La Infecciones de Transmisión sexual (ITS) más común en México y su repercusión social.

Desde hace más de 10 años se ha considerado a la Candidiasis vulvovaginal, llamada también micosis vulvovaginal o balanitis fúngica, como la infección de transmisión sexual (ITS) más común en México, ocupando el primer lugar de incidencia en mujeres de cualquier edad. Actualmente, los reportes han mantenido la misma tendencia. La razón de este fenómeno es la endogenia del agente causal, el hongo Candida albicans, que pertenece a la flora normal de la vagina. En condiciones vaginales normales este hongo habita en forma de espora; en otras circunstancias, donde el ambiente vaginal o vulvar son alterados por factores bioquímicos o fisiológicos, se modifica su estructura tomando una forma filamentosa que ocasiona síntomas específicos a la mujer como comezón, ardor e irritación en introito y vulva, además de una descarga de flujo blanquizca o amarillenta de textura cremosa o con grumos, sin olor desagradable.

Los factores que inducen estos cambios morfológicos en el hongo C. albicans son derivados de cambios hormonales durante la vida de la mujer o por sus hábitos de higiene y de dieta. No se refiere a falta de higiene, al contrario, uno de los factores inductores es la excesiva limpieza con agua, jabón, duchas que la mujer mexicana suele aplicarse no sólo en vulva sino también en lavados vaginales, tratando de eliminar el olor propio de la zona ocasionando alteración de la flora normal vaginal, que incluye bacterias, entre ellas los lactobacilos. El uso de ropa ajustada, ropa interior de materiales sintéticos, el medicarse con hormonas sin diagnóstico previo, el alcohol, las drogas, el estrés y el abuso del azúcar en la ingesta diaria tanto en sólidos como en bebidas que favorecen el desarrollo de este hongo. Podemos deducir que personas con diabetes mellitus o con alguna alteración en el sistema endócrino con frecuencia son susceptibles de infecciones por C. albicans o de alguna otra especie del mismo género.

C. albicans en su forma filamentosa comienza a reproducirse compitiendo por espacio y nutrientes con las bacterias, incluso los lactobacilos tan benéficos para mantener el pH y ambiente vaginal. El hongo es más competitivo en la mayoría de los casos, coloniza y se produce la infección. ¿Entonces, por qué la candidiasis vulvovaginal es considerada una infección de transmisión sexual, si se trata de un agente endógeno de la vagina? Es un ciclo; la mujer portadora de la forma patógena de C. albicans puede transmitirla por medio de las relaciones sexuales, por lo que la pareja ahora se hace portadora de la infección y se vuelve vulnerable a padecerla. Por supuesto si ésta última mantiene contacto sexual con otra pareja, ésta será receptora y portadora a su vez.

Es importante destacar que como agente oportunista, C. albicans se vale de medios vaginales que han sido colonizados por otra infección, como la ocasionada por el virus del papiloma humano (VPH). Cuando se establece este virus en vagina y útero, crea un ambiente propicio en el que C. albicans se transforma a su estado filamentoso y se multiplica comenzando la candidiasis concomitante. El ciclo de origen y transmisión de la candidiasis es desconocido por la mayoría de la población mexicana. Esta enfermedad ha sido considerada como infección de estricta transmisión sexual, lo que conlleva a estigmatizar su aparición. Se descalifica y culpa al hombre y a la mujer que la padecen, poniendo en duda la moral de la primera y la fidelidad del segundo, cuándo éste también puede desarrollar candidiasis por excesiva humedad principalmente, o por utilizar trusas de fibras sintéticas, además de las causas mencionadas para las mujeres.

En nuestra sociedad mexicana existen muchos tabúes sobre nuestra sexualidad que imponen muros, interfieren y tergiversan información útil para alcanzar salud plena e integral del individuo. Dichos tabúes han promovido pérdidas importantes en nuestra salud, desde una grave complicación de ITS por evitar la consulta médica debido a la vergüenza y “pudor”, hasta la infertilidad, esterilidad o muerte del que la padece.

Compañías farmacéuticas tales como Bayer, Janssen-Cilag y actualmente Genomma Lab, han iniciado campañas en medios masivos de comunicación, promocionando medicamentos para contrarrestar este tipo de infección. Sus promocionales contienen mensajes dirigidos a mujeres para enterarlas de infecciones “oportunistas” cuya presencia no se debe sólo a relaciones íntimas, si no a cambios hormonales o hábitos higiénicos que urge cambiar. Este tipo de información promueve más comprensión entre las parejas e inquietud de visitar al médico para enterarse y mejorar su salud sexual.

Instituciones del sector salud, han decidido incrementar la información sobre ITS; canales de comunicación establecidos a través de campañas contra el virus del papiloma humano (VPH) y del SIDA (VIH), han picado piedra en la educación de la sexualidad y han conseguido que aumente el número de mexicanos sensibilizados e interesados sobre este tema deseando mejorar su salud y la de sus parejas. Además, organizaciones no gubernamentales como CORA, IPAS, MEXFAM y CDH, entre otras, promueven proyectos donde interviene la educación y sensibilización de los mexicanos en pro de sus derechos sexuales, induciendo a la búsqueda y responsabilidad de la salud sexual.

Los anteriores, en conjunto, son proyectos que estimulan la conciencia sexual de los individuos y por ende la disminución de infecciones de transmisión sexual, así como marginaciones sexuales en la familia y en la población general. Estos proyectos contribuyen a incrementar el número de individuos sensibilizados y conscientes de la necesidad de mejorar su salud y su calidad de vida. Para concluir, es importante señalar que existe una responsabilidad personal para buscar información que nos ayude a mantener nuestra salud, a buscar información científica y fidedigna acerca de estos padecimientos y sus agentes causales, y a evitar contraer este tipo de infecciones por falta de información. Es una obligación moral y social el transmitir este conocimiento a nuestras nuevas generaciones, por sentido común.

«Sentido común: algo así como salud contagiosa.» Alberto Moravia.

Escritor: Amelia Vachier Díaz

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