LA VERDAD SOBRE LA VERDAD

cuando Jesús fue resucitado. O lo que comúnmente decimos en diversas circunstancias de nuestra vida, «ver para creer». La ciencia como conjunto de conocimientos que permite al hombre describir, explicar y transformar el mundo, es la que nos brinda el privilegio de disfrutar de alta tecnología, comodidades, diversión e inclusive beneficios para la salud. Aunque también dicha ciencia es manipulada por personas con aparente credibilidad y mucho poder, tanto para elaborar armas bélicas como para fingir que ocurrieron eventos inexplicables, cuando quizá nunca sucedieron.

En algunos casos estos conocimientos se han empleado para destrucción de la humanidad. Por eso decimos que la ciencia transforma, como lo hizo la bomba atómica sobre Hiroshima y Nagasaki, borrando de Japón dos grandes ciudades y dejando personas con altos grados de mutación en su descendencia. ¡Qué tristeza que la humanidad se destruya así misma, cuando ese no era el objetivo de la creación divina!

El hombre gobernado por el deseo de poder y superioridad, pretende ser un dios en la tierra y trata de ir más allá de lo permitido. Tal como sucedió en Babilonia cuando se agruparon muchas personas para construir una torre que llegara hasta el cielo. Esto explica como las personas, no como individuos, sino como seres sociales se unen con otros para alcanzar un objetivo, ya sea de beneficio para una sociedad o solo para destruir a los que considera enemigos, por defender una verdad que es solo su verdad.

Acercándonos a Colombia, un país rico en talento y diversidad, los conocimientos tienen otro destino como: las vacunas contra la malaria de Manuel Elkin Patarroyo, los libros imaginarios de Gabriel García Márquez, la solución de problemas por la calculadora humana Jaime García Serrano, y muchos otros son ejemplo de cómo la ciencia emplea la teoría, la técnica y el método para mejorar la calidad de vida y promover el desarrollo intelectual.

Cada sociedad está convencida de que lucha por algo justo, pues es así como han surgido tantas guerras por diferencias de opinión, pensamiento e intereses. La raíz de esto es que creen tener la verdad, mueren y matan por la misma. Dicha verdad es el producto de lo que el hombre ha vivido a través de luchas, fracasos, triunfos, experiencias y lo que conocemos como sentido de pertenencia a la patria. Por lo tanto la verdad es variable desde cada punto de vista, lo que para unos es bueno, para otros puede ser malo y cada uno tiene sus respectivos argumentos. Pero ¿quién define esto? Considero que la conciencia de cada cual y la paz que cada sujeto pueda tener con todo lo que hace.

La historia que narra la Biblia cuando Poncio Pilato entregó el cuerpo de Jesús a José de Arimatea, es un claro ejemplo de dicotomía de pensamiento y posición. Pues José era un hombre humilde que creyó en Jesús como Salvador y varón justo que no merecía morir; en cambio Pilato, como autoridad romana y Gobernador de Judea, aunque no conoció a Jesús de cerca, pudo ver en su mirada que no tenía pecado y de hecho procuraba soltarle, pero ni ello le permitió abrir sus ojos a la verdad y tener paz, pues se encontraba atormentado. Entonces ¿qué es la verdad? Está muy claro, en Juan 14:6 Jesús dijo: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida; nadie viene al Padre, sino por mí». Estas fueron sus palabras a los discípulos días antes de morir.

Pues Él cargó todo el pecado de la humanidad, fue entregado como sacrificio santo para ser crucificado en un madero. Ahora Jesús resucitó, está vivo y espera que lo sigamos para que tengamos paz. Pues Él dijo: «La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden». Concluyo que para conocer la verdad hace falta decisión, porque la vida es una toma de decisiones constantes que generará consecuencias en el futuro.

Escritor: Lizeth Johanna Gómez Garzón

Los comentarios están cerrados.