MANUAL DE SUPERVIVENCIA DE UN UNIVERSITARIO

Después de mucho estrés se terminaron los exámenes, la falta de sueño, los dolores de cabeza pero… ¿de verdad ya terminó todo? ¿Ya puedo tumbarme tranquilamente en una hamaca en la playa y tostarme al sol del verano? Ay pobre iluso ¡ Ahora empieza lo mejor¡

Ahora te tienes que calentar la cabeza con la carrera que vas a escoger, la cual marcará el resto de tu vida y no es una lección fácil, todo lo contrario, sobre todo se hace más complicada cuando la carrera a la cual te gustaría hacer no te da la nota de corte, pero después de los exámenes ya eso es un problema que no puedes solventar, con que ya solo te falta por rezar para que te de la nota justa para poder hacer la bendita carrera que tú tenías planeado hacer.

Ya tienes 17 o 18 años, estas en la universidad y tienes compañeros nuevos de clase. Te sientes como un niño al cual le acaban de regalar una bolsa de chucherías… ¡ ultra mega feliz, capaz de comerte el mundo de un solo bocado¡ porque todo ha salido tal como habías planeado . Tienes nuevas clases, nuevo temario, nuevos compañeros, nueva ciudad o compañeros de piso si te has traslado.

¿Entonces dónde reside el problema de la universidad? ¿Por qué a veces te ves a chicos o chicas que parecen que son mucho más viejos que tú? Y sí que lo son.

Es una lástima que haya muchos profesores que saben muchísimo sobre la materia que imparten pero el problema es que no saben transmitir esa sabiduría en sus clases y mucho menos a sus alumnos, los cuales hacen que sean clases que al final terminas por no ir porque no te enteras de nada y prefieres aprovechar esa hora en otra materia o simplemente durmiendo o tomándote una cervecita con un amigote en el bar, pero siempre puedes encontrar pequeños trucos de cómo sobrevivir en la facultad sin llegar a ser el abuelo de ella:

1º Tener todos los apuntes que el profesor ha dado ayuda a saber lo que puede entrar en el examen.

2º Buscar exámenes de otros años, ya que al ser tu primer año no sabes cómo te lo pueden poner, obteniendo una pequeña orientación que a veces puede ser fundamental ya que suelen repetir preguntas.

3º Ir a tutorías para preguntar dudas puntuales, las cuales previamente has de trabajarlas para que el profesor no se piense que es la primera vez que ves su asignatura. Si te da pánico ir a esas tutorías piensa en dos cosas: la primera es que es para hacerle la pelota (la cual te puede dar el aprobado si te falta poco para llegar al 5) y la segunda para resolver dudas de cara al examen.

4º Si las tutorías te dan yu-yu siempre puedes formar un grupo de amigos con los cuales estudiar y compartir dudas y cuestiones.

Con estas pautas y echando algunas de horas de estudio y un poco de suerte aprobarás sin dejarte las neuronas en ello, pero no todo en la universidad es estudiar.

También tiene sus ratos buenos: a medida que el curso avanza te vas creando de un grupo de amigos con los cuales estudias, sales, comes y en resumen te diviertes y esto es lo bonito de la facultad. Los amigos que van creciendo a medida que vas pasando de curso y cuando vas cogiéndole el gustito a la carrera…. ¡ se termina¡ Y ahora que ya estás sin estudiar te paras a pensar en todo lo que has pasado, las de noches en velas estudiando para los exámenes de enero y junio. Las lágrimas de alegría o de tristeza cuando has visto por las listas que estás aprobado o suspenso… pero todo eso queda atrás cuando tienes en tu poder, ese papel que dice que tienes que carrera que tanto anhelabas 4 años atrás (algunos más de 4 años) y que tanto dinero y sudor te ha costado de obtener. Todo sea por tener un mejor futuro.

Escritor:  Ana María González