LA EDUCACIÓN PARA ADULTOS Y SUS CONTEXTO

La educación para adultos ha sufrido un marcado desprestigio, debido a la visión capitalista, que ha llevado a esta modalidad a convertirse en un bien de consumo que tiene como objetivo la masificación de la educación en forma imparable, trayendo consigo un currículo que no está ajustado a la realidad social de los estudiantes adultos, quienes ven en esta opción educativa su única salida para cumplir con un requisito laboral, hacer realidad el sueño de ser bachilleres o simplemente una posibilidad para salir de las dificultades económicas que día a día deben enfrentar.

Es por esto que hablar de un contexto no es sólo pensar en un grupo social con unas necesidades educativas específicas, ni es tomar una radiografía de éste y establecer los problemas que padecen en cuanto a los saberes concretos de la escuela, es por el contrario mirar los antecedentes histórico- sociales de estas personas; el origen de su alejamiento tan prolongado del mundo escolar, el abandono estatal de que han sido víctimas, los factores de violencia que han marcado su llegada y permanencia en las grandes urbes, como en este caso Medellín, sumado además a las problemáticas sociales, tales como: el abuso sexual, el maltrato físico y psicológico, el embarazo adolescente y las precarias condiciones laborales de algunos, entre otras. En este orden de ideas hay quienes ven en la educación para adultos una posibilidad de enriquecimiento a partir de la necesidad de otros, y es así como consideran de poca importancia la implementación de un plan educativo institucional apropiado para estos estudiantes trabajadores, quienes necesitan cualificarse en las competencias comunicativas básicas que les permitan interactuar con el medio de forma adecuada.

Debido a esto, es primordial pensar en los logros obtenidos en mi práctica pedagógica, que fue en resumidas cuentas una práctica social, como una pequeña evidencia de las problemáticas que enfrentan los estudiantes adultos, quienes se encuentran además mediados por un contexto educativo.En este orden de ideas, lo observado en la evaluación del contexto educativo en algunas instituciones de educación no formal de la ciudad de Medellín, da cuenta no sólo del lamentable panorama de la educación para adultos, sino de la situación educativa de Latinoamérica en su globalidad. Hoy por hoy solo se educa para crear mano de obra calificada, lo cual va en detrimento del desarrollo crítico reflexivo que debe ser parte integral de todo ser humano.

Parafraseando a la profesora Rosa María Torres y al profesor Paulo Freire, lo que existe hoy en Medellín en relación a la educación, no es diferente a lo encontrado por ellos en Brasil y en Chile. Es así como encontramos reformas educativas pensadas desde lo macro (política educativa) y no desde los niveles más pequeños, o sea en los micro contextos sociales y educativos que es donde realmente surgen las innovaciones que pueden llegar a generar reformas o cambios. Seguidamente la insuficiente instrucción de los docentes, quienes han mal interpretado conceptos tales como: competencia y el muy afamado proyecto educativo; que son simples pinceladas que no trasforman, que hablan de cifras frías que no dan cuenta de la realidades complejas que deben contrastarse y equilibrarse con los decretos educativos en relación con la realidad.

De igual manera hallamos leyes escolares que sólo hablan de implantar reglas, de adoctrinar en el rigor de éstas, y no como deberían ser, según la profesora Torres, mecanismos de crear conciencia acerca de la ética personal, el respeto por el otro. Asimismo deberían ser una posibilidad para fomentar la equidad, la comunicación y la convivencia. De otro lado es palpable la falta de una posición crítica y reflexiva por parte de los docentes frente al contexto y a la normatividad educativa. No se trata de asentir o abstenerse de hacer una lectura profunda, coherente y justa con la realidad social que afecta la educación, sino plantear opciones significativas de formación que propendan por un dialogo coherente entre el entorno social y cultural de estudiante y lo que la escuela pretende lograr en él.

En conclusión, los estudiantes de las instituciones de educación no formal de la cuidad de Medellín, son una muestra de la problemática educativa latinoamericana, donde todavía se habla de cifras de alfabetización, que se creen alentadoras, mientras la situación social interna de la escuela en su quehacer vive en constante conflicto e inequidad. A pesar de esto existen algunos docentes en formación que tratan de aportar soluciones a partir de la generación de conocimiento con base en la experiencia pedagógica facilitando espacios de reflexión que tienen como objetivo el mejoramiento de la educación.

Es gracias a estos docentes reflexivos y críticos que se puede hablar de la esperanza según Freire, donde pueda reivindicarse la libertad de ser sujeto social educado para una apertura mental, para buscar la transversalidad de su saber propio y cultural con los saberes de la escuela, donde además pueda de manera crítica proponer sin restricción, sin opresión para que de esta manera su punto de vista sea una posibilidad no únicamente de cambio o reforma sino de innovación.

Autor: David Emilio Quevedo Zapata

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