LA PLATAFORMA INSTRUMENTAL COMO ESTRATEGIA ADAPTATIVA DEL HOMBRE Y SU RELACIÓN CON EL DESARROLLO SOSTENIBLE

Para nadie es un secreto que hoy día, hay una preocupación constante por el ambiente y todos los impactos generados por el hombre; desde la década del setenta la humanidad se percató formalmente de las necesidades ambientales que tiene logrando introducir la dimensión ambiental en las agendas políticas de todos los países, y considero que está dentro de ese sistema biológico y físico a lo que llamamos ecosistema. Sin embargo, se han tomado medidas de orden conservacionista y parece tener muchas divisiones de carácter político, económico y cultural. Estudios más recientes se han preocupado por buscar las bases epistemológicas del problema y vaya que se ha encontrado interrogantes sin responder, entre ellos: ¿Cuál es la ecología del hombre? ¿Cuál es el nicho del hombre? ¿En qué se diferencia el hombre de los demás mamíferos? ¿Cuál es el papel de la plataforma instrumental en el equilibrio del ecosistema? ¿Qué son los problemas ambientales?. El presente ensayo pretende dar respuesta a estos interrogantes a partir de los postulados de Augusto Ángel Maya en su documento “El retorno de Ícaro” y de las reflexiones de Francisco Gonzales León de Guevara alrededor de los conceptos: ecosistema, cultura, y desarrollo sostenible.

Hablar de problemática ambiental, implica hablar necesariamente del hombre, esto en razón de que es la especie que ha generado impactos en el ecosistema en periodos de tiempo muy cortos y parece ser hasta el momento la especie indomable, predominante sobre las demás especies del ecosistema. Esta situación ha sido objeto de estudio de varias áreas de conocimiento como la sociología, filosofía, psicología, biología, física y aún más reciente de la ecología y la genética; encontrándose en conflicto constante varias de ellas por su contrariedad teórica. Parece ser que de antiguo, la sociología y la biología han tomado rumbos aislados y poco parece respaldarse la una de la otra; sin embargo tienen un punto de convergencia y es el hombre, como individuo transformante y su capacidad de crear herramientas; la biología lo reduce a la genética y lo ha puesto en un pedestal, la sociología lo reduce a su historia. Aquí tenemos un reduccionismo que más que biologicista por mi parte lo llamaría sociobiologicista.

Más allá de eso, hemos limitado la evolución a mecanismos de adaptación meramente genéticos, pero el hombre parece salirse del parámetro porque para evolucionar ha realizado cambios de otro orden, principalmente de tipo tecnológico, es decir cambios externos; no en su constitución genética; es aquí en este punto donde se ha preguntado cual es la función del hombre en el ecosistema, cuál es su papel, acaso la evolución perdió su rumbo y por error arrojo al hombre, eso es lo que nos ha tratado de decir la ecología, pues a cada especie del ecosistema le ha asignado una función específica, el único al que no se le ha encontrado una función es al hombre y para objeto de evitar el problema de conocimiento se prefirió eliminar del ciclo ecológico y apartarlo como un insolente; pero a su vez se contradice al señalar al Homo sapiens como la especie con cualidades especiales que lo diferencian de los demás seres vivos y por las cuales domina sobre todo lo que existe.

La historia evolutiva se ha contado aparte de la historia del hombre sin señalarse que las dos hacen parte de la misma línea de tiempo y que la evolución se encuentra en manos del hombre y que la evolución no obedece a cambios genéticos sino en cambios de su instrumentalidad, esto en respuesta al decir que el hombre se encuentra en una emergencia evolutiva entendiéndose emergencia en términos de Augusto Ángel como “la capacidad del hombre para establecer sus propias reglas de comportamiento que no satisfacen completamente la biología y la ecología”, esto se traduce en que el hombre no presenta un nicho especifico, claro y detallado, su nicho responde a la construcción de herramientas tecnológicas que le permitan adaptarse al medio gracias a su capacidad neurológica dada por el aumento en el tamaño de su cerebro y el conjunto perfecto de la visión estereoscópica, posición erguida, adquisición del lenguaje y el pulgar prensil.

De modo que el nicho del hombre corresponde a la cultura que representa la compleja e incesante plataforma instrumental, que incluye las herramientas convencionales hasta la palabra y los símbolos de todo un pueblo. Así, las estrategias del hombre para adaptarse están directamente relacionadas con su historia desde que era cazador recolector para adaptarse y tener éxito se vio en la necesidad de crear armas, después de pasar del nomadismo al sedentarismo genero una nueva estrategia adaptativa con la creación del concepto de propiedad privada, la organización militar, la plataforma científica, la invención del dinero, la organización social y la división del trabajo.

Si queremos lograr un cambio en el comportamiento del hombre para disminuir su impacto en el ecosistema se requiere de un cambio cultural y por ende de un cambio en su sistema tecnológico de adaptación que para que tome fuerza, requiere del uso del lenguaje y almacenarse en el neo encéfalo que es el único que tiene memoria histórica; así podemos deducir que la cultura hace parte de la naturaleza y que no se limita necesariamente a la sociología.

Lo anterior quiere decir que los problemas ambientales son consecuencia de la evolución y que han acompañado al hombre desde su origen a través de sus medios de adaptación, es decir desde la aparición de la cultura que en la actualidad parece ser más compleja y apoyada en una rama más que es la economía, la cual parece generar desigualdad social, mayor presión eco sistémica por la distribución de recursos, encarecimiento de procesos productivos y violencia; rompiendo así como lo señala Francisco Gonzales: “el equilibrio entre el sistema social y el ambiente biofísico”. Identificada la fuente del problema, la cuestión ahora es replantear integralmente el sistema cultural especialmente en el estilo de la estrategia adaptativa del hombre.

Vale aclarar que los problemas ambientales, se presentan especialmente cuando hay una falla en cualquiera de las expresiones culturales del hombre como es en los procesos tecnológicos, procesos de conocimiento, político, económico, epistemológico, técnico, partir de la intersección en las relaciones del medio biofísico y el sistema social, que puede estar fortalecida por el modelo económico que la sociedad practique; el medio biofísico se entiende como una fuente de extracción de recursos inacabable rompiendo con el equilibrio ecosistemico.

Sin embargo, encontramos varias culturas, esto en respuesta a que cada uno se generó en un espacio y lugar determinado, pero cuando dos culturas se encuentran, nos señala Fernando Gonzales, se sufre un proceso de aculturación, el ejemplo más claro y conocido es el de América, en donde una cultura solapo a otra, y que hoy día con la idea de globalización la aculturación de los pueblos es extrema, eso se traduce en una externalización del hombre respecto de su ecosistema, la visión reduccionista de producción y consumo, que en términos económicos se entiende como oferta y demanda que obedece al sistema económico de carácter capitalista que tenemos. Es pertinente en este momento señalar que requerimos con urgencia de un cambio en todos los sistemas que hacen parte de nuestra estrategia adaptativa, que empieza a gestarse en la sociedad, esa nueva cosmovisión, corresponde al desarrollo sostenible o sustentable y para que esta se ponga en marcha y funcione es necesario construir una estrategia de interacción entre el sistema natural y social lo cual implica procesos de participación comunitaria autogestivos que replanteen el sistema epistemológico y metodológico del hombre.

Escritor: Diana Carolina Sarmiento Lozano