Los noticieros de televisión: ¿continuadores de la violencia?

será que los noticieros se están dejando llevar por su afán de vender y por ello, solamente nos muestran y repiten las tragedias que suceden en nuestro país, hasta qué punto la saturación de información negativa nos hace partícipes de la violencia? Bajo estos interrogantes intentaremos hacer un pequeño análisis de la forma como se transmiten las noticias relacionadas con la violencia

Si bien es cierto que los medios de comunicación juegan un papel fundamental al momento de informar, ayudando a que los miles de crímenes que se cometen en nuestro país no queden en la impunidad, también es importante reflexionar acerca del efecto que produce la saturación de información violenta sobre los televidentes, ya que esta, de alguna u otra forma, hace que nos enfrentemos al mundo desde un punto de vista distinto. No es lo mismo caminar por las calles de Bogotá teniendo una imagen positiva de la ciudad, que habiendo visto durante dos o más días una noticia repetitiva de cómo un transeúnte fue asaltado y luego asesinado por sus agresores. Como dijimos anteriormente, es muy importante que los delitos no queden en la impunidad, pero también, de qué sirve hablar de la misma tragedia durante varios días, será que esto, en realidad tiene un efecto positivo sobre las víctimas. Aquí no queremos estigmatizar el contenido de los noticieros, pero si reflexionar sobre los efectos de repetir constantemente las miles de tragedias que suceden en las ciudades de Colombia.

Creemos que el principal problema no está en el contenido de lo que se dice ya que, desafortunadamente, cada día muchas personas se ven enfrentadas a miles de acontecimientos adversos, sin embargo, lo que juega un papel fundamental a la hora de informar sobre cualquier tema es la forma como hablamos de ello. Es allí donde los medios televisivos deben centrar su atención, teniendo en cuenta cómo se van a contar las historias, que palabras se utilizan, cuánto tiempo debería tener cada noticia, entre otros.

Aunque creamos que estos supuestos no son importantes, debemos saber que cuando contamos historias trágicas, nosotros mismos podemos ser violentos con el discurso que utilizamos para informar. El televidente puede verse afectado por los miles de adjetivos negativos que usualmente se utilizan a la hora de transmitir la información, pareciera que los medios no se contentaran con describir lo que pasó, sino que sintieran cierto “gusto” por dar un discurso lleno de imágenes y palabras violentas.

En este punto nos parece que se hace necesaria una reflexión profunda por parte de los medios de comunicación, creemos que los noticieros deberían ser espacios de reflexión sobre los acontecimientos, y no un púlpito utilizado para vender historias amarillistas, ya que, como todos sabemos, lo trágico siempre es más atrayente y, probablemente, genera más público.

Al vernos envueltos en un ambiente hostil, podremos optar por dos opciones que se ubican en polos opuestos, pero que no ayudan a la resolución de los conflictos. La primera sería dejar de seguir viendo esas malas noticias a las que estamos expuestos y hacer de cuenta que aquí no pasa nada, no obstante, esto no ayuda en la formación de una mejor sociedad, al contrario, nos encierra en un individualismo que no le hace bien a nadie. La segunda opción es tomar una postura igualmente violenta, si me empujan en el bus yo también reacciono airadamente, si tengo diferencias con alguien las soluciono por medio de los golpes, pero, será que esto nos convierte en mejores ciudadanos.

Nosotros queremos unos espacios noticiosos que se ocupen mucho más de la vida que de la muerte, donde el centro de la información no sean los conflictos sino las soluciones, donde las víctimas tengan derecho a la intimidad, y los televidentes, a una información de calidad que les muestre objetivamente todos los acontecimientos importantes del país.

Escritor: Yamid Amórtegui.