Historia cultural china – 9 parte –

Y de verdad, esa fiebre de ir en busca de la inmortalidad invitó a los poetas y a los letrados a entrar en las montañas para explorar o, mejor dicho, para localizar aquel mundo de lo fantástico y maravilloso que nunca existía, con esperanza de que pudieran huir temporalmente de la situación política peligrosa y el pisoteo a sus derechos y a su dignidad, lo que encontraban muchas veces en su vida real cuando trabajaban por el gobierno.

Muy influídos por las teorías de Lau tzu y de Juang tzu, los intelectuales de la dinastía Wei y Jin anhelaban la inmortalidad y querían vivir como ermitaños. Todo lo que hacían era para mantener una mente bastante clara y objetiva sin ser interferida por bagatelas. Como he mencionado antes, los inmortales vivían muy lejos de donde habitaba la gente corriente. Para hallarlos, los interesados, sobre todo, los poetas y los letrados tenían que estar en comunión con la naturaleza y tener afición al paisaje. Poco a poco, se dieron cuenta de que estar en comunión con la naturaleza les aliviaba; y, notaron que también podían encontrar la verdad que existía en el universo contemplando el paisaje ameno y sintiendo su ritmo, hasta llegara a una perfecta armonía entre los hombres y la naturaleza.

Estar en comunión con la naturaleza también implica diversión y relajamiento. Tzeng Shi (曾皙), uno de los alumnos de Confucio, dijo una vez que :” 莫春者,春服既成。冠者五六人,童子六七人,浴乎沂,風乎舞雩,詠而歸 “ ( A finales

de la primavera, yo me pongo la ropa del tiempo. Salgo con cinco o seis adultos y unos seis o siete menores de edad para bañarnos juntos en el río Yi, y luego, yo me refresco con ellos en Wu Yu. Y al volver, regreso cantando.) Confucio estaba muy  de acuerdo con la idea de Tzeng sobre la diversión y lo elogiaba mucho.  Lo que pasa es que, en la idelogía confuciana que enfatizaba mucho la disciplina colectiva, el acto individual de uno que se divertía refrescándose y luego volvía cantando a solas, era poco practicable y a la larga no era nada más que una ideal remota.

Los intelectuales no dejaban de insistir en la ideología colectiva confuciana hasta la dinastía de Han de este, sobre todo, después de fracasar cuando peleaban contra los eunucos. Es que a fin de impedir que los eunucos siguieran entremetiéndose en la política, los intelectuales comenzaron a criticarlos, o en público con palabras o en privado por escrito. Los eunucos, muy enojados con los intelectuales, volvieron a tomar represalias contra ellos encarcelando a muchos letrados y acusándoles falsamente para luego ejecutarlos en masa muy pronto.

Los intelectuales, sobre todo, aquellos que sobrevivieron a la matanza sagrienta, frente a una amenaza de muerte en cualquier momento, volvieron a repensar el valor de la vida humana y el significado de la existencia de cada uno, para salvarse de persecuciones. Al mismo tiempo, intentaban aprender cómo divertirse mientras mejoraba la calidad de vida, así que poco a poco empezaron a buscar sustento emocional bebiendo, estándo en comunión con la naturaleza y haciendo creación literaria y artística. El tiempo corrió, los ricos y los de familia influyente y poderosa en la época de Wei y Jin se aficionaron a comprar terrenos por todas partes en el país, mientras compraban  numerosos, preciosos jardínes y fincas de lujo en parte por economía y en parte por una atmósfera social en busca del placer de contemplar un paisaje hermoso, influidos por la doctrina de Lau tzu y de Juang tzu, y por una afición a vivir en el retiro.

La verdad es que la difusión del budismo también promovió la costumbre de estar en comunión con la naturaleza entre los letrados e ilustres intelectuales. Sobre todo, la doctrina budista que tiene parecido con la teoría de Lau tzu y Juang tzu ha sido objeto de una gran bienvenida entre los aficionados del parloteo vacío y de la metafísica después de la dinastía Jin de este.

Después de que la familia real de la dinastía Jin de oeste atravesó el río Yang tzu para huir del caos, en gran escala causado por la invasión de los pueblos nómadas de norte de China, el desarrollo de la metafísica de Lau tzu y Juang tzu ha llegado a su auge, y fue en la misma época en que se difundía poco a poco el budismo en este país oriental.

Tanto el budismo como la teoría de Lau tzu y Juang tzu buscan una plena tranquilidad física y mental. Los letrados de aquel entonces adoraban a aquellos bonzos que vivían en las montañas o en los bosques, porque creían que tenían una vida exenta de todas las preocupaciones y de todas las molestias, como los inmortales que siempre buscaban hasta cierto punto.

En general, los bonzos famosos de aquel entonces no sólo conocían mucho la metafísica y la teoría de Lau tzu y Juang tzu; al mismo tiempo, se portaban como caballeros elegantes y hacían muy bien la creación literaria y artística. De ahí que a los letrados e intelectuales les interesaba mucho trabar amistad con ellos, visitarles, sobre todo, hablar de la metafísica o de la doctrina budista en sus domicilios, situados en sitio tranquilo y pintoresco. Para los intelectuales, conocer a los bonzos eminentes y tener compañeros célebres como ellos para salir juntos a descubrir la belleza natural de un paisaje, no sólo fue una manera ideal para hacer ostentación de mostrar su gusto particular de la vida, sino también para lucir la personalidad elevada y el gran don de gentes que tenían.

Después de una gestación de largo tiempo a partir de la dinastía Wei hasta la dinastía Jin, al final los poemas paisajísticos chinos aparecieron muy rápidamente en la dinastía del sur ( el año 420 d.C~ el año 589 d.C.), un período donde el esteticismo literario era muy de moda. En comparación con sus colegas de las generaciones anteriores, los poetas tenían más amor a la naturaleza y manifestaron un interés más vivo por apreciarla. Entre ellos, Shie Ling Yun (謝靈運), sobre todo, fue el que hizo una aportación más apreciable a los poemas paisajísticos en la historia poética china.

Autor: Wang Jung

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