LA CONSTITUCIÓN DEL SUJETO CONTEMPORÁNEO DESDE LAS DIFERENTES FORMAS DE PODER- CONTROL EJERCIDOS SOBRE LOS CUERPOS COMO FORMAS DE VIOLENCIA ESCOLAR

Cuando se habla de violencia inmediatamente se nos viene a la mente el concepto de violencia física, equivalente a golpes de todo tipo, a maltrato verbal y psicológico, a toda manifestación de daño que causa heridas a otra persona o personas, además de tener en  libros, en las redes tecnológicas un sin número de significaciones al respecto, así que es muy difícil dar un concepto ultimo sobre la palabra violencia.

En muchos escenarios está presente la violencia se haga evidente o no, convivimos con ella casi que a diario, vivimos impregnados de violencia desde que abrimos los ojos hasta que los cerramos, gracias a los medios de comunicación, en un país como Colombia es pan de cada día, y tanto es así que, ya nada nos conduele, nada nos aterra, nos parece que la violencia y sus múltiples manifestaciones son algo normal, que ya nos acostumbramos a tener la violencia a nuestro lado.

Mucho se ha hablado de violencia, se ha abordado desde distintas áreas, disciplinas, saberes, y en Colombia especialmente se ha analizado desde diversos ángulos, se estudia su origen, sus causas, sus consecuencias a nivel político, económico, social, familiar, y escolar. Es evidente entonces que si vivimos con violencia y que en todos los lugares a los que vamos pareciese que está presente, no es extraño que el ámbito escolar también este permeado por maneras de violencia, maltrato verbal y psicológico, acoso escolar, o, también llamado bullying, pero también se consideran otras maneras de maltrato por abuso de poder, por las relaciones jerárquicas que hacen que se ejerzan otras formas menos evidentes de violencia sobre los cuerpos.

La violencia entre las aulas se relaciona con la carencia de valores se pensaría,  por la falta de respeto, por el no reconocimiento del otro, porque en la escuela la formación de las personas está quizá encaminada a la competencia entre los diferentes actores de la enseñanza, se deja a un lado a la persona ya que, está pierde su condición humana, para convertirse en una letra o un número (la nota), que ha llevado a que los docentes no formemos sujetos éticos, ni humanizados, sino sujetos-maquina, que tienen que hacer lo que se espera que hagan para que formen parte del sistema, que sean útiles a la sociedad, por esto se ha manejado los tiempos, los horarios; el conocimiento se ha fragmentado de tal manera que las humanidades ya no caben dentro del currículo por considerarlas inútiles, no rentables, o simplemente una materia más de “costura.

Por estas razones este pequeño escrito está dirigido a pensar en otra manera de violencia poco evidente pero que está ahí presente en el ámbito educativo y pedagógico, el manejo de los cuerpos de los sujetos como una forma de manejo sutil pero que guarda en su interior el manejo de la mente, de las almas, para convertirlos en cuerpos dóciles, sin posibilidad de que estos actúan por sí mismos, sino que todo el tiempo se está pensando en formar sujetos que hagan lo que la sociedad espera, pero no en formas “buenas” sino buscando la renuncia del propio sujeto, la renuncia de su propia manera de pensar, de actuar y de constituirse como sujeto libre.

LA VIOLENCIA COMO FORMA DE DOMINIO DE LOS CUERPOS. Esta revisión tan somera de análisis, que permite abordar el problema de las relaciones de poder, control y disciplinas como formas de violencia escolar “pasivas” si se puede considerar de este modo, que afectan de alguna manera a los individuos, por mecanismos de sujeción que pretenden formar sujetos de determinada manera, por ejemplo como “alumnos trabajadores”, se considera importante que cuando se habla de violencia escolar, no solo se debe dirigir la mirada a las formas consideradas por muchos como casos de  violencia física, violencia verbal, sino que existen violencias “ocultas” si cabe el termino, como el manejo disciplinar, el manejo sobre el cuerpo.

Para aclarar estas “formas emergentes” que sin duda han existido desde siempre, pero a las cuales no se les ha dado importancia, que a nuestro modo de ver son una forma sutil de ejercer violencia no solo sobre el cuerpo sino, sobre la mente de los estudiantes, por ejemplo en el currículo que no aborda la violencia y sus formas de manera directa pero que si esconde en sus planteamientos formas indirectas de violencia ya que espera volver cuerpos dóciles y repito útiles para la sociedad capitalista, no se pretende exponer una postura negativa contra el currículo o la pedagogía que se utiliza en determinados espacios, pero si usarla como medio para exponer el malestar que crece por estos mecanismos ya que en la mayoría de las instituciones el currículo se monta esperando formar sujetos que sean gobernables “ la pedagogía incluye sistemas concretos de razón que ordenan quienes somos, en quienes deberíamos convertirnos y quienes no están calificados para llegar a ser ese “nosotros”” (Popkewitz, 2001, p, 146).

CONCLUSIÓN El cuerpo por tanto, casi nunca ha sido tenido en cuenta en la escuela, este  queda   reducido a una materia “la llamada educación física” olvidando por completo que el cuerpo no solo hace referencia a lo físico sino que abarca todas las dimensiones, el cuerpo humano es utilizado para transmitir emociones, pensamientos, el cuerpo no solo es la cárcel del alma como lo mencionara Platón, sino que es un santuario de manifestaciones corporales, ya Michel Foucault que nunca trabajo en el campo educativo directamente si nos invita a pensar en las diferentes formas de constitución de los discursos en las escuelas, y para este caso de la constitución de los sujetos desde las diferentes formas de violencia contra el cuerpo, como dispositivo de poder sobre este para dominarlo, volverlo dócil y útil, es una “anatomía política del cuerpo” que abarca una multiplicidad de procesos, que tienen un orden y una frecuencia, que así mismo tienen origen diferente, pero que son usados desde épocas tempranas por colegios, tomando formas del ejército, de los hospitales y manicomios “ La minucia de los reglamentos, la mirada puntillosa de las inspecciones, la sujeción a control de las menores partículas de la vida y del cuerpo darán pronto, dentro del marco de la escuela” (Foucault, 1975 p, 85), por lo anterior hablamos de violencia desde otra mirada.

BIBLIOGRAFIA:

Foucault, Michel.  (1975) Vigilar y Castigar, el nacimiento de la prisión. Buenos Aires: Siglo XXI.

Popkewitz Thomas S (2001) Historia cultural y educación, ensayos críticos sobre conocimiento y escolarización.  Barcelona-México: Pomares S.A.

Escritor: Bibiana Alexandra González Vargas

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