaleza como contraste claro para concretar lo que querían decir y para ser una analogía que podían asociar con algo semejante que ha pasado en la vida. Lo que se nos muestra en El Libro de las Odas, es un sentimiento cariñoso que poseían los poetas a la naturaleza. Pero muy diferente que sus sucesores de las generaciones posteriores, los poetas después de la era de El Libro de las Odas tenían gran amor a la naturaleza porque estaban muy conmovidos por la magnifecencia del paisaje, por lo que querían cantar, querían alabar lo que han visto. Los que aparecieron en El Libro de las Odas no podían menos que tener “amor” a la naturaleza porque se sintieron muy movidos por una fuerza poderosa que no podían superar o domeñar; en todo caso, entonces empezaron a amar la naturaleza esperando que podían aplacar un poco esa fueraza natural para que no  fuera tan indócil.

 

Lo que opinó el pueblo tiene mucho que ver con la fe religiosa, la economía y la atmósfera social. El pueblo de Chou respetaba mucho al Cielo, pensaba que el Cielo era el Todopoderoso que dominaba el universo. Pero al mismo tiempo eran politeístas que veneraban a todas las deidades como los espíritus de los antepasados, o cualquier fenómeno natural que tiene que ver con la economía agrícola;  por ejemplo el sol, la luna, el viento, la nube o el trueno y la lluvia…etc.

 

El pueblo Chou, se sintió intimidado por las montañas o por los ríos; no solamente porque eran sublimes o porque eran impetuosos; ellos creían que las montañas y los ríos eran capaces de reflejar la voluntad del Cielo, eran espejo del orden social de los hombres. Para los hombres de aquel entonces, las montañas ocupaban una posición tan noble como el monarca, porque era el Cielo que les otorgaba a los dos el dominio para todo. Es decir, mientras las montañas jugaban el papel predominante en la naturaleza, el monarca reinaba en la sociedad humana.

 

Entonces cuando todo estaba muy ordenado en la naturaleza se significaba que el poder monárquico estaba consolidado y el orden social era también muy estable. En otra palabra, si la vegetación de las montañas florecía y los ríos se seguían ofreciendo gran pesca sin inundaciones, era buen indicio de que el monarca era un gobernante virtuoso digno de los elogios y del profundo agradecimiento por parte del pueblo; pero si las montañas y los ríos se encontraban en desorden y el Cielo dejaba de llover, al final se marchitaban las plantas, el lecho de los ríos se secaban, el pueblo perecía de hambre y de sequía; todo eso implicaba que el monarca había  sido un gran prevaricador que no respetaba al Cielo ni tenía compasión de lo que sufría el pueblo.

 

Así los poetas lamentaban mucho la desgracia y creeían que aquellos fenómenos naturales eran una severa advertencia que le presentaba el Cielo al monarca. En conclusión, para hombres prehistóricos como el pueblo Chou, la naturaleza no sólo era espejo del orden social de los hombres, sino el origen de todo, porque era el abastecedor que tenía el surtido más amplio que les suministraba todo tipo de productos alimenticios, que necesitaban diariamente; claro que la agricultura no podía apartarse del suministro, por ello los poetas de aquel entonces hablaban mucho de la importancia de la naturaleza, valorando la relación estrecha y práctica entre la naturaleza y el sustento del pueblo.81

Los poemas de El Libro de las Odas, en general, se componen de los sentimientos de los poetas y el paisaje, pero el tema principal siempre aparece en aquellas partes que hablan de las emociones, de las cosas que tienen que ver con la vida y con la sociedad, como la guerra, el amor, la fiesta y el sacrifico…etc. Los poetas también hablaban del paisaje, hablaban de las montañas, del arbolado, de los animales y de los insectos, hasta hablaban del viento, de la lluvia y del rocío; pero no hablaban mucho de ello, los mencionaban solamente para empezar un poema o iniciar un capítulo, a fin de crear una atmósfera fácil que llamara la atención de los lectores, y luego, para desarrollar mejor el tema principal. La combinación del paisaje y la emoción humana en El Libro de las Odas no es contigencia, tiene su propia función diferente.

Autor: Wang Jung

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