La red mundial de información es sin duda alguna la herramienta más poderosa que el globo actualmente desarrolla, es tan vasta e incluso podría decirse que infinita, es en sí un universo rico, llamativo, exuberante, peligroso e inestable. Parece no tener un tipo de control eficaz, está inundado de doctrinas, pensamientos, acciones, reacciones, que constantemente rivalizan y chocan unas con otras.
No nos vamos por el aspecto técnico que es lo que le compete a los diseñadores y programadores, la falla en sí de la red mundial, simplificada con la palabra “internet” es la falta de unas reglas claras de lo que se pueda o no hacer, en lo que se pueda o no transgredir, es que a través de este medio se pueden cometer una gran variedad de maniobras, fraudes, hasta delitos, y todos los días esto crece mas y mas, y el acceso no tiene restricción, es que no basta solamente con que los proveedores bloqueen ciertas paginas por considerarlas abusivas o nocivas para un público menor, es que no existe un real y efectivo control, basta solo analizar en caso más difundido en este momento, las redes sociales, no hay que citar en nombre, pero el lector sabrá a cual me refiero, esta plataforma se ha convertido en la vida para muchas personas, yo personalmente la uso, pero me cuido al extremo de poner mi vida y mi rutina en ella, pero no todos piensan ni actúan como yo lo hago, es “cruel” el nivel de confianza que algunas personas depositan en ella, no saben lo peligroso que esto pueda llegar a ser.
El desnudar la vida en la red es un tema que aunque apenas se ventila, le está acarreando problemas muy serios a muchos, y como sucede con las adicciones, este medio se convierte en el muro de los lamentos, es la forma más efectiva que encuentran para expresarse y desahogarse, no se percatan lo desconectados que se encuentran del mundo real, algunos lo hacen solo por seguir los parámetros que marcan las tendencias, otros simplemente porque lo encuentran atractivo, confían aun en el anonimato que encierra un pc, cuando la realidad es que estamos presenciando la transformación del ser humano, la transfiguración de un ser vivo en una maquina, que grave es esto, se está pensando, actuando, sintiendo, según los parámetros que establece una plataforma como estas.
Esto sin duda da para reflexionar mucho mas, lo importante no es solo tomar como ejemplo una red social, que constituye solamente en 0.1% de toda la red mundial, es solo que al ritmo de hoy, estamos ante un crecimiento desmesurado que parece no tener un lineamiento claro, la pregunta que se debe hacer es, que es lo correcto y que no lo es, que es lo adecuado, que es lo justo, que es lo sanamente se puede insertar sin dañar ni menoscabar la dignidad humana, o el bien común?. Sin duda son interrogantes sumamente difíciles de contestar objetivamente, pero si se puede crear conciencia de lo que de cierta forma se pueda considerar un menoscabo a la intimidad y hasta la seguridad de los usuarios que acceden a la red.
Ni hablar del futuro que nos espera, reflejado en los niños de hoy, estos a diferencia nuestra, nacieron y crecieron ya en el mundo de la información, su “programación” es radicalmente distinta a los que pertenecemos a generaciones anteriores, estos niños de hoy se educan, nutren, e incorporan absolutamente todo de la red, y esto por si solo es sumamente preocupante, es apenas obvio que nosotros los mayores lo vemos con otros ojos, pero se han puesto a pensar, como lo ven ellos?, que es lo que están interiorizando?.
Son puntos sin duda de preocupación, el desborde “moral” de la red mundial de información “world wide web” hasta ahora no tiene límites, y seguirá expandiéndose ilimitadamente, por eso es necesaria una correcta educación, una readaptación de todos los usuarios a este nuevo panorama, que sin duda a cambiado la forma de vivir de los seres humano. El llamado es a la conciencia de lo que se quiere mostrar en la red, el mundo está más globalizado que nunca, y la red es la autopista que nos conecta con todo, por ello la mesura que se debe tener con el ingreso de información sensible que pueda ser utilizado con oscuros propósitos.
Escritor: SAMUEL BARRIENTOS CARDONA