Nehemias 4:1

“Cuando Sambalat, Tobías, los árabes, los amonitas y los de Asdod se enteraron de que se avanzaba en la restauración de las murallas de Jerusalén y de que se iban cerrando las brechas, se enfurecieron”…Nehemías 4:1.

Algunas versiones bíblicas hablan sobre como Sambalat se burló, disgusto y hasta se enfureció como lo apunta la cita; lo cierto es que no estaba de acuerdo con la restauración que se realizaba en el muro. Este disgusto lo llevo a planear como realizar un sabotaje a la obra para así detener el avance del pueblo judío.
Partiendo de este hecho, aparece en escena Nehemías, quien identifica el objetivo y traza una ruta a seguir para que el trabajo de su equipo y su objetivo no se viera afectado por las tácticas de dicho enemigo.

¡Ver que pasa! Eso fue lo primero que Nehemías hizo, antes de tomar cualquier decisión, El analizo la situación y acudió en oración a Dios, al identificar cual era la resistencia que había hacia la obra y de donde venía, podía ver que efecto podría llegar a producir a futuro en su equipo de trabajo; pues la furia de Sambalat produjo sus efectos en quienes se querían vincular en contra de la reconstrucción; fue allí donde llegaron los rumores que probablemente Nehemías ya se esperaba al ver como los enemigos vecinos se interesaron por lo dicho por Sambalat.

“Pero cuando Sambalat y Tobías, y los árabes, los amonitas y los asdodeos se enteraron de que avanzaba la reconstrucción de la muralla y de que ya estábamos cerrando las brechas, se enojaron muchísimo 8y acordaron atacar a Jerusalén y provocar disturbios en ella. Nehemías 4: 7 – 8.”

¡Atacar el Desánimo! Mi Abuela decía “Tanto va el agua al cántaro hasta que al fin se rompe” y lo cierto fue que de tanto oír rumores de guerra el Pueblo se desanimó. Es ahí donde Nehemías ora de nuevo y nota el desaliento de las líneas de reconstrucción.
“Por su parte, la gente de Judá decía:
«Los cargadores desfallecen,
pues son muchos los escombros;
¡no vamos a poder
reconstruir esta muralla!» Nehemías 4: 10

El rumor esparcido por el enemigo detiene la obra de Dios y estorba su Palabra, por ello se tiende a olvidar sus promesas. El trabajo en equipo debe imprimir en sus miembros descanso para evitar la fatiga, contar con personas que no vean el vaso medio lleno sino medio vacío, pues el pueblo veía aun muchos escombros a pesar de que los mismos ya iban por la mitad de la obra y evidentemente estos ya habían reducido. El cansancio produce un efecto en la mentalidad del equipo haciéndole creer que la obra es imposible, que la meta es muy alta y el objetivo es inalcanzable.

Es entonces, cuando Nehemías depende de Dios, pues en el verso nueve el ora y monta guardia para estar alerta ante el acecho del enemigo; principio que Jesús concluye en el Nuevo Testamento cuando les dice a sus discípulos que es necesario estar alerta en oración para no caer en la tentación. Mateo 26:41.

La dependencia de Dios denota cuanto se confía en El y cuan profunda o superficial es la relación del equipo con su Señor, el callar ante el enemigo parte de lo dicho por el apóstol Santiago todos deben estar listos para escuchar y ser lentos para hablar y para enojarse…. Santiago 1:19. Ante el crecimiento de la Fuerza hostil, la confianza en Dios debe ser mayor, lo mejor es conversarlo con El.

“ Y nuestros enemigos maquinaban: «Les caeremos por sorpresa y los mataremos; así haremos que la obra se suspenda.»
12 Algunos de los judíos que vivían cerca de ellos venían constantemente y nos advertían: «Los van a atacar por todos lados.» Nehemías 4: 11- 12.”

¡No subestimar! Por el hecho de estar con Dios de su lado no significo que Nehemías ignorara a su enemigo y lo diera por vencido por que sí; por el contrario al conocer y ver sus acciones tomo determinaciones para hacerle frente. No se quedó orando esperando algún milagro sino que actuó al montar guardia. El equipo no solo debe buscar a Dios sino que a su vez debe vislumbrar donde hay brechas en el frente de trabajo no para atacar sino para reforzar y sostener los puntos débiles. La guardia permite montar un sistema de alarma, de vigilancia para conocer donde pueda atacar el desánimo, el temor, la frustración, el fracaso, todos estos aliados del enemigo.

Pero para montar una guardia efectiva es necesario que el equipo conozca sus puntos débiles, tenga claros en que momentos se ha fallado para poder reforzarlos, pues ahora que conoce a su enemigo sabrá que es por allí que será vulnerado. Santiago aporta a este punto de montar guardia al recordar a los cristianos que cada quien es tentado por sus propios malos deseos y solo se resiste a la tentación al estar pendiente de que esta llegara en cualquier momento. Santiago 1: 12 – 15.

Así que puse a la gente por familias, con sus espadas, arcos y lanzas, detrás de las murallas, en los lugares más vulnerables y desguarnecidos. 14 Luego de examinar la situación, me levanté y dije a los nobles y gobernantes, y al resto del pueblo: «¡No les tengan miedo! Acuérdense del Señor, que es grande y temible, y peleen por sus hermanos, por sus hijos e hijas, y por sus esposas y sus hogares.»

Una vez que nuestros enemigos se dieron cuenta de que conocíamos sus intenciones y de que Dios había frustrado sus planes, todos regresamos a la muralla, cada uno a su trabajo. Nehemías 4: 13.

¡Acciones Claras! Nehemías convoca a su equipo por grupos más pequeños, les anima, da a conocer a sus enemigos que ya conoce sus intenciones sin abandonar su labor. Es así como un equipo de trabajo plantea concretamente como atacar al enemigo, no se gasta tiempo en palabrerías o discusiones sin sentido, no se buscan razones o porqués sino que se determinan acciones que garanticen el cumplimiento del objetivo trazado. La familiaridad en la conformación de los grupos pequeños permite que los miembros de este se comprendan mejor, dentro del equipo de Nehemías se trabaja con lazos de consanguinidad pero no siempre es así; es por esto que la familiaridad permite que el trabajo en equipo sea más llevadero y que las acciones sean engranadas de forma conjunta para cumplir la meta propuesta.

Animar al equipo apelando a la divinidad y grandeza de Dios, es una buena estrategia para reafirmar la fe de quien esta decaído. Santiago en el versículo 2 al 4 del capítulo uno; habla sobre como los momentos difíciles producen fe en quienes los viven, y esa fe refuerza la confianza en Dios pues es en El en quien se coloca la esperanza.
Todas estas acciones no son excusa para abandonar la obra, ninguno de los coequiperos deja su objetivo por orar, hacer guardia o por animar al otro, por el contrario cada quien realiza las labores sin dejar los otros puntos de lado. Ello denota perseverancia y firmeza, esa misma constancia mencionada por el apóstol en los versos antes mencionados por que los ataques inician para burlar, estorbar, obstaculizar hasta llegar a detener la obra. Es necesario que el equipo entienda que se debe seguir pase lo que pase.
“Yo les había dicho a los nobles y gobernantes, y al resto del pueblo: «La tarea es grande y extensa, y nosotros estamos muy esparcidos en la muralla, distantes los unos de los otros. 20Por eso, al oír el toque de alarma, cerremos filas. ¡Nuestro Dios peleará por nosotros!» Nehemías 4: 19 – 20.

¡Unidad! Tan traqueada y manoseada por todos, pero necesaria para el triunfo del equipo, el estar esparcidos disipa la obra, permite que cada quien haga lo suyo y se pierda o tergiverse con facilidad la razón de ser de la obra. En Santiago 4: 6 – 8. El apóstol reflexiona sobre la duda y como esta afecta las decisiones de la persona, pues bien, así sucede con el equipo, la falta de unidad afecta la comunicación dando pie a que cada quien actúe e interprete las cosas a su manera o conforme a su parecer, dando lugar a caer en la inconstancia e indecisión.

“Ni yo ni mis parientes y ayudantes, ni los de mi guardia personal, nos desvestíamos para nada: cada uno de nosotros se mantenía listo para la defensa. Nehemías 4: 23”
¡Identidad! La biblia relaciona el ropaje con lo que somos como hijos de Dios o no, pues es ahí donde Nehemías hace ver como el tener firme su identidad no le daba pie a que la defensa titubeara ni un momento, la claridad en la identidad depende de cuánto se conoce a Dios y lo que su Palabra afirma sobre quien se es ante El, el estar revestidos de su palabra permite al equipo reflejar el carácter de Cristo.

Ahora cabe concluir con esto:

¿CONOCE EL EQUIPO SUS PUNTOS DEBILES?
¿DETERMINA COMO REFORZARLOS?
¿CONOCE AL ENEMIGO LO SUFICIENTE COMO PARA SABER POR DONDE ATACARA?

Autor:

Luisa F. Casasbuenas D.