La política en la sociedad adolescente

Vivimos en un mundo globalizado, con una particularidad, la sociedad se fue adolescentizando. Este comportamiento, quizás, deba ser interpretado como un fenómeno de carácter funcional a la globalización.

Creemos que el planteo de la brillante pensadora alemana Hanna Arendt no logra brindar una acabada respuesta a esta problema. En consecuencia, situar la dinámica de este fenómeno en una sociedad que pugna por mantenerse joven en una coyuntura socio – económica determinada en la que “…los hombres se organizan políticamente según determinadas comunidades esenciales en un caos absoluto, o a partir de un caos absoluto de las diferencias” (Arendt, 2007: 45), suena, a priori, como impensado. constitutivo, entendido como indispensable, del actual estado del desarrollo capitalista y forma parte de la voracidad del mercado, a la hora de consumir a los que creen ser consumidores. Di Segni Obiols, 2004: 16 y 17).

Por lo expuesto es que no debe resultarnos extraño que la crisis de ese adulto permanentemente joven, empuje a los realmente jóvenes a un estado de indefensión y vulnerabilidad tal que los sumerge en un desconcierto difícil de sobrellevar.A esta altura de los acontecimientos, en que el capitalismo ha creído encontrar en el fundamentalismo islámico un enemigo ideal para suplantar el colapso socialista, está claro que la política ha desechado la ímproba tarea de armonizar las diferencias y ha entregado al mercado la factibilidad de incentivar el consumo joven en occidente (eternizando la adolescencia), paralelamente que elimina jóvenes en oriente (favoreciendo el proceso inverso).

Este accionar, este ser cada vez más joven de occidente, genera otra problemática que, en nuestro particular estadío de desarrollo capitalista tardío, se manifiesta a partir de la irresponsabilidad, descompromiso y correspondiente confusión de roles, que los adultos adolescentizados conllevan a la hora de tomar decisiones. Esto se patentiza crudamente en nuestro sistema educativo. Allí, tal cual lo dejamos planteado en nuestra hipótesis incluida en el anteproyecto de tesis doctoral (cuyo protocolo de investigación fue presentado y aprobado en diciembre 2006), la adolescentización del adulto y su contrapartida dialéctica, la adultización del adolescente, genera un desplazamiento de los objetivos históricamente asignados a la Escuela. Ya no se espera de ella la construcción y transmisión de un saber socialmente relevante (de eso se encargará el mercado) sino que se le exige actuar como agente de prevención en salud (prioritariamente) y de contención afectiva (secundariamente), cuestión que provoca una crisis sin precedentes, agudizada, pues los actores involucrados no se encuentran preparados para afrontarla.

Ahora bien, es interesante entonces, remitiéndonos a Hanna Arendt, pensar en cómo interviene la política y fundamentalmente la acción política, a los efectos de paliar esta, creemos, grave y comprometida situación. El déficit que le atribuimos a Arendt está relacionado con que no conoció la globalización capitalista. Es más, no vivió el colapso socialista; por lo que el planteo de armonizar las diferencias se torna como improbable, máxime que a esta altura de los acontecimientos no son esas diferencias las que generan el caos, sino que justamente, es la homogeneización de los iguales lo que profundiza las contradicciones.

Pero además debemos agregar que Arendt tampoco vivió en una sociedad que valoraba lo eternamente joven, sino que por el contrario, la sociedad de Arendt era una sociedad jaqueada por los totalitarismos, la guerra y las recurrentes crisis post bélicas y de enfrentamientos focalizados. Con un recurrente deseo de paz y reconstrucción, después de inundar occidente y oriente con la sangre de más de cincuenta millones de seres humanos. No deseamos, en consecuencia, elaborar una crítica aguda a la preclara filósofa alemana. Nada más lejos. Por el contrario, nuestro interés pretende dejar sentado que la lectura de los clásicos es imprescindible para luego sí, replantear el conocimiento en una nueva y, quizás, sorprendente coyuntura.

Es por lo expuesto que consideramos menester insistir en el análisis del actual estado de desarrollo de las fuerzas productivas, profundizando acerca de las razones que nos pueden impulsar a generar nuevos comportamientos, siendo la adolescentización una de las facetas más destacadas. Deberíamos preguntarnos, entonces, si este fenómeno no es más que una estrategia de supervivencia que oponemos al sistema. Cuestión ésta que deberíamos investigar.

Bibliografía

Arendt, Hanna. ¿Qué es la política? Buenos Aires. Paidós. 1ª ed. 1ª reimp. 2007.

Di Segni Obiols, Silvia. Adultos en crisis, jóvenes a la deriva. Buenos Aires. Noveduc. 1ª reimp. 2004.

Escritor: Luis Ricardo Are