El hombre a medida que pasan los días se da cuenta la necesidad de conocer de dos ciencias tan importantes como física y química, estas dos han presentado una serie de adelantos desde sus inicios, y son ellas las que han permitido que el hombre mejore su calidad de vida. Pero no solo se han realizado adelantos para el beneficio de la humanidad, el hombre en pos de su propio provecho y dándose cuenta que los adelantos de la ciencia podrían generar grandes beneficios personales, lucho por manipular a la sociedad y así unos pocos manejan a muchos.
Las ciencias como la física han mejorado las comunicaciones, ya para nosotros es normal enterarnos de los acontecimientos a nivel mundial en segundos, algo que hace unos años atrás era imposible, los satélites ayudan a agilizar todo en la vida, pero también se han utilizado en casos de espionaje y de armamento nuclear. Hay que ver como la medicina han ayudado a la humanidad, recordemos como una operación de rodilla era de una larga duración y su recuperación aparte de ser dolorosa era muy extensa, vemos como las artroscopias ayudan a recuperar los ligamentos y posteriormente las etapas de recuperación, las fisioterapias, se hacen de una forma que los pacientes se recuperan cada vez más rápido.
La química nos muestra como los alimentos de hoy en día manejan un alto nivel de compromiso con los trastornos en el hombre, la comida chatarra que sustituye la comida tradicional, la comida precocidad ha tomado un papel en la vida de agilidad mas no de alimentación. El hombre se da cuenta de que su alimentación nos es la mejor y hace caso omiso, no nos damos cuenta de que podemos llegar a un nivel donde los trastornos alimenticios afecten tanto nuestra salud, pero actualmente los compromisos no nos hacen ver que a medida que los años pasen la salud no va a ser la mejor y terminaremos muy mal.
Los alimentos en su gran mayoría tienen procesos químicos, los cuales se utilizan para que se conserven y algunos más para que su maduración sea más rápida, por eso vemos como los pollos hoy en día se engordan y terminan en un plato en 30 días, algo que muchos años atrás no se tenía pensado, pero de qué forma ese pollo se engorda, alimentos procesados y que hacen que el animal crezca rápidamente pero donde su carne no se madura, y mucho menos el poder alimenticio, la carne de este animal ya no tiene poder alimenticio, su carne desabrida hace que debamos además que agregarle sustancias químicas como salsas de condimentos, lo cual nos produce más trastornos en la salud del hombre.
Si además a este alimento lo acompañamos con las bebidas como gaseosas o con bebidas hechas a partir de sustancias químicas como son los frutiño u otras similares, nuestro cuerpo no resistirá, estas bebidas lo único que hacen es un daño severo en la flora intestinal, hay que observar que productos como el frutiño es utilizado en otras cosas, los plomeros la utilizan para destaquiar las diferentes cañerías, entonces como se comportara en la parte interna de nuestro cuerpo, pero el facilismo de la vida actual provoca que con un poco de agua preparemos un jugo “saludable”, pero si eso es lo que nos venden en la publicidad engañosa de la vida diaria, en donde el hombre busca su beneficio propio, y aparecen algunos mal llamados doctores que acreditan estas bebidas.
Ni hablar de otras bebidas como los te embotellados, otra gran farsa de la química moderna, actores que no saben nada de la materia lo promocionan, y nosotros los incautos lo compramos, pero nuestra salud es la que se acaba, es por ello que encontramos que la química actualmente no es la mejor. Como podemos abrir los ojos, como podemos darle a nuestros hijos y las siguientes generaciones motivos para mejorar su calidad si nosotros no buscamos soluciones sino que al contrario lo único que queremos es el facilismo y el beneficio de unos cuantos. La química y la física son ciencias de vida y no de muerte pero no queremos ver lo positivo sino el dinero y el poder que ellas proporcionan, ojala en algún momento nos demos cuenta lo beneficio y lo grandioso de los adelantos de las dos ciencias que nos dan vida.
Escritor: Eduardo Obando Reina