Las nuevas formas de la creación: un conejo verde

Es necesario, en la actualidad, pensar a la estética como agente que permite analizar los fenómenos que son impactantes, “raros” o nuevos para comprenderlos en relación al concepto de realidad. Razón por la cual la filosofía y las ciencias modernas se orientaron con una noción en que la realidad no es algo dado al hombre de antemano sino que se trata de algo que se construye.

El artista brasilero Eduardo Kac procede creando nuevas realidades,dice un: “arte que habla de cosas humanas, como todos los artistas hacen”. Así mismo creó una curiosa obra de arte, mediante ingeniería genética, “Alba”: un conejo verde. Tan inédita creación que para definir este tipo de trabajos, la crítica tuvo que inventar nuevas categorías: como »Biotelemática»(arte en la que el proceso biológico está intrínsecamente vinculado a las redes digitales) y el “Arte Transgénico” o Bioarte.

El “Arte Transgénico” procede usando las técnicas de ingeniería genética para transferir material de una especie a otra, o crea nuevos organismos vivientes con genes sintéticos o naturales. Lo que distingue al arte transgénico es que el material genético es manipulado directamente: el ADN extraño es integrado de manera precisa en el genoma de destino, cuestión diferente es manipular indirectamente los procesos naturales de selección de genes y mutación (práctica operada en criaderos de canes, porcinos, por ejemplo).

Para el filósofo Nelson Goodman, es importante formular la pregunta adecuada en la escena del arte contemporáneo:¿cuándo el arte es? Recordemos un presupuesto filosófico, el cual, postula que las condiciones que hacen bella a una producción estética, son posibilitadas por su capacidad de rebelar-esconder algo siniestro. Desde Kant hasta Hegel (pasando previamente por los griegos) aquello que se llama bello tiene todo un trasfondo siniestro que no sale a la luz en cualquier momento.

En el siglo VXIII Kant reflexiona sobre lo bello y lo sublime y dice, el día se parece a lo bello, suscita una emoción agradable; en tanto que la emoción provocada por lo sublime se parece a la noche, hay algo de agrado, aunque deviene en asombro seguido de terror. Hegel, cuando piensa en lo bello lo hace en referencia solo a las producciones humanas, les transpone gran carga de superioridad; esto es así, porque el Espíritu Absoluto aspira a alcanzar lo superior. Estas manifestaciones se irán desplegando en la historia bajo tres formas: el arte simbólico, el arte clásico y el arte romántico. Así, en el proceso de dialectización del Espíritu Absoluto, en su acaecimiento histórico, en la etapa pre-simbolista busca una conciliación dialéctica representada en la religión y arte hindú. Aquí se produce la fisura entre lo divino y la manifestación sensible, por lo cual el hombre, al percibir esa distancia, intenta espiritualizar lo sensible y sensibilizar lo espiritual.

, se lo empuja a lo monstruoso. El proceso creativo del conejo verde consistió en, en primer lugar con el diseño del mismo por parte del artista, luego dicho diseño es enviado por correo electrónico hasta el laboratorio que procederá a intervenir la célula animal. Luego y ya en el contexto de la ciencia se procede a la modificación genética del embrión del conejo en una célula para incorporar una proteína fosforescente que se encuentra en una medusa (Aequorea Victoria).

La denominada Proteína Verde Fluorescente (“Green Flourecent Protein”) se encuentra al noroeste del Pacífico, tiene la particularidad de emitir una brillante luz verde cuando es expuesta a los rayos ultravioletas o a la luz azul. La “GFP” es independiente de las especies y no requiere ninguna otra proteína o substrato adicionales para la emisión de la luz verde, por lo tanto su empleo es totalmente inofensivo, ya que la “GFP” dice Kac: (…) “se ha expresado con éxito en varios organismos, como la col y la levadura, y en células de mamíferos, insectos y plantas” (…). Son tres las fases que constituyen la creación de Alba: luego de la creación y de su efectiva existencia, es seguida con su integración social en la familia del artista creador/diseñador y, por último, la reflexión en torno a su nacimiento.

La fase de la integración es la que no se ha podido cumplir actualmente, ya que los científicos responsables del laboratorio francés donde fue creada la coneja, alarmados por las resonantes criticas que suscitó el “experimento”, no quisieron entregar el nuevo ser a su dueño: el artista. La polémica producción estética de Kac, cuestiona los marcos que culturalmente están legitimados y hasta naturalizados. En relación a esto, es que plantea con su creacion una discusión ética, filosófica y científica en la sociedad actual; a la vez que pone en tensión las fronteras del arte, sus dominios y las nociones de lo bello y lo monstruso.

Escritor: Carolina Villarruel