NUEVO SISTEMA DE EVALUACIÓN; UN EQUILIBRIO AL DEPRIMENTE SISTEMA EDUCATIVO

En 1994 se publica el Decreto 1860 en Colombia, el cual trata entre otros temas de la evaluación de los estudiantes, decreto asumido por las entidades educativas públicas en un lenguaje ambiguo que paulatinamente genera una serie de consecuencias en el sistema educativo colombiano, tales como, un currículo oculto e indiferente para los padres de familia y los mismos estudiantes, formas de evaluar y promediar los niveles de conocimientos adquiridos de forma individual por cada educando, entre otras maneras diversas de controlar el proceso de calidad e impacto en una institución.

Consecutivamente y para “regular el tema de evaluación para obtener instituciones responsables” se crea el Decreto 230 de febrero 11 de 2002, el cual brinda un enfoque y sentido diferente a las comunidades educativas para evaluar su proceso escolar, en cuanto a logros académicos de los estudiantes, métodos y estrategias pedagógicas que permitan construir y fortalecer el ser, saber y hacer verdaderos de cada institución, palabras que se escriben de una manera poética y mágica comparada con la realidad actual, donde el mismo sistema educativo exige a las academias contenido y no calidad, eficacia y no eficiencia, logros y no éxito; lo anterior es debido a que año tras año, se observan estándares, indicadores, estudios y porcentajes de la educación deprimente que se lleva en las aulas, con estudiantes conformistas y docentes limitados e indiferentes ante las necesidades reales del entorno, un cumplir con lo que pide el MEN, la institución y el propio PAI estructurados bajo contenidos utópicos, descontextualizados, una burla para las diferentes formas de subsistir en este universo, donde gobiernan pocos ante una cantidad inigualable de mentes brillantes que desde sus primeros años de vida en contacto con su contexto, abren su mente a nuevos aprendizajes, estilos diferentes de pensar y actuar que les permitiría un estilo de vida digno logrado a través del conocimiento.

Pero, ¿Cómo es posible que a medida que crece, se desarrolla y vive el ser humano halla tal cambio tan radical y aterrador?, simple, cuando tienes las ganas, el deseo y propuestas novedosas ante un grupo de compañeros y ante un adulto, se supone, con “más experiencia o un sabelotodo” como lo describen en lenguaje común, y al expresarte libremente lo único que logras es encontrar más de una persona que no le interesa lo que dices, los que escuchan pero no comprenden, los que te contradicen sin argumentos válidos, y aun lo más grave, personas que deberían ser el ejemplo a seguir, “docentes”, los que te moldean al sistema educativo al cual debes seguir porque es un mandamiento que castiga no con el infierno o purgatorio sino con el desempleo, con una marca que generarías como alguien diferente que desea un cambio diferente y lograra impactos diferentes a nivel personal, social y ambiental.

“Docentes ejemplares”, como culparlos si hacen parte de un sistema educativo que establece leyes, decretos y normativas que deben suprimir al máximo las pérdidas económicas que se generan porque un número importante de estudiantes perderá en cada grado escolar, lo que restringe a la vez, nuevos candidatos a esos niveles educativos puesto que los ambientes de aprendizaje estadísticamente son limitados, por lo tanto, la mejor solución sería que todos los estudiantes pasen cada grado como jugar a la golosa, sin importar como lo hagan, incumpliendo en las propias normas del juego para poder llegar “al cielo”, ganado así el juego, un cielo donde te hace parte de un grupo de personas carentes de aprendizajes, ignorantes en diferentes formas de vivir, de sentir, ser y hacer, un grupo de colombianos que harán parte de la gran mayoría dominada y administrada por la minoría, seres humanos indiferentes, conformistas y frívolos, que hacen parte de un 95% de estudiantes que han logrado pasar el año, es decir, aportaron con las ganancias de un sistema educativo deprimente creado por un sistema de gobierno suicida que se busca suprimir aún más ese 5% de pérdidas no humanas- intelectuales sino económicas- materiales.

Colegas docentes, ¿Contradecir las reglas o aprovechar los límites?, no se trata de ir en contra de todo el sistema, pero mucho menos dejarse arrastrar por él, es complicado porque sentirás estar solo y en contra de la corriente, pero los resultados son satisfactorios, placenteros y reconfortantes. Para empezar, es importante ubicarse en el lugar en el que estas y al cual has decidido pertenecer, luego, cumplir las normas pero siendo sigiloso y coherente con lo que haces, si un grupo de tan solo el 5% de estudiantes debe perder significa que debes impactar completamente el grupo, teniendo la oportunidad cada año de descubrir pensamientos, aprendizajes, proyectos, ideales novedosos.

Para incitar a ciudadanos responsables surgentes de instituciones de calidad, éstas a la vez, siguen al sistema cumpliendo con las leyes pero dando un valor agregado el cual puede servir de ejemplo a otras entidades educativas; así poco a poco proponer formas eficientes y eficaces para evolucionar al ser humano desde su intelecto, supervivencia y convivencia, estilos de vida que harán surgir un nuevo gobierno, un nuevo sistema educativo que compita equitativa y sanamente y borre un trágico trayecto donde los apadrinados y los estratos más altos tocados por las diferentes facetas políticas tiene derechos más que otros y oportunidades más claras y fáciles que otros, esos otros que conforman un 95% y son responsables de la dinámica activa y constante del propio sistema deprimente no solo del gobierno sino de uno de sus importantes estilos dignos de vida; la educación.

Si en un pasado el maltrato escolar, el bullying de los docentes aplicados a los estudiantes y la relación vertical docente – alumno impactó históricamente a la educación y aun así surgieron personas que con su esfuerzo y propia vida han logrado grandes cambios en nuestro sistema, por qué hoy es tan difícil empezar y soñar con un mañana mejor, si son tantos los que pueden… si, lo había olvidado… es el afán por sobrevivir, tener un empleo y no dejarse morir ante el deprimente sistema de gobierno, un obstáculo que abstiene a los deseosos de enfrentar el mundo y da respuesta a quienes han decidido rendirse y continuar siendo indiferentes, conformistas y responsables de sus propios “males”… ahora, eres quien en verdad toma la decisión pues nadie lo hará por ti y ya sabes que te sentirás solo y luchando en contra de la corriente,¡ tu decides!.

Escritor: Julie Andrea Tamayo Sánchez