El desarrollo del ejercicio de investigación, en cualquiera de sus métodos, que se abordan desde un nivel inicial y exploratorio, hasta enfoques más rigurosos y menos especulativos que en los niveles iniciales, tiene por objetivo la resolución de problemáticas evidentes y tangibles en la realidad que vivimos, y que se originan por la ausencia de conocimiento; dicho de otra manera, la investigación se orienta a la generación de conocimiento, de un saber que amplíe la comprensión de la realidad, y permita acercarse a una visión integral y holística de los elementos (sociales, económicos, políticos, culturales, ambientales, etc.) que la componen. El éxito de la investigación, radica en la adecuada selección y conjunción de los elementos metodológicos y conceptuales que estructuran este proceso (que inicia con la captura de información y que posteriormente es analizada e interpretada), por lo que realizar un análisis acerca de cuáles son los instrumentos mínimos y la metodología correcta para abordar la investigación1 es una labor indispensable, que todo sujeto investigador debe tener presente.
La información es otro elemento sustancial en el proceso investigativo, las herramientas de las que dispone el sujeto investigador deben ser eficientes en términos de recolección y análisis de información, pues la misma se presenta en forma de datos que pueden tener o no una medida cuantitativa, y que debe ser categorizada de acuerdo a sus cualidades, en códigos verbales e icónicos (cualitativo) y códigos numéricos (cuantitativo), para finalmente ser expresada en forma de variables de análisis; cuando los datos tienen una medida que puede ser cuantificada a través de cifras numéricas, los análisis se basan en encontrar relaciones entre datos, que conducen a una nueva interpretación de la información existente; y el elemento más adecuado para emprender la tarea de recolección y procesamiento de la información numérica, es el análisis estadístico.
La función de la estadística como un instrumento en la investigación, se asocia a una técnica de medición y análisis de los fenómenos que se generan dentro de la realidad cuantitativa; así mismo, es una herramienta de carácter descriptivo que permite establecer la naturaleza y estructura de los datos, identificando el conjunto de relaciones existentes en la información. El análisis estadístico conlleva una serie de pasos que definen su estructura metodológica y se sintetizan a continuación:
Observación inicial, que aproxime hacia una comprensión exploratoria de la realidad, y permita establecer relaciones entre conceptos y formulación de hipótesis desde el punto de vista de la teoría. Con el objetivo de identificar una línea base de la investigación, basada únicamente en la observación de fenómenos y conocimiento empírico, para determinar requerimientos en términos de información.
Captura y registro de los datos, para lo cual se usan instrumentos puntuales de recolección de información; si la información es de carácter primario, deben usarse aquellos instrumentos que permitan obtener un contacto directo con el objeto de analsis (entrevistas, cuestionarios, etc.).
Categorización de la información, que es la forma de organizar los datos suministrados en la etapa anterior, para encontrar similitudes y permitiéndolos agrupar en categorías que se denominaran como variables.
1 Que difieren según el tipo de investigación y el alcance que se pretenda darle.
Codificación, es el proceso mediante el cual se procede a definir la naturaleza de la información, si es de carácter cualitativo o cuantitativo; el interés del sujeto investigador por las codificaciones numéricas o cuantitativas responde a requerimientos, como la estimación de magnitudes o diferencias entre magnitudes, características que se deseen analizar, cuando los instrumentos de recolección de información proporcionan estimaciones de puntajes u orden de magnitud, o si se está más interesado en estimar resultados que en describir procesos.
Procesamiento, es la etapa de análisis de la información, donde se pretende encontrar las relaciones entre variables, que puedan generar conclusiones válidas, orientadas a la toma decisiones basándose en la teoría de las probabilidades. En esta fase de análisis es sustancial priorizar los información, es decir, utilizar los datos más representativos para establecer relaciones, y que tengan la capacidad de reflejar un comportamiento de la realidad; para lo cual, la estadística posee instrumentos de análisis de datos como “la minería de datos”, que se sustenta en el uso de análisis matemáticos para determinar patrones y tendencias en los datos, y resulta efectiva, en la medida que la información que se recolecta es extensa o compleja, y no existe ningún referente visible para establecer relaciones o vínculos entre datos.
Una de las características de la aplicación de la estadística como una técnica de análisis cuantitativos en procesos de investigación, es la habilidad de expresar la información en forma de modelos estocásticos2 como una manera de sintetizar la realidad mediante la obtención de resultados numéricos, y por supuesto anticiparse al comportamiento mediante predicciones de comportamientos en las variables y no como una especulación donde el grado de incertidumbre imposibilita la certeza de la ocurrencia de un suceso, esto no quiere decir que la estadística sea exacta en todas sus formas, pero si se acerca bastante a los comportamientos reales.
Finalmente, la transversalidad de los métodos estadísticos en la investigación cuantitativa, vislumbra un planteamiento integral, que no solo se orienta al entendimiento de la realidad y sus problemáticas, sino también a una nueva interpretación con números, que permite al sujeto investigador generar conclusiones acertadas y con un soporte metodológico consistente carente de incertidumbre, que resulta útil en el momento de toma de decisiones.
2 Los modelos estocásticos consideran un factor aleatorio, que incluye el componente de la incertidumbre.
Escritor: Jaime Gallego Navarro.