Literatura, Hipertexto y Ciudad

Los grupos sociales pueden describirse desde las prácticas del lenguaje que les caracterizan. Los modos de habla, los tipos de textos y medios escritos que circulan, las prácticas de lectura y obviamente las funciones de las escritura (Olson 1998), son particulares para un grupo específico, por ejemplo, una familia, una escuela, etc. Por lo que resulta prioritario acercar de modo sistemático a los sujetos a la diversidad textual: diversidad de prácticas dialógicas reales y virtuales, sincrónicas y asincrónicas; de ahí que la diversidad textual se justifica en la medida que exige poner en escena ciertas estructuras y procesos de pensamiento diferenciales, es decir, que la diversidad textual contribuye al desarrollo del pensamiento, en tanto que cumple funciones comunicativas distintas como persuadir, argumentar, describir, exhortar, narrar o explicar. (Escribir ensayos, por ejemplo).

Como docente de lengua castellana, y teniendo en cuenta los lineamientos curriculares y los estándares de competencia propios de esta área del conocimiento, direccionado por el M. E. N. considero pertinente indagar sobre la implementación en nuestras Instituciones de estrategias innovadoras que realmente motiven a los y las estudiantes a contribuir con la transformación del entorno, a través de sus sentires y vivencias, expresados en diferentes tipos de textos, que a su vez les permita entender que lo que escriben y cómo lo expresan es importante para los demás y de alguna manera causa un impacto transformador del entorno en el que diariamente se mueven.

Construir un hábitat, un territorio propio y singular, que acoja las relaciones dialógicas en construcción” es decir, reflexionar y analizar a partir de las costumbres propias de los diferentes grupos sociales que se han venido formando y acrecentando en las ciudades y cómo se interrelacionan ya que directa o indirectamente ayudan a la construcción de culturas urbanas al interior de las mismas. Ejemplo claro de esto son las manifestaciones literarias de la ciudad a partir del grafiti, la publicidad, eventos culturales callejeros, tertulias, canciones, teatro, poemas etc. Lo cual lleva a que se propicien procesos comunicativos que van desde lo simple a lo complejo, lo real a lo virtual, lo objetivo a lo subjetivo; donde las relaciones dialógicas se dan de manera natural y por qué no, construyendo una nueva era literaria que trasciende del libro a otras textualidades (audiovisuales, publicitarias, discursivos, digitales etc.).

Vale la pena resaltar que si queremos cimentar procesos de aprendizajes significativos tenemos que crear conciencia sobre la necesidad de avanzar cada vez más en las nuevas tendencias escriturales y medios comunicativos de la época digital, propia de la actualidad, para lo cual la inclusión de las TICs en el proceso formativo de los y las estudiantes se convierte en una herramienta a favor de la producción de textos.

De otro lado, teniendo en cuenta que los resultados de las pruebas externas a nivel de Antioquia en Lengua Castellana evidencian falencias considerables en los procesos de comprensión lectora, que a su vez ha ocasionado apatía hacia otro proceso importante como es la producción de textos, la red de lenguaje de Antioquia han venido compartiendo experiencias en las diferentes Instituciones Educativas donde se ha analizado las principales dificultades del área llegando a la conclusión de que la mayor debilidad se centra en el campo de interpretación y producción textual; por lo tanto, se pretende que los docentes que hacemos parte de la red de lenguaje diseñemos nuevas formas de enganchar a los estudiantes hacia la producción de textos, especialmente los ensayos. Por ende es importante reflexionar en la siguiente situación:

LA CONSTRUCCION DE PROCESOS ESCRITURALES Y DESARROLLO DE COMPETENCIAS ARGUMENTATIVAS A PARTIR DE LA REDACCIÓN DE ENSAYOS Lo anterior obedece a que durante las observaciones que hicimos en varias Instituciones, en las clases de Lengua Castellana se pudo reafirmar que uno de los problemas más relevantes es la dificultad que presentan los estudiantes en la elaboración de textos escritos; pues solo se limitan a transcribir del libro o del tablero al cuaderno, sin tener oportunidad de poder argumentar sobre sus puntos de vista acerca de temas cotidianos; además propiciar ambientes de aprendizaje dentro y fuera del aula de clase, que estimulen y motiven a los estudiantes a procesos escriturales y desarrollar sus competencias argumentativas mediante la redacción de ensayos a través de talleres escritos sobre temas actuales, trabajados desde los medios audiovisuales con el fin de obtener un mejor desempeño académico.

El escritor español Daniel Cassany en su libro “Describir el escribir. Cómo se aprende a escribir” argumenta que “El proceso de composición está formado por el conjunto de estrategias que utilizamos para producir un texto escrito. Estas estrategias son la suma de las acciones realizadas desde que decidimos escribir algo hasta que damos el visto bueno a la última versión del texto” Las apreciaciones de Cassany nos permiten tener un punto de referencia para comprender que vamos por el camino correcto hacia la adopción y adquisición de habilidades básicas para la escritura, especialmente ahora que estamos inmersos en un mundo digital, hipertextual.

Finalmente es importante rescatar la relación dialógica que día a día se forjan en nuestro contexto de ciudad para construir textos escritos que den cuenta de nuestra idiosincrasia; además, a razón del alto nivel de desarrollo científico y tecnológico alcanzado por la humanidad en los países desarrollados y que tienen incidencia en los que apenas están en vía de desarrollo, se hace necesario que sus habitantes estén capacitados para la interpretación y utilización correcta de los adelantos que ofrece la modernidad.

Por lo tanto, siendo coherentes con lo anteriormente dicho, y tomando en cuenta que el ambiente del lenguaje es doblemente importante en la vida de todo ser humano y de manera especial en los y las estudiantes que estamos formando, debemos capacitarlos para que desarrollen capacidades lectoras y escritoras que les permitan enfrentar satisfactoriamente los retos y exigencias del medio circundante, que lo conduzcan a alcanzar metas fructíferas; a que sean pensadores, críticos, reflexivos, que transformen su medio social, así mismo que asuman los procesos de lectura y escritura como verdaderas prácticassocio culturales.

Escritor: Ricardo Andres Arias Peña