Historia cultural china – 3 parte –

Algunas veces los poetas se expresaban metáforamente aplicando las distintas imágenes de la naturaleza con objeto de concretar el pensamiento abstracto. Por ejemplo, en los versos “鳳凰鳴矣,彼於高崗;梧桐生矣,彼於朝陽”( los fénix cantan en parejas, y se oye el canto melodioso de las aves que resuena en las colinas; las esterculias crecen mucho y se bañan en el rayo del sol naciente ) En los citados versos, los poetas aplicaron el canto armónico de las aves fénix para simbolizar que los cortesanos del monarca se llevaban muy bien; y, al mismo tiempo, dijeron que las esterculias, una especie de árbol muy precioso, crecieron mucho en el campo para metaforizar el gran número de los cortesanos que tenía el monarca.

Además, los poetas también inventaron una concepción artística, describiendo el paisaje para que los poemas fueran más patéticos. Por ejemplo, en los versos “昔我往矣,楊柳依依;今我來思,雨雪霏霏” ( cuando yo me marché al campo de batalla, las ramas del sauce llorón bailaban en el viento primaveral ; pero cuando vuelvo, empieza a caer aguanieve incesamente a lo largo de mi camino) En los dos versos, se nota un contraste muy claro del pasado y de hoy ( el sauce llorón de primavera y el aguanieve de invierno), subrayando la larga duración de la batalla y la gran tristeza que tenía un guerrero sobre lo que había pasado cuando volvía.

 

Aunque el paisaje nunca se protagonizaba en El Libro de las Odas, esto no quiere decir que los poetas de aquel entonces no sabían cómo apreciar la belleza de la naturaleza. “桃之夭夭,灼灼其華” ( ¡ cuán exuberante el melocotonero ! ¡  mira que está floreciendo con todas las flores de color rojo vivo ! ) Aquí en esa estrofa que describe la planta, el poeta hizo tantos elogios de la exuberancia del árbol y de la hermosura espléndida de las flores en plena floración, con las que el poeta sintió una fuerte felicidad sobre la pujanza de la primavera, y luego volvió a expresar con toda sinceridad su propia felicidad más profunda a una joven muchacha que iba a casarse pronto. Sin embargo, los poetas de aquel entonces sólo sabían apreciar la belleza de la naturaleza por fuera. Mejor dicho, en esa etapa, sólo se les occurió asociar con algún fenómeno meteorolófico específico o con alguna característica terrena que les llamó la atención para metaforizar, o para marcar un contraste en el poema que ayudaba a desarrollar el tema principal. En comparación con los de las generaciones posteriores, en esa época los poetas aún no sabían cómo apreciar la naturaleza en conjunto desde una perspectiva panorámica.

 

Después de El Libro de las Odas, apareció otra obra maestra poética que se llamaba Las Elegías de Ch’u El reino Ch’u, situado en el sur de China, ocupaba un territorio muy amplio. En aquel reino no sólo se veían grandes ríos como el río Yang-tzu, el río Han, el río Yüan…etc., sino también se ven montañas magníficas y lagos insondables como la montaña Jiou Yi, el gran pantano Yun Meng y el lago Dong Ting…etc. Para los poetas que nacieron en este tesoro de naturaleza, podían hacer poema por cualquier cosa, con cualquier tema; esa es la razón porque decimos que Las Elegías de Ch’u es un poemario en el que predomina el paisaje.

 

La mayor parte de los poemas recogidos en Las Elegías de Ch’u son líricos de varios estilo y expresan mucho el ego. La descripción y el canto sobre el paisaje, casi como los de El Libro de las Odas, son medios de los poetas para resaltar la emoción o la vocación de cada uno. No obstante, se nota una narración sobre la naturaleza más detallada y minuciosa que antes, muestra de un cierto progreso que han realizado para conocerla .

 

Lo que nos muestra en Las Elegías de Ch’u sobre cómo opinó el pueblo de este reino sobre la naturaleza, no sólo tiene mucho que ver con la posición que ella ocupó en las creencias religiosas primitivas tribales, sino también tiene que ver con la posición social del poeta. Los poetas del pueblo Ch’u, como su homólogo del norte, eran politeístas que deificaban el Cielo, la Tierra, también veneraban los antepasados y todo los fenómenos naturales que sucedieron en su entorno. Para el pueblo Chou del norte, tanto las deidades que representaban los cuerpos celestials, como aquellas que representaban el bosque o el río…etc., todas eran una idea muy  abstracta. Pero para el pueblo Ch’u del sur que imaginaban mucho, aquellos espíritus que existían en la naturaleza ya eran más que concepto metafísico; en otra palabra, eran deidades muy bien personalizadas, cada una de ellas tenía su propia personalidad.

 

Como el pueblo Chou, el pueblo Ch’u también veneraba los fenómenos naturales como el sol, la nube, la constelación…etc. Pero como era un tribu que imaginaba e inventaba mucho más que aquél, el pueblo Ch’u comezó a mezclar las antiguas leyendas con mitos. Poco a poco, después de un proceso de deificación y personalización, aquellos citados fenómenos natutales se convirtieron en deidades  que tenían nombre y apellido, también había distinción de sexos, hasta tenían su propia personalidad e inclinación, su propio hábito…etc.

Por ejemplo, por medio de la imaginación vívida del pueblo de Ch’u, la deidad del río Shang se convertió en dos concubinas del emperador Shun, un personaje legendario y prehistórico. Una se llamaba Er Huang y la otra se llamaba Niu Ying, las dos eran hermanas de sangre; la deidad del río Amarillo se convertió en una deidad codiciosa que pedía una muchacha hermosa para casarse cada año; para colmo, la deidad de la montaña Wu se convertió en una diosa provocativa que se acostaba voluntariamente con el reino de Ch’u en su sueño.

Autor:  Wang Jung