«L@S FORMADOR@S»

«Ser un buen formador/a incluye muchos parámetros, no solo hay que ser conocedor (preferiblemente experto), en el área a desarrollar, si no que hace falta tener muchas más cualidades para conectar con el grupo de alumn@s. Cuando preparo un material, no solo me preocupo de la parte teórica, es decir de los contenidos que he de definir y hacer comprender, si no también es muy importante tanto la forma, como utilizar diversas herramientas, para llegar de una manera sencilla y agradable a el/la alumn@.

Al recibir un encargo para convertir un escrito teórico, en material docente, me gusta estudiar el contenido del material a examinar, y redactarlo de una manera clara, sencilla, de fácil comprensión…pero también es importante buscar material de trabajo, respecto al mismo tema, que nos sirva a la hora de explicar o convertir el aprendizaje el una actividad más práctica y activa que el simple método de lectura. Así como,utilización de ejemplos prácticos, casos para fijar el conocimiento adquirido, experiencias personales al respecto, etc.

Para presentar de manera más dinámica los contenidos,podemos utilizar programas como Power-Point, usar imágenes que nos ayuden a recordar, esquemas gráficos y diagramas de flujo que nos ubiquen, preguntas y casos donde sea necesario utilizar el nuevo conocimiento, evaluaciones y preguntas concretas tras cada tema, para fijar la atención en los aspectos más relevantes,etc. Aprovechando las nuevas tecnologías, ahora podemos incluir al final de cada tema un vídeo o algún enlace al respecto del contenido estudiado;de este modo permitimos que el alumn@ «descanse» como sujeto activo del aprendizaje y se relaje para poder continuar más a delante.Siempre que podamos solicitarlo, pedir resúmenes, esquemas de trabajo, imágenes que
engloben el contenido de la clase,etc, para facilitar la fijación de esta
información.

Si es posible tener alguna tutoría o grupo de trabajo presencial con l@s alumn@s, también es muy importante saber llegar a ell@s, pues ya sabemos lo fácil que es distraernos y cambiar la atención de un foco a otro, más aún en según que edades, horarios de clase y materiales especialmente densos.

Tenemos que utilizar todos los elementos de que dispongamos para mantener la atención y el interés dirigido al material, así sea, el humor, el dinamismo, experiencias personales,ejemplos cercanos,hacer inca pie en los conceptos más importantes o señalarlos para examen, felicitar y mostrar al grupo aportaciones, preguntas y aclaraciones importantes que realicen los propios alumn@s,etc Y todo aquello que acerque el conocimiento a desarrollar al mundo y las necesidades de esa persona que lo esta aprendiendo.

Si existe posibilidad de mostrar de la manera más cercana, directa y similar al contenido que estamos estudiando, es muy recomendable hacerlo. Pongo por ejemplo, si estamos estudiando el proceso de acogida de una persona mayor en una institución; sería muy productivo hacer una visita a una residencia para poder hacerle entender los conceptos que se trabajan en clase.

Es excelente, si podemos ofrecer horas de práctica respecto al aprendizaje, pero esto muchas veces no depende tanto del profesor/a, como de las condiciones del curso.Pero si es responsabilidad del formado/a mostrar la utilidad práctica de los contenidos, así sea, dentro del aula, con grupos de trabajo, dinámicas de grupo, rol-playing,etc; como en la realidad donde se trabaje con ellos.

La evaluación, es en realidad el momento de mayor reto para el profesor/a, ya que un buen maestr@, ha de haber sido capaz de enseñarle a l@s alumn@as los contenidos marcados, así como acrecentar su interés por ese tema y mantenerlos motivad@s a seguir profundizando en ese área. Todas estas variables y otras muchas por definir, forman parte del proceso de enseñar, con la meta que supone para un formador/a hacer comprehender.»

Escritor: marina martin aguilar

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