La incipiente recuperación de la crisis económica trae una desagradable consecuencia que parece nadie advirtió al inicio de la misma. En Europa, y muy especialmente en España, la brecha entre ricos y pobres se ha hecho más grande en los últimos años. La desigualdad económica de los países europeos es alarmante y va creciendo. Esto quiere decir que estos años malos de crisis de deuda en el viejo continente han provocado que mucha gente viva peor que hace 5 años pero, curiosamente, muchos poderosos de estos países viven mejor, o, como mínimo, con mayor riqueza, que hace también un lustro.
El caso que mejor representa este hecho es España. Un barómetro de la Unión Europea dejaba entrever que la pobreza en el país ha crecido un 8% desde el año 2008, cuando la crisis financiera mundial empezó a afectar de lleno las economías domésticas españolas. El economista y periodista Jordi Goula escribía en septiembre del año pasado en La Vanguardia que la culpa de que este problema se acentúe en España es de las políticas redistributivas del país, que resultan, según él, “poco eficaces”. Goula llama a lo que está pasando en España “polarización de las rentas” y lo ejemplifica con un hecho conocido por casi todo el mundo: mientras muchas familias en España son desahuciadas y se ven despedidas de sus trabajos, el Real Madrid y el F.C. Barcelona fichan jugadores por valor de 100 millones y 80 millones respectivamente. Además, la diferencia entre el presupuesto más alto de Primera División de fútbol (correspondiente al Real Madrid) y el más bajo (el del Rayo Vallecano) es de 65 a 1, esto es, por cada euro que tiene el Rayo Vallecano, el equipo de Cristiano Ronaldo y compañía tiene 65. Ocurre lo mismo en otros deportes y, lo que es más grave, en la economía empresarial y la doméstica.
Pere Brachfield, experto en morosidad, lleva semanas presentando Análisis del moroso profesional, un estudio en el que se analizan los comportamientos de morosos reincidentes y esporádicos, tanto a nivel doméstico como empresarial, fruto de la crisis o no. Uno de los apuntes curiosos, que el mismo Brachfield ha comentado en diferentes medios de comunicación, es el hecho de que las empresas más ricas de España, aquellas que están en el índice bursátil IBEX-35, pagan a sus proveedores, de media, a 191 días desde la adquisición del producto, mientras la Ley española marca como máximo 120 días, aunque muchos emprendedores y pequeñas y medianas empresas del país se ven obligadas a pagar a 30 días y con condiciones mucho más exigentes que las grandes empresas. Además, según comenta Brachfield, algunas empresas constructoras tardan incluso ¡300 días! en pagar a proovedores, que normalmente son esas pequeñas empresas que, por no tener recursos para esperar el cobro, se ven obligadas a cerrar la empresa y declararse en ruína.
Con cifras un poco más genéricas, el último estudio al respecto señala que en España, el 10% de personas más pobres tiene el 1,6% de los recursos mientras que el 10% más rico gestiona el 24% de los recursos. Esta diferencia es la mayor de los países ricos de la UE y una de las más altas de los países de OCDE. Según señala Jordi Goula, estos datos reflejan que en los últimos años, mientras los pobres se han empobrecido aún más –pérdida de poder adquisitivo, de la vivienda y también del trabajo- las clases más ricas han aumentado su poder del 36% al 40%. Eso sí, las desigualdades no se viven solo en España. Ni siquiera en Europa.
Estados Unidos vive en un permanente estado de desigualdad. Sin hablar de la asistencia sanitaria o el acceso a otros derechos básicos, solo cabe señalar que, según el Economy Policy Institute de Washington, de 1978 a 2011 el sueldo de un alto ejecutivo del país ha crecido un 725, mientras que el de un empleado medio lo ha hecho tan sólo un 5,7%. Este dato hace de EE.UU. un ejecutivo cobra hasta 354 veces más En Europa solo un país supera a España en desigualdad salarial.
Aunque pueda sorprender, se trata de Alemania. Si alguien se pregunta por qué, la respuesta es sencilla: a medida que la gente va perdiendo empleo, o la crisis se va haciendo más profunda, los salarios de los empleados tienden a moderarse mientras que el de los altos ejecutivos se mantienen o incrementan. En Alemania hay más desigualdad salarial porque al haber menos parados que en España, hay más empleados medios trabajando con sueldo reducido. Mientras, en España, lo que bate récords es la desigualdad económica entre las personas, ya que los parados no tienen ingresos.
Según comenta el catedrático de Economía de la Universidad Rey Juan Carlos, Luís Ayala, además, España tiene problemas históricos que hacen todavía más difícil esperar una solución en . Esto quiere decir que los españoles no pueden consolarse pensando que este hecho, la desigualdad económica y la pobreza, es fruto únicamente de la crisis que viven actualmente y que se revertirá con el crecimiento económico. Harán falta políticas redistributivas mucho más eficaces para aprovechar mejor el buen momento cuando llegue, tal y como comenta Jordi Gouda en La Vanguardia.
Escritor: Adrián caballero