LA NEUROPSICOLOGÍA: UNA ESTRATEGIA EN LA EDUCACIÓN

Muchas veces como docentes o padres, encontramos que nuestros hijos o estudiantes presentan dificultades en su proceso de aprendizaje y en muchas ocasiones no sabemos cómo tratarlas ni cómo manejarlas dentro de nuestro quehacer cotidiano. Algunas veces encontramos que el niño no quiere escribir, estudiar, ni siquiera ir al colegio. ¿Qué hacer? Es una pregunta difícil de contestar que nos hacemos a diario en todas las escuelas. Las estrategias a aplicar son diversas hablando en un contexto puramente pedagógico pero, recurriendo a otros ámbitos como la neurociencia; esta podría ser un buen complemento a la hora de ayudar a nuestros estudiantes.

¿Qué avances científicos sobre el cerebro se pueden emplear en el aprendizaje? Para esto, vamos a hablar acerca de la neuropsicología; una disciplina que une la neurología y psicología, estudia los trastornos de comportamientos cognitivos y emocionales relacionados con el disfuncionamiento del cerebro. Esta disciplina ocupa el lugar central en la neurociencia, lo cual consiste en estudiar las relaciones cerebro-conducta, para poder explicar las disfunciones cognitivas (problemas de memoria, de atencion etc.), emocionales y funcionales en el ser humano. La neuropsicología puede dividirse en dos ramas: la neuropsicología clínica y la neuropsicología del aprendizaje.

Veamos algo acerca de la neuropsicología del aprendizaje. Con esta se pueden trabajar las disfunciones de aprendizaje y conducta al igual que los trastornos atencionales. ¿Cómo saber si hay una disfunción en el aprendizaje?. Es necesario realizar una evaluación la cual nos facilitará un diagnóstico para practicar actividades más objetivas para el niño y de esta manera lograr avances significativos en su proceso de aprendizaje.

Esta neurociencia puede ser aplicada en los procesos de aprendizaje favoreciendo el rendimiento escolar, optimizando las capacidades de cada niño, superando y previendo el fracaso escolar, trabajando no desde el síntoma, si no desde la causa que produce estas situaciones, mejorando así la calidad de vida, logrando que el niño mejore su rendimiento académico y de esta manera su estado emocional, por tanto su autoestima y confianza en sí mismo, vinculado con la motivación y el aprendizaje.

Es necesario tener en cuenta las habilidades de los niños y desarrollarlas al máximo a través de estrategias empleadas en el aula de clase, siempre con la colaboración de los padres de familia.
¿Qué estrategias pedagógicas nos puede dar la Neuropsicología?

Tomemos un problema que puede ser común en nuestros estudiantes: la dislexia. Este es un trastorno que suele detectarse entre los 8 y 13 años, se caracteriza por la dificultad en la comprensión de textos escritos, también en el momento de distinguir o memorizar letras o grupos de letras, entre otros problemas. Esto puede suceder por que el hemisferio responsable de procesar la información visual actúa a menor velocidad que el hemisferio encargado de los procesos del lenguaje, para esto debemos tener en cuenta la percepción visual del niño monitoreando su visión, audición y lateralidad.

En la visión un trastorno como la dislexia; se da por un defecto en el momento de procesar símbolos gráficos. Su tratamiento puede ser mediante ejercicios de ojos y terapia del comportamiento de la visión que pueden ayudar a tener un mejor movimiento ocular, ya que de esta manera se ejercitan los músculos oculares.

En la audición, la dislexia se presenta en dificultades al relacionar el procesamiento auditivo del lenguaje. Esto se debe a la dificultad de recordar los sonidos que las letras individuales representan, la dificultad en el procesamiento de los sonidos que pueden cambiar rápidamente o mezclar las palabras en sonidos individuales. Para este tipo de trastorno se busca desarrollar un entrenamiento auditivo el cual puede ser un programa de habilidades meta fonológicas, que incluya actividades de segmentación para la lectura.

En cuanto a la lateralidad, este es el proceso mediante el cual el niño va desarrollando la preferencia o dominancia de un lado de su cuerpo sobre el otro. Nos referimos a las manos y los pies. Si el niño presenta una dificultad en la lateralidad a nivel espacio temporal, puede aparecer la dislexia, para esto es necesario un diagnóstico de la lateralidad que nos permita conocer cuál es el lado predominante del niño.

En las escuelas y colegios, y en especial aquellos que manejan la edad de jardín y el nivel de educación primaria, son muchas las ocasiones en que se pasa por alto estas situaciones y no les damos una correcta guía a nuestros estudiantes; las razones pueden variar desde la cantidad de niños que se trabajen por aula, lo que hace difícil que los docentes dediquen más tiempo individual a sus niños, hasta la misma preparación y entrenamiento de los docentes para diagnosticar y tratar estos problemas. Tanto el docente como el padre de familia deben siempre andar vigilantes y tener en cuenta el comportamiento del niño y sus habilidades.

Escrito por: Diana Nidia Prieto Uribe