LA LITERATURA COMPARADA

Resulta imprescindible señalar que la literatura comparada ha manifestado un énfasis por enriquecer los aspectos filológicos mediante la comparación de ciertas producciones literarias provenientes de una nación con textos foráneos que, a simple vista, no poseen rasgos comunes. Comprender que la transformación de una obra se engendra por las influencias externas, permite expandir los límites de investigación y fomentar un diálogo universal.

El enmarañamiento comunicativo puede abarcar rasgos temáticos, cronológicos y teóricos, siempre con un eje móvil de similitudes. De allí que señalaríamos que toda obra literaria depende de otra anterior. Este fenómeno inductivo conlleva, además, a reducir el centro de estudio y margina a los que se hallan fuera de la periferia. Aquello que no estaba perteneciente al canon establecido, no es visto objetivamente, se descarta o minimiza su participación.

El enmarañamiento comunicativo puede abarcar rasgos temáticos, cronológicos y teóricos, siempre con un eje móvil de similitudes. De allí que señalaríamos que toda obra literaria depende de otra anterior. Este fenómeno inductivo conlleva, además, a literatura comparada, la falta de un juicio analítico, (pues solo se dedicaban a indagar las referencias geográficas y cronológicas) ya no son aceptables debido a las constantes observaciones de derrocar lo hegemónico que ha inducido las ansias de leer sin predisposición de los órdenes jerárquicos.

Hemos señalado que la interdisciplinariedad ha logrado vislumbrar con mayor expansión la forma de interpretar, por lo que la literatura comparada propone asimilar diversas perspectivas teóricas, creando una posibilidad de interpretar con reflexión, sentido y técnica. El modelo a seguir, según Croce, sería indagar las alteraciones en distintos discursos literarios, sus temas, sus ideas, su forma de composición, todo dependiendo de las interacciones que se puedan regular.

Otro estudioso de la literatura comprada, C. M. Gayley, manifiesta que este método comparativo deja expuesto rasgos que vinculan dos o varios textos, ya que es “un campo de investigación, el de las relaciones literarias entre las distintas nacionalidades, y el estudio de los préstamos, imitaciones y adaptaciones internacionales” . A partir de esta afirmación, podemos remarcar que la relación social es un factor importante para los fenómenos literarios. Lo importante será, para el investigador, no solo encontrar similitudes, sino presentar las diferencias que siempre obedecerán a la idea de lo social; es decir observar la simultaneidad del desarrollo entre una nación y otra, teniendo en cuenta si poseen o no la misma evolución.

René Wellek, en su artículo “La crisis de la literatura comparada”, añade que el fuerte deceso de la literatura comparada se debe a la incapacidad de forjar una metodología que lo diferencie de las demás teorías. Indica Wellek que el comparatista solo se centra en lo superficial de las fuentes, pero ninguna obra puede ser vista como un conjunto de corrientes que agregan nociones. Por tanto, ¿de qué nos vale saber dichas influencias y los estudios de fuentes para un estudio literario como si fuera una explicación de causa y efecto?: “Han acumulado una masa enorme de paralelismos […], pero raramente se han preguntado qué demuestran tales relaciones, excepto, quizá, el hecho de que un autor conoció o leyó a otro” . Por tanto, Wellek postula el abandono de los límites artificiales de investigación a fin de trascender los límites de la propia literatura propia de una nación.

Este lineamiento es trazada por Hans-Georg Ruprecht, en su “Literatura comparada y racionalidad teórica”, al indicar que es imprescindible seguir con un hálito teórico ante la falta de una metodología teórica y debe erigirse con una interrelación que confronte la teoría literaria y exponga la heterogeneidad cultural, la preocupación de los modos de operar y las nuevas exigencias del pensamiento humano. La literatura comparada se verá reconocida “en la medida en que estén construidos sobre una racionalidad teórica modelizante” . En otras palabras, el método comparativo por sí solo no funciona sino posee una sustentación válida que enfoque la racionalidad teórica.

Esta breve indagación en torno al método comparativo, pretende evidenciar una multiplicidad de razones para producir una investigación de diálogo intercultural mediante los textos literarios. La interpretación teniendo de referencia el otro recíproco permite una igualdad, una equivalencia en la forma de analizar sin caer en la vana subjetividad. El diálogo entre dos entes diferentes crean una dimensión comunicativa que recoge reciprocidad en el interés común: la posibilidad de exponer la visión personal del mundo, amparándose a la tradición estilística adquirida.

Autor: Williams Nicks Ventura Vásquez