El siglo XXI trae consigo infinidad de avances tecnológicos, educativos, sociales, culturales y con ellos falsas promesas que de una u otra manera afectan el desarrollo personal de los colombianos.
Los colombianos se caracterizan por ser demasiado talentosos, activos, positivos, luchadores y según dirían en algunos lugares de este hermoso país: “Echados pa´lante, verracos, trabajadores”. Sin embargo, esta afirmación ha desmejorado en algunos habitantes de nuestro país, quienes se desesperaron y emigraron a otras regiones con mayores posibilidades, conformándose, algunos con pequeñeces, con empleos poco remunerados y con condiciones de vida infrahumanas.
Por el contrario, los que aun continúan viviendo en este esplendido país, lleno de riquezas naturales, con gente bella, con fiestas por todos lados, con carnavales y alegría, continúan en la misma tónica, en algunos de los casos (por no decir que la mayoría), con empleos mal remunerados, canasta familiar muy alta, poco tiempo para compartir con las familias en fin…con condiciones de vida muy elementales, muy “”al sobrevivir con lo poco que se tiene.
La realidad económica colombiana es algo que nos afecta a todos debido a sus precarias condiciones para un desarrollo sostenible y para una calidad de vida en todo el sentido de la palabra, pero nos hemos convertido en facilistas y conformistas, porque si se gana poco, se gasta poco; y por el contrario si se gana mucho, se gasta mucho. Todo debido al poco conocimiento que se tiene sobre el tema y a la educación en cuanto a la economía.
No alejándonos de esta realidad económica, más bien uniéndola con la realidad política, los gobernantes se han encargado de vender falsas promesas laborales, mas empleo para todo el pueblo, mejores condiciones de vida, pocas tasas de interés, vivienda para todos, salud para todos y lo peor del caso es que creemos en toda la farsa que se nos dice. Y como se está acostumbrado a vivir de esta manera a pocos ni les interesa el tema.
No obstante, hay una tendencia poco conocida que está arrasando con cualquier tipo de promesas incumplidas y es nada más que las redes de mercadeo, que además de ofrecer empleo, está ofreciendo mejores condiciones de vida para todas las personas sin importar condición social, política o religiosa.
Las redes de mercadeo son la economía del siglo XXI, es la mega tendencia económica, es la mejor manera de hacer negocio. Es acabar con el modelo tradicional económico, sin embargo su aceptación en el medio ha sido poco acogida debido al poco conocimiento que se tiene sobre esta y a la inseguridad al verlo como un negocio piramidal.
, no se debe pretender que esta nueva forma de economía te brinde otros resultados cuando se está haciendo lo mismo, de la misma manera y sin dejarse enseñar. Se hace necesario cambiar la mentalidad en cuanto al empleo, sea cual sea la actividad económica, sin embargo la empresa tradicional no ofrece las mismas garantías que esta mega tendencia. Aquí no se trata de mostrar cual es la mejor empresa, sino de darnos cuenta del tiempo que ha pasado y que la mayoría de personas aun no han conseguido mucho, en pocas palabras de mostrar la manera en que vemos las cosas y los resultados que se pueden obtener.
Se ha prometido mejores condiciones, estabilidad económica, compartir con la familia, vacaciones, en fin y todo esto lo único que queda es inconformismo, pero como hay que alimentar a la familia hay que trabajar sin importar lo que se haga. Es hora de tener un cambio de actitud, de hacer lo que más nos guste, de replantear cuales son los sueños que se tienen y de ver que no hay que cambiar dinero por felicidad, de dejar de creer en esas falsas promesas que tantas veces nos hacen ilusionar en tener una mejor vida, sea cual sea la empresa con la que se trabaje hay que dejar en claro que la dignidad humana está por encima de todo, incluso de cualquier cantidad de dinero.
Escritor: MONICA PATRICIA PARDO JORIGUA.