PROFESOR MUCHO MAS QUE SOLO CONOCIMIENTO

Durante mis años como estudiante universitario fueron muchas las experiencias, pero en mi tuvieron gran impacto aquellas involucradas con ciertos personajes que se hacían llamar “profesores”, estos personajes que muy a mi pesar fueron muchos más de los que yo hubiera deseado pasan por un aula sin hacer mayor cosa, como leer diapositivas sobre el tema, jactarse de sus títulos y publicaciones usándolos como escudo para su mala práctica en la labor docente, recuerdo mucho una frase que me afecto en su momento “no me hagan sentir que le estoy arrojando diamantes a los cerdos”, entiéndase por diamantes el conocimiento que nos impartía y por cerdos pues, esta frase en el momento debo decir me afecto pensé que debía esforzarme más.

Pero, al momento de la evaluación me di cuenta que todo no era más que una obra bien elaborada pues el examen era imposible y los resultados fueron aceptables, nunca se nos permitió revisar nuestra prueba. Pues como me dijeron quienes ya habían cursado el curso la nota se daba por cara y algunos preferían no inscribir la materia por que no eran del agrado del profesor, quien debo admitirlo poseía una amplia gama de conocimientos.

Si bien es cierto que en el ámbito universitario la cantidad de estudios realizados es de suma importancia al momento de seleccionar docentes (las mejores universidades solo aceptan doctores). Se debe pensar también que, no es solo la cantidad de conocimientos que se posea sino la capacidad de transmitirlos a los alumnos. En conversaciones con mis compañeros me di cuenta no era el único que pensaba de esta manera, pero siempre la conclusión era la misma pero que podemos hacer NADA.  Por qué, los profesores llegan a un punto que son intocables las quejas se toman como un estudiante con nada más que hacer y sin ganas de estudiar pues el “profesor” lleva años y ni una queja. Como van a haber quejas si lo devuelven a uno con la frase “por qué no estudia y deja de pelear”.

Mi meta es ser profesor universitario, compartir el conocimiento, generar dudas, ayudar a mis estudiantes durante su desarrollo como profesionales, cambiar los estándares tradicionales de la educación, pues ante todo mis estudiantes son personas con problemas y situaciones diversas. Que requieren guía y apoyo. No ser como los “profesores” los cuales solo leen diapositivas o como algunos que ni siquiera van a clase durante el semestre escolar. Un profesor que no va a clase, como es esto posible, un ejemplo sencillo por que las notas de su materia siempre son superiores a 4, por tanto su curso siempre está lleno nunca tiene cupos, pues para un estudiante la idea de no tener clase y al final del semestre su nota sea superior a 4 es embriagadoramente atractiva.

Por tanto, la existencia de esta clase de “profesores” es debida gracias también a la presencia de estudiantes facilistas que solo se preocupan por avanzar en la carrera sin preocuparse por el conocimiento que necesitan aprender, esta es la nueva clase de profesionales que se están formando bajo la tutela de “profesores” que parecen no querer enseñar. Recuerdo a un buen profesor que tuve cuya frase favorita era “mucho ayuda el que no estorba” si no quieres estar en el aula durante la clase pues no lo hagas, deja ese espacio para quien si quiera estar ahí, así las personas que deseen aprender estarán dentro del aula de clase y los profesores que quieran enseñar así lo harán.

En síntesis la educación debe ser impartida por personas que posean los conocimientos y además tengan el alma de docente y debe de ser recibida por aquellos con ganas de aprender en realidad, no solo por obtener un título en búsqueda de mejorar su estilo de vida, aunque es importante. De aquí que lo más importante sea estudiar lo que te apasiona y no dejar que los malos profesores hagan que pierdas tu pasión.

 Escritor : Carlos Alberto Amaya Vargas

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