El propósito del siguiente escrito es reflexionar sobre la necesidad de implementar medidas preventivas para evitar el contagio con el virus AH1N1 durante el desarrollo de las prácticas formativas realizadas por estudiantes de la carrera de enfermería.
Ante la alerta hospitalaria ocasionada por los reportes de AH1N1 el personal de salud se ve expuesto al contagio de este virus, especialmente enfermeros y enfermeras, puesto que son el personas que más tiempo pasa con los usuarios al brindar cuidado.Es considerado un virus respiratorio altamente contagioso para el ser humano, por lo cual fue elevado por la Organización Mundial de la Salud a categoría de pandemia por lo cual se hace latente como requerimiento fundamental para evitar procesos infecciosos en estudiantes que cursan programas de salud como enfermería el uso de medidas preventivas que disminuyan el contagio.
En las prácticas formativas de las carreras de enfermería el cuidado directo del usuario requiere una mayor exposición, lo que conlleva a que el estudiante tenga mayor vulnerabilidad o riesgo de tipo biológico. La transmisión del virus por vía respiratoria y la rapidez con la que se propaga es un peligro latente para el estudiante de salud especialmente de enfermería por la cercanía en el cuidado diario con los usuarios.
Además de lo anterior, es importante señalar las condiciones previas del estado de salud con las cuales pueden llegar algunos de ellos a las prácticas, como por ejemplo, la vacunación, estado nutricional, estado inmune, alteraciones metabólicas, consumo de fármacos inmunosupresores, entre otras, que facilitan aún más el que sean los huéspedes ideales para la incubación del virus. Las universidades con programas de salud, especialmente las que poseen carreras de enfermería deben generar la divulgación de medidas preventivas para el desarrollo de actividades que impliquen cuidado a otros, como estrategia para evitar brotes de la enfermedad entre los estudiantes y por ende una epidemia en los entes universitarios.
Entre las medidas sugeridas por el Ministerio de Salud de Colombia para el personal de salud se pueden retomar algunas para ser trabajadas en los ámbitos universitarios en las carreras de salud como lo son: el uso de elementos de protección personal, el lavado de manos, uso de guantes y tapabocas, ventilación en sitios de trabajo, desinfección y esterilización de equipos e instrumentos. Una de las medidas universales y de mayor uso es el correcto lavado de manos, puesto que las manos transportan una gran cantidad de gérmenes por las superficies y elementos con los cuales tiene contacto habitualmente. Es una acción que protege a la persona que brinda el cuidado como a quien lo recibe.
El uso de elementos de protección personal especialmente para personal de salud que realice procedimientos con pacientes que posean sintomatología respiratoria, o en los cuales se hagan procedimientos invasivos como lo es la intubación oro traqueal, broncoscopia o procedimientos que generen accesos fuertes de tos, por lo cual se recomienda el uso de mascarillas de alta eficiencia y medidas de aislamiento usando bata y guantes.
La ventilación en sitios de trabajo constituye una forma de evitar riesgos ocupacionales especialmente cuando se tiene contacto con pacientes que al realizarles ciertos procedimientos provocan aerosoles que podrían concentrarse en lugares cerrados y esparcirse en el medio ambiente siendo una fuente de riesgo para el personal de salud y demás usuarios del servicio. El riesgo de los aerosoles es la inhalación de los mismos por lo cuales importante destacar las medidas como la desinfección y esterilización de equipos después de ser usados en pacientes sospechosos de ser portadores de la enfermedad, puesto que el virus es sensible a desinfectantes de bajo nivel como por ejemplo el uso de detergentes.
La implementación de tales medidas puede disminuir el riesgo de los estudiantes de las carreras de salud y además sensibilizan sobre la importancia del auto cuidado como mecanismo para disminuir o controlar cadenas de infección. Por lo anteriormente expuesto, el auto cuidado de los estudiantes en formación requiere como necesidad educativa imperante y obligatoria la inclusión de lineamientos de tipo preventivo en la orientación brindada en sitios de práctica universitaria como mecanismos para evitar la infección y propagación en los diferentes escenarios educativos.
Lineamientos que pueden construirse mediante un protocolo de manejo de medidas preventivas para estudiantes de salud especialmente de enfermería, cuya divulgación puede realizarse en periódicos universitarios, servicios de bienestar estudiantil, nuevas tecnologías de la educación como el internet y reglamento interno de prácticas en facultades de salud. La difusión mediante el uso de fuentes confiables de información sensibiliza y prepara a los estudiantes para afrontar la pandemia, disminuyendo informaciones erróneas e implementando comportamientos preventivos y responsables entre los estudiantes.
Situación que no solo beneficia al estudiante y a su grupo familiar, beneficia de igual forma a aquellos usuarios con los cuales va a interactuar en los campos de desempeño al no exponerlos a riesgos innecesarios. Contribuyendo de manera significativa con el papel educativo y formativo que deben tener como responsabilidad los entes universitarios con el colectivo, al evitar una mayor propagación y transmisión de esta enfermedad al poner en práctica las medidas preventivas para sí y para otros.
Además los estudiantes y docentes pueden convertirse en multiplicadores de mensajes preventivos frente a la pandemia al interior de familias y comunidades, con las cuales se relacionan durante la aplicación del conocimiento en los sitios destinados para las prácticas formativas. Con lo anterior, se evidencia el compromiso social que es una parte importante de los criterios de formación en los estamentos universitarios con los educandos y comunidad en general, al hacerlos participes de medidas que eviten factores de riesgo para su salud, más cuando uno de los temas importantes actualmente en salud es la seguridad del paciente.
Escritor: Marta Liliana Gómez rojas