*Un mundo feliz de Aldos Huxley. *

El texto plantea una sociedad dividida en cinco castas: alfas, betas gamas, deltas, épsilons. Las cinco primeras letras del alfabeto griego; en donde alfa ocupa la parte superior de la pirámide y épsilon, la inferior. Castas o capas que debían respetarse. Se nacía predeterminado para permanecer en ella; encerrado y circunscritos dentro de los comportamientos previamente establecidos y, más que ser un proceso psicológico de acondicionamiento, tal y como puede suceder con el conductismo o el condicionamiento operante, (en el texto, se hace una alusión directa a Pavlov) era todo un proceso bioquímico en el que se agregaban o adicionaban determinadas cantidades de ciertas sustancias que influían no solamente en su moral, su capacidad cognitiva y trabajo, sino también en el cuerpo: en su peso y talla.

Es así como todo producto de esta fecundación sistemática y controlada nace con sus problemas ya resueltos: estabilidad emocional, trabajo seguro y duradero, ausencia total del concepto de familia, es decir, sin padres acuciosos y que le ordenen qué hacer. Todas sus necesidades básicas completamente satisfechas. Como la manipulación genética era absoluta, las enfermedades físicas, y en especial las mentales, eran cosa del pasado. Los locos o revolucionarios son historia. A lo anterior se le suma un asunto de vital importancia: el alargamiento, más o menos hasta los sesenta años, de una vida totalmenteproductiva, el elixir de la eterna juventud en su pináculo y en su máxima expresión.

Nada de religión, políticos, democracia, conflictos, por lo tanto, no hay ejércitos. Todas nuestras instituciones, que tanto respetamos y a las que tanto rendimos culto, aquí las borran de un tajo incluyendo la base de nuestra sociedad: el núcleo familiar o familia como comúnmente le llamamos, aquí no existe, y… ¿por qué no existe? Porque la familia trae consigo preocupaciones, ocupaciones, emotividad, falta de tiempo, violencia, desengaño, decepción, resquemores, etc. Las vicisitudes propias de tener o conformar familia son innumerables lo que conllevaría que el elemento no sea productivo, obediente, eficaz, eficiente, INDEPENDIENTE, etc.

Se aniquila radicalmente la cultura, el ocio, el pensamiento. Un personaje planteaba lo siguiente: ¿Cómo puede ser que antiguamente alguien, en su vejez, en cambio de tener una vida plena de producción, se dedicara en sus  días a leer, a reflexionar, a PENSAR? Se cierran y destruyen museos. Se prohíbe cualquier libro publicado antes del 150 A F. (antes de Ford) año en que se refunda el mundo. En las castas más bajas se provocaba el odio hacia los libros para que no tuvieran en un futuro inmediato el más mínimo interés por ellos. Estos estaban reservados para un exclusivo y selecto grupo.

Aparatos con una velocidad fantástica, más de dos mil kilómetros por hora, sin escalas. Un vuelo de Londres a Nuevo México, el que tomarían Bernard y Lenina para ir a la «Reserva para salvajes» (resulta un tanto inquietante el hecho de que el autor ubica este lugar en los Estados Unidos, siendo Londres el epicentro de la obra) toma seis horas y todo se mide con una puntualidad asombrosa. Un retraso de cinco minutos es una afrenta a quien le toca esperar. Aunque durante más de treinta años estuvo circulando el Concorde, una aeronave que se tomaba algo más de tres horas en cubrir el vuelo Londres-Nueva York, ese mismo vuelo, sin escalas, tomaría hoy en día, en un avión normal, cerca de 12 horas.

Promiscuidad rampante, tanto para mujeres como para hombres. Era mal visto el tener una pareja estable, y ¿porqué? Porque puedes llegar a enamorarte y no aprovecharás tu vida. ¿Cómo es posible que una sola persona absorba toda tu energía y colme todas tus ilusiones? Es algo no solamente impensado, improbable, sino absurdo e ilógico.

Aparece la «soma», una especie de éxtasis perfeccionado, institucionalizado y consumido vorazmente por casi todos, a excepción de Bernard, el personaje más sensato pero a la vez el más infeliz, impopular y rechazado. Después de mencionar algunas características de este mundo feliz, surge la pregunta ¿Qué tanto de ese mundo apreciamos hoy en día? Huxley escribe esta obra en los años 30 del siglo XX ¿imaginaba él que una buena parte de lo que relata podemos palparlo, apreciarlo y sentirlo hoy, casi un siglo después? La anterior pregunta es bastante difícil de responder.

Sin pretender caer en ligerezas propias de una comparación, para Huxley este no era un mundo ficticio, ultramoderno, lejano, el mismo juego de palabras con nombres históricos tiene una connotación que lo hace único. Enmarcado dentro de un espacio y un tiempo cronológico posterior a la invención del célebre y popularísimo modelo T de Henry Ford, el autor vislumbró una sociedad postcapitalista con visos de dictadura en un mundo industrializado y automatizado conviviendo con otras que no han salido de un estadio primitivo.

Escritor: Harold Martínez

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