¿MESURA, INTOLERANCIA O LASTIMAR? ….. ¿QUE ELIGES?

Alguna veces asisto a reuniones o conversatorios donde se hace necesario expresar mi opinión o punto de vista ante un grupo heterogéneo de participantes, y debo aceptar que cuando dichas opiniones implican contextos POLITICOS, RELIGIOSOS O SEXUALES, necesito hacer un llamado de emergencia a esa antigua pero tan útil herramienta llamada MESURA, ese término excesivamente neutral que termina por limitarme en mis apreciaciones, pero que a su vez me ha permitido desarrollar otra herramienta más moderna y práctica -pero igualmente escasa- llamada TOLERANCIA.

Considero complejo el proceso de aprender a opinar y aplicar aquello de “ponerse en los zapatos de los demás” se supone que este es el principio de la mesura y el máximo objetivo de la tolerancia, ¿pero qué pasa en aquellos casos donde conocemos del tema en cuestión, y además lo hemos analizado y socializado objetivamente?, ¿es más prudente continuar callados? Para sustentar mi posición, citaré algunos casos donde me ha sido casi imposible no hacer comentarios:

1. Sexuales Desde que estamos en el vientre materno, la naturaleza ha tomado por nosotros la gran decisión: seremos niñas o seremos niños, y es a partir de este instante, donde esa misma naturaleza, nos va brindando dentro del mágico proceso de la gestación, las herramientas necesarias para desempeñarlos de manera natural, en cualquiera de los dos espacios de esa anticipada decisión.

En el anterior escenario todo es aparentemente normal y hermoso, pero ¿qué pasa cuando la naturaleza envía las herramientas cruzadas?, entonces el hombre no quiere una pareja mujer, y la mujer no quiere un compañero masculino, ¿qué pasa cuando la niña no acepta su cuerpo femenino y el niño insiste en pintarse los labios? Podríamos decir que ¿la naturaleza se equivoco? Seguramente la respuesta es NO, y esa no es la discusión o el objetivo de este escrito, la pregunta es ¿qué o cuál es el aporte a la sociedad en general, el hecho de lanzar señalamientos hacia las personas que desde nuestra perspectiva las consideramos diferentes, por el solo hecho de que sus gustos o preferencias no encajan el nivel de NORMAL que tenemos establecido?.

Definitivamente no le aporta nada, cuestionamientos sin soluciones y sobretodo sin sensibilidad, sin impacto, sin tolerancia, solo traen más resentimiento, infelicidad y frustración en quienes además de tener que pasar por el difícil proceso de auto aceptación, tienen que enfrentar a una sociedad insensible que los limita y discrimina. Sin embargo, hay un aspecto que considero delicado: los efectos civiles que logran obtener las parejas homosexuales, es más que justo que puedan afiliar su pareja al sistema de seguridad social, heredar bienes y beneficiarse con pensiones, pero no considero prudente que les permitan adoptar niños o niñas, pensándolo no desde el punto de vista de ellos como adultos que decidieron una sana y estable convivencia, sino de aquellos niños adoptados que sin duda enfrentan un riesgo emocional muy alto, que se convierte en un precio excesivamente caro por el hecho de crecer dentro de un hogar.

3. Religiosos En un contexto netamente mediático como el que afrontamos actualmente, somos tan susceptibles a hacernos opiniones de algo o alguien, solo porque nos dejamos afectar del poder de los medios masivos de comunicación y las redes sociales, escuchamos del “Mercado de la fe” y de las “Multinacionales Religiosas”, supuestamente financiadas con el mal llamado “DIEZMO” de los creyentes, y opinamos y abusamos en cuestionamientos hacia quienes reciben y administran estos recursos.

No es mi intensión defenderlas, pero tampoco satanizarlas, simplemente considero que las diferentes opiniones al respecto, deben emitirse con mucho respeto, porque ellas involucran la fe, las tradiciones y las creencias que nos gusten o no, sustentan nuestra vida emocional. Hay algo que particularmente me ha llamado mucho la atención, y es la cantidad de energía que se derrocha en los centros de congregación espiritual, energía que es manejada positiva o negativamente, según la debilidad del creyente y/o la habilidad del administrador, no necesitamos ser muy selectivos ni consultar demasiado en temas teológicos para concluir que la fe en la actualidad es un muy rentable mercado real y potencial.

¿Cuando la intolerancia gana en los temas religiosos?, cuando opinas en presencia de un católico, un cristiano o individuo de cualquier ideología igualmente respetable y tradicional, pues nuestras opiniones están cargadas de objetividad y vivimos necesitando escuchar todo lo contrario: charlas emocionales que nos trasmitan esperanza, en un mundo donde cada vez es más débil la comunicación personal.

4. Políticos Es inevitable mencionar el lamentable estado de las calles en nuestra “Ciudad Blanca” y el deterioro patrimonial que esto ha generado a sus comerciantes y habitantes, sin cargarle la culpa a la gestión de la administración municipal, pues a pesar que todos conocemos las razones por las cuales deben cerrarse las vías e incomodar a los ciudadanos, es claro que con una adecuada planeación, ejecución y control de los recursos disponibles, todos nos veríamos beneficiados y aceptaríamos con objetividad el caos generado por las obras.

Sin embargo, la verdadera molestia se genera, cuando el comentario, acertado o desatinado, es escuchado por un simpatizante o colaborador del alcalde y/o su administración, quien defiende con el alma el “cuestionado” beneficio en desarrollo y movilidad que esas vías ya recuperadas nos traerán. Y es justo en ese instante, donde necesito encender las alarmas de la mesura, buscando que mi opinión sea solo eso, un expresión personal y verbal, donde juegan MI conciencia y MI razón al respecto, evitando herir susceptibilidades, gustos, tradiciones emociones o precepciones que pueden resultan ofensivas a nuestros interlocutores por la misma susceptibilidad que estos temas implican. Para terminar, quiero aclarar que no soy homosexual, homofóbica, atea o apolítica, solo que desde mi anhelo no cumplido de escribir para la editorial de un periódico diferente al del colegio donde estudie el bachillerato, he analizado con objetividad los temas que considero “neurálgicos”.

Escritor: Rosa Cristina Vega Sánchez

Los comentarios están cerrados.