Historia cultural china

Ya que los seres humanos nacen en la naturaleza, claro es que se identifican con ella consciente o inconscientemente , hasta algunas veces tienen deseo de volver a sus brazos. Es un tipo de sentimiento muy primitivo, que ocasiona gran eco uno a otro en el corazón. Los chinos, por ejemplo, hace mucho tiempo ya empezaron a estar en comunión con la naturaleza y han cultivado un gran amor por ella por lo menos a partir del siglo quinto a. C. Confucio, a su modo de ver, estaba convencido que los seres humanos estaban muy unidos con la naturaleza e inseparable de ella. Al mismo tiempo también creía que algunas características que llevaban los seres humanos eran compatibles con las que tenía la naturaleza.

Dijo una vez:”智者樂水, 仁者樂山 ;智者動, 仁者靜; 智者樂, 仁者壽.”(“智者” significa los sabios). En general los sabios son comprensivos, sensatos, perspicaces y tienen una mente muy ágil. Son muy activos y vigorosos como el agua viva que siempre corre sin parar. Y “仁者” significa los benévolos. Son gente benigna, generosa y no impetuosa. Son tan tanquila y sentada como una montaña. Para los confucianos, la montaña es más estable y fiable porque siempre está allí para tolerar, para aceptar todo, es el apoyo más fiel que todo.

Pero por otra parte, el agua es variable y versátil de carácter. Lejos de ser tan estable como la motaña, el agua es suave pero afilada, mientras insondable y difícil de pronosticar la dirección a dónde va. Cuando actúan, los sabios se adaptan a las circunstancias  ágilmente como el agua, y así saben bien cómo se desarrolla una cosa sin nunca adherirse a cierto principio hasta que logran el último éxito, de ahí que Confucio dijo que eran activos y optimistas.

Al hablar de los benévolos, son tan estables e imperturbables como la montaña, sin ser influidos fácilmente por los factores externos. Saben muy bien cómo tratar a los demás, reciben a todos con los brazos abiertos, también son generosos y de temperamento simpático. No se preocupan por nada ni tienen miedo a nada; claro que tendrán una vida relativamente larga.

 

La sabiduría, la benevolencia y el valor son las tres virtudes que los confucianos estiman más y, al mismo tiempo, son cualidades indispensables que un caballero debe obtener. El valor es el fruto de la sabiduría y de la benevolencia. Una persona de personalidad elevada, una persona que sabe dónde está su propio valor individual, una persona feliz y una persona que vive mucho debe ser tan firme de carácter como la motaña y siempre marcha intrépidamente hacia adelante como el agua cuando actúa, es la última búsqueda y una filosofía que aún anhela a alcanzar mucha gente.

 

Pues los poemas nacen con ciertas demandas sicológicas muy generales: las epopeyas nos satisfacen por los héroes y sus hazañas, o de la demanda de venerar a los antepasados; las elegías son hechos para que los vivos puedan despedirse de los difuntos por la última vez; los epigramas son para advertir o para hacer mofa de alguien…etc.

 

Y ¿ por qué demanda sicológica los poemas paisajísticos nos satisfacen ? Si los leemos bien, encotraremos un montón que hablan de las aldea pequeñas y

 

serenas; del campo o de los templos budistas, seculares…etc. Entonces es lógico que veamos la creación de los poemas paisajísticos como la mayor imagen compensatoria, que está muy arraigada en una búsqueda espiritual y permanente

hacia una vida mejor y más cómoda. Aunque varían de vez en cuando el lenguaje y el estilo del poema, nunca se extingue la búsqueda universal que los poetas siempre anhelaban.

 

La característica artística más común de los poemas paisajísticos es la reproducción vívida del panorama con palabras; tal descripción siempre les da un recuerdo imborrable y les amplia la visión con un frescor casi tocable por los lectores; así que hacen eco directo con la experiencia estética del paisaje que poseen lo poetas. Se dice que los poetas chinos empezaron a aplicar todo tipo de lenguaje artístico para describir el paisaje a partir de la dinastía Han de Este y de Oeste conscientemente.

 

En la época de Wei ( uno de los tres reinos), aunque era el período donde brotaron los cantos folklóricos, ya se veía que los poetas de aquel  entonces ya habían manejado un lenguaje florido y expresivo varias veces al describir el paisaje. En la dinastía Jin de Este y de Oeste, los poetas tenían más afición en usar lenguage muy refinado y sútil cuando versificaban; les gustaban más tener nueva idea fuera de lo común para llamar la atención de los lectores; se rompían la cabeza de vez en cuando a ver quién podía tomar la delantera, inventando frases más llamativas y novedosas a fin de ostentar su talento literario.

Así que predominó poco a poco el culteranismo en los círculos literarios a partir  de la dinastía Jin de Este y de Oeste hasta la dinastía del Sur. Durante el apogeo de los poemas paisajísticos, aunque los poetas no escatimaban esfuerzos para hacer versos más delicados refinando el lenguaje y mejorando el estilo y la rima; no obstante, si siguieron jugando con las palabras o subrayando la riqueza del estilo sin pensar en enriquecer el contenido de sus obras, la imagen del paisaje en este tipo de poemas siempre resultaba nada más que un conjunto de palabras rígido y  sin ninguna vida.

Es muy difícil reproducir el paisaje con un lenguaje meramente abstracto, pero será más fácil hacerlo con algo concreto, o sea, con imágenes. El uso de este tipo de lenguaje repleto de imágenes, no sólo les da a los poetas un fácil acceso para expresar explícitamente cómo se sienten, sino les ayuda a enfatizar cuán expresivo es el objeto que describen en los poemas; al mismo tiempo les da una ilusión al lector como si estuvieran con los poetas en la escena de versificar para el mismo panorama juntos. De un buen dominio en moldear imágenes para reporducir meticulosamente lo que han visto los poetas, resultan los poemas paisajísticos chinos tan verosímiles y gráficos.

Autor: Wang Jung