LA VENEZOLANIDAD……REALIDAD, MITO O FICCIÓN?

No es fácil escribir sobre este tema pero, al menos para mí, es una necesidad. Antes de comenzar el tema, es imprescindible, hacer algunas reflexiones y remontarme a otras épocas, cuando ni remotamente pensaba que el escribir sobre la venezolanidad se convertiría en una necesidad, en un desahogo, en una catarsis muy personal, muy especial.

Siempre me sentí muy orgullosa de ser venezolana. Cuando niña, veía y leía cualquier cantidad de programas o libros de historia, de folklore, de tradiciones. Los actos en el colegio te reforzaban ese orgullo y Yolanda Moreno te transportaba a lugares y a situaciones que te hacían desear ser como ella. Mi primer héroe fue Simón Bolívar. Yo lo adoraba. Era otra época. En el recibo de una amiga, mi mejor amiguita, había un retrato de Simón en su caballo blanco…..que pasión.

A medida que fue pasando el tiempo, otros ídolos aparecieron en mi vida pero nunca olvidé a mi amor primario. primer documento oficial escrito por El Libertador y allí hubo un lamento, muy doloroso sobre la situación de Venezuela en ese momento. Nada que ver. Vendrían épocas y situaciones inimaginables en la historia de Venezuela.

Me encantaba y me encanta todo lo popular y lo folklórico, eso es lo que define la cultura de un país pero en Venezuela, se hizo y se hace cada vez más cuesta arriba. El venezolano pasó de ser un cómodo habitante de este país a un ser total y absolutamente indiferente ante la identidad que debe poseer como miembro, por haber nacido aquí, de esta Nación. Hasta rabia hay, por doquier, se respira en el ambiente…..sencillamente, no le importa esta vaina.

Nada. Yo seguía con mis pasiones primarias, Bolívar y el folklore venezolano, además de un profundo orgullo y respeto por su geografía. Y duele, duele mucho ese desprecio, esa apatía, esas ganas de salir volando para Miami, Nueva York, etc. No importa, el caso es salir, huir….esto se lo llevó quien lo trajo, no hay nada que hacer.

..las batallas, las estrategias, su trágica y sola infancia, su viudez, sus grandes amores, su necesidad de ver cumplida una promesa hecha en el fragor, en el calor de una ilusión, de una emoción, de un dolor hacia la Patria. Me molestaba tanta indiferencia ante el hombre que le había puesto todo a esta misión pero no podía hacer nada sino seguir inculcando en mis alumnos, el amor a la Patria, por la vía que fuera.

Generalmente, lo lograba y los muchachos, a veces, preguntaban: Y qué pasó después, profe?, yo les contestaba, lo veremos en el próximo capítulo jajajajajajajaja, ellos se reían también y se quedaban esperando la próxima clase. Era gratificante y emocionante como profesor, el lograr tal interés. No siempre se obtenía el resultado esperado pero siempre había algo, una lucecita al final del túnel.

Pasaron muchos años y finalmente, por razones ya más de agotamiento y decepción por el sistema educativo que por otra cosa, decidí no seguir trabajando y dedicarme a ver las telarañas del techo, necesitaba descansar y fue mi trabajo durante muchos meses. Durante esos meses, las noticias se agolpaban, las cosas empeoraban, que si la ideología, que si los líderes, que la economía… a esto se agregaron las colas, la comida, los bajos sueldos. Tantas cosas se acumulaban en mi mente.

Y yo decía, qué pasa con el país, por qué no pueden ver lo hermoso que es, lo rico de sus recursos, su historia maravillosa, sus fiestas folklóricas, sus tradiciones, su cultura, nuestra manera de hablar, lo que somos, nuestro humor, tan particular…..todo es un chiste, a todo le sacamos punta, a todo le buscamos la parte graciosa y la jodedera. Y está bien, somos así.

¿Sin embargo, somos o no venezolanos? ¿Nos sentimos identificados con el país? ¿Conocemos el país? ¿Sentimos algún interés por saber algo del país? Pues no. No nos interesa. Nos quejamos constantemente. Todo malo. Todo negativo. Pérdida total. Es como si nadie pensara en el pobre país. Si Venezuela fuera humana, estaría al borde del suicidio, más por la indiferencia de la gente que por sus propios problemas. y por qué aquí no puede ser igual?? Buena pregunta.

Qué será lo que falta?…….Nadie sabe. identidad con tu país. Al principio, era algo así como, bueno, cómo se le ocurre a esta loca, hacer esto??…….que fastidio. La gente de afuera, más interesada que la de adentro……que vaina. Comienzo a buscar ayuda de otros contactos que tienen ochocientas mil personas en sus grupos. Sólo dos me apoyan, invitando a su vez a sus amigos. Contradictoriamente y muy lastimosamente, el rechazo más grave y más descarado es de la gente que no hace sino hablar de política las veinticuatro horas del día….coño, no tienen vida propia. Con aquel odio y saña…..está bien, cada quien hace lo que quiere con su tiempo. Les importa un carajo el país salvo para hablar mal de él y encima y que les duele….Sigo sin entender. Venezolanidad…..es una realidad, mito o ficción? No tengo respuesta. Yo sigo con mi página. Allá ellos….y que sean felices. Pobres venezolanos.

Escritor: Cristina Herrera

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