La representación en la mente y en el lenguaje dan forma a la cultura

En el texto “Representation: Cultural representations and Cultural Signifying Practices”, el autor inicia mencionando la importancia de la Representación como enlace entre el sentido del Lenguaje hacia la cultura. Hall se propone dar respuesta a la siguiente pregunta: ¿Cómo se conecta el concepto de Representación, Sentido, Lenguaje con el de Cultura?, y lo hace mediante la exposición clara y concreta de tres enfoques de la representación como son: El enfoque Reflectivo, el enfoque Intencional y finalmente el enfoque Construccionista o Constructivista.

El recorrido de sus argumentos arranca con una explicación un poco extensa pero muy clara de lo que conforma el signo lingüístico para Sussure. La representación es el sentido de los conceptos en nuestras mentes. Por medio del lenguaje que vincula, tanto a los conceptos (imágenes o mapas mentales/conceptuales de los objetos), como al lenguaje para hacer posible la Referencia al y del mundo real.

La Representación es la materialización de los conceptos en nuestras mentes por medio del lenguaje, que tiene el papel de dibujar, pintar o describir ese mundo es decir RECONOCER.

Ahora bien, ya entendida esta indiscutible relación, vamos al uso y mecanismo del lenguaje, primero que todo, se debe mencionar que así como las personas son pertenecientes a una misma cultura, identidad y referentes mentales, es importante no olvidar el asunto del Código, elegido por este grupo en particular que es el idioma que establece una reglas de juego definidas para este grupo.

El lenguaje se desenvuelve en varios estadios en donde las imágenes por ser representaciones muy similares a la “realidad”, son icónicas y también van de alguna manera a imitar ciertos conceptos, que en cierta medida pueden llegar a ser universalizados. En otros momentos vemos los grafemas, es decir la escritura de las letras elegida por una comunidad, como se menciono anteriormente, y que esencialmente, son llamados los Signos.

Hall continúa ampliando cómo se han concebido los tres enfoques de la representación mencionados al inicio de este texto: El Reflectivo llamado así por su efecto espejo, esto es, el concepto mental es la repetición o imitación de la representación empleada (mimética). Luego tenemos el enfoque Intencional, que expone que el lenguaje es un” juego privado” en donde cada individuo ejerce su particularidad e individualidad creando códigos, lenguajes y términos con significación para él, lo cual es muy poco funcional, como lo expone Hall ya que el lenguaje es posible gracias a las convenciones sociales.

Por último expone el enfoque Construccionista o Constructivista en donde el mundo cobra sentido gracias a esas representaciones a veces muy parecidas a nuestro mapa conceptual o a veces muy arbitrarias, pero que gracias a la aceptación, repetición y uso continuo ya lo tenemos dado por regla, y en donde el lenguaje es cambiante, porque el mundo de las representaciones no es “verdadero” sino el sentido que se le atribuye.

Todo lo anterior, se encadena y encaja en lo que el autor, Stuart Hall simplifica en los últimos apartes de este fragmento, las representaciones hechas por los miembros pertenecientes a una cultura, es decir desde el concepto mental, sus construcciones mentales, su forma de emplear el lenguaje, visual, gestual, verbal y escrito, moldean ese misma cultura y viceversa.

Escritor por: Beatriz e. torres